Tras una intensa semana en los Pirineos, cerca de la ciudad de Jaca, España, retornó al país la delegación del Ejército de Chile que participó en el ejercicio “Infierno Blanco 2025”. Este entrenamiento, organizado por el Mando de Tropas de Montaña del Ejército de Tierra español y considerado el más relevante del año en su categoría, se desarrolló entre el 15 y el 21 de marzo en los vales pirenaicos occidentales, congregando a efectivos chilenos, al 13° Batallón de Cazadores Alpinos del Ejército francés y a las unidades militares españolas, entre las que destacaban tres helicópteros NH90 “Sarrio”, como ya contamos en profundidad en defensa.com.
La patrulla chilena, integrada por dos oficiales y ocho suboficiales del Comando de Operaciones Terrestres, incluyó a especialistas de los destacamentos de montaña N° 3 “Yungay”, N° 8 “Tucapel”, N° 9 “Arauco” y N° 17 “Los Ángeles”. Estos militares, todos instructores de montaña, enfrentaron un ejercicio de doble acción que simuló un conflicto de alta intensidad en un entorno de clima extremo y terreno nevado. Las actividades incluyeron patrullas de reconocimiento, observación y vigilancia con tecnología de transmisión en tiempo real, manejo de equipos tácticos de tiro a larga distancia y desplazamientos avanzados en condiciones invernales.
El Capitán Felipe Salgado C., uno de los oficiales participantes, destacó la exigencia del entrenamiento: “Desde el primer día, el nivel físico y mental nos llevó al límite, enfrentándonos a escenarios que desafiaron nuestras capacidades individuales y colectivas. Fue una experiencia enriquecedora que nos permitió crecer como equipo”. Por su parte, el Sargento 2° Dámaso Navarrete A. subrayó la similitud operativa con sus pares españoles: “Pude comprobar que en telecomunicaciones y tácticas estamos al mismo nivel. Nuestro personal demostró estar muy bien preparado, sin grandes brechas con los estándares internacionales”.
Una patrulla de tropas de montaña compuesta por efectivos chilenos, franceses y españoles desembarcando de un helicóptero NH90 en el punto de inicio de una misión. (foto: Esteban Maiza)
El ejercicio, que puso a prueba a la III División de Montaña del Ejército de Chile, no solo consolidó las habilidades técnicas de los montañeses, sino que también fortaleció los lazos con el Ejército español. La relación militar entre Chile y España, que se ha intensificado en la última década, abarca desde ejercicios conjuntos como “Infierno Blanco” hasta intercambios de formación. En 2023, por ejemplo, oficiales chilenos recibieron instrucción en la Escuela Militar de Montaña y Operaciones Especiales (EMMOE) de Jaca, mientras que especialistas españoles del Regimiento Galicia 64 participaron en maniobras en la Cordillera de los Andes. Esta colaboración bidireccional también incluye pasantías técnicas, como las realizadas en el mantenimiento de tanques Leopard 2A4 en el (Pcmasa 1) de España.
La participación en “Infierno Blanco 2025” reafirma el prestigio del Ejército de Chile en operaciones de montaña y su compromiso con la interoperabilidad internacional. Los efectivos regresaron con nuevas experiencias y la satisfacción de haber representado al país en uno de los entrenamientos más exigentes del ámbito militar global, consolidando una vez más el puente operativo entre los Andes y los Pirineos. (Luis Andrés Lautaro)
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