El General (r) Ricardo Ortega Perrier vive estos días la campaña electoral como postulante a la Cámara Alta por la Región Metropolitana. En este entrevista da cuenta del camino que lo ha llevado a este nuevo desafío luego de una larga carrera en la Fuerza Aérea de Chile, de la que fue Comandante en Jefe.
Ha sido Director ejecutivo de FIDAE, representante del Comando Logístico en las misiones en Washington y en Londres, y Jefe de Estado Mayor. Materializó la presencia de la Institución en el ámbito internacional, estableciendo nuevas y numerosas formas de intercambio y colaboración con otras instituciones a través del mundo. También fue parte de la ampliación de la Operación de Paz en HAITÍ, MINUSTAH, en respaldo de la Política Internacional de Chile. Impulsó a su vez, la consolidación de la Reforma Educacional en la Institución, introduciendo masivamente los conceptos de Educación a Distancia y Educación Continúa. Además, participó en la adquisición del nuevo material de Instrucción Avanzada A-29 Súper Tucano, destinado al Grupo de Aviación Nº 1.
La carrera del General Ortega está asociada también fuertemente a la vocación docente y la publicación de material de difusión tanto del desarrollo de la Fuerza Aérea como del mundo aeronáutico en general, destacándose su desempeño en este ámbito en las escuelas matrices de la Fuerza Aérea de Chile y otras ramas castrenses, entre los que destacan su desempeño como profesor militar en la Academia de Guerra Naval y como subdirector de la Escuela de Aviación y subdirector y director de la Academia de Guerra Aérea.
El pasado mes de septiembre asumió la candidatura a Senador por la Región Metropolitana con el Partido Republicano para aportar, indica,con “toda su experiencia en pos de trabajar por la paz, la seguridad y la libertad de Chile”.
¿Por qué decide ser candidato a Senador por la Región Metropolitana?
A mis 70 años y una carrera donde orgullosamente llegué a ser Comandante en Jefe de la Fuerza Aérea de Chile, muchos me preguntan por qué estoy en esto. Que por qué mejor no descansar después de más de 40 años de servicio público en lugar de embarcarme en una campaña a Senador por la Región Metropolitana, un distrito que sólo tiene 5 cupos y para el cual estamos postulando 45 candidatos. Sin duda una de las disputas más competitivas de este 21 de noviembre. Un gran desafío.
Con mucha humildad y convicción yo respondo que mi deseo de ser Senador nace de tres razones fundamentales. Primero, se origina luego de ver lo que se ha estado fraguando con la nueva constitución, segundo, por mi preocupación de ver el deterioro de la convivencia entre los chilenos y por último, por el deseo de querer aportar con mi experiencia de servidor público en temas tan fundamentales para el país como lo es la seguridad.
Como muchos chilenos y chilenas, en su momento manifesté mi abierto rechazo a una Convención Constituyente. Es claro que el tiempo nos ha estado dando la razón con los innumerables papelones que ha tenido en sus pocos meses de funcionamiento.
Desde esta convicción, muchas personas me impulsaron a dar un paso más, con lo cual nacieron iniciativas para la organización de diversos movimientos que me derivaron en el Partido Republicano liderado por José Antonio Kast. Con él, comparto sus valores de una república unida, que respeta el cumplimento de la ley, sus valores patrios, el orden y la paz, aspectos que en el último tiempo hemos visto relativizados.
¿Cuál es su postura concreta en materia del rol deben jugar las FF.AA. en Chile?
Antes que todo es importante definir cuál es el principal objetivo de la Defensa nacional y éste es proteger a Chile de la amenaza de una agresión armada externa o interna. La Defensa Nacional, por tanto, permite asegurar el desarrollo en paz y libre de interferencias de nuestra sociedad.
En este contexto, específicamente, corresponde a nuestras Fuerzas Armadas la defensa externa de la República y también el control de amenazas internas que tienen componente internacional, como la trata de blancas, el tráfico de drogas, el tráfico ilegal de inmigrantes, entre otros. Siempre de acuerdo a la ley.
Asimismo, constituyen un importante elemento en la seguridad interna, en la cual, gracias a sus capacidades polivalentes, asisten al país en catástrofes naturales y sanitarias, además de funciones específicas, como colaborar en elecciones.
¿Como eventual Senador, qué medidas apoyará desde el Congreso en materia de Defensa?
Actualmente, se ha iniciado un proceso de potenciamiento de las funciones de dirección y control financiero, económico y logístico del Ministerio de Defensa sobre las instituciones de las FF.AA. y creo que esto debe continuar impulsándose y consolidarse en establecer un control positivo sobre las finanzas, adquisiciones y gastos de las instituciones por parte del Ministerio, que incluya una definición de las tareas que corresponden en estas materias al Ministro de Defensa y las subsecretarías de Defensa y de Fuerzas Armadas.
También creo que se debe avanzar en la centralización de la Defensa, la que debería obedecer a una optimización de las capacidades militares, con un orden de batalla moderno y eficaz. Entonces, la idea es buscar la progresiva interoperabilidad de las FF.AA., efectivamente conjuntas, complementarias y con la mínima duplicidad de esfuerzos. Actualmente la Jefatura del EMCO no tiene suficientes atribuciones para coordinar y racionalizar el desarrollo de las fuerzas y sus misiones y es preciso que su rango jerárquico ascienda y quede en condiciones de relacionarse con las jefaturas de la FFAA en un plano de igualdad.
Por su parte, creo que la Subsecretaría de Defensa, aparte de las funciones que le otorga la Ley 20.424, se debe cargo también de planificar la adquisición de sistemas de armas para las tres instituciones y aquellas que en el futuro sean comunes, mediante un riguroso sistema de desarrollo de fuerzas orientadas a satisfacer las necesidades estratégicas.
¿Cuál es su postura respecto del sistema de pensiones de las FF.AA.?
Creo que en esta discusión no podemos mezclar dos temas. Por un lado, tenemos la urgente discusión del sistema de pensiones del país. Debemos tener un sistema de pensiones que se complemente con un buen sistema de Seguridad Social, asegurando un nivel de pensiones mínimas o solidarias, que garanticen un nivel básico de subsistencia, pero sin que ello sea un desincentivo al deber de cada individuo de preocuparse de su futuro.
Por otro lado, el tema de la previsión de las FF.AA. y su modificación está lejos de encauzarse en pos de ser una solución a los problemas que vemos en el sistema de pensiones del país.
Por ejemplo, las propuestas en orden a ocupar los fondos de jubilación de las FF.AA. y de Orden para financiar las pensiones del país no entienden que el sistema de pensiones de las Fuerzas Armadas y de Orden tiene características, exigencias laborales y una estructura remunerativa particular y específica.
La jubilación militar – y también sus remuneraciones – es parte de la Defensa de los países y es en respuesta a una sacrificada carrera que empieza muy tempranamente, con entrenamientos y especialización para hombres y mujeres de armas al servicio del orden y seguridad, lo que incluye dar la vida si fuese necesario.
Se trata de una misión 24/7, con sacrificios personales y familiares. Una carrera única, propia de la vida militar que debe ser reconocida y pagada, tanto durante la carrera como en su posterioridad, como una forma de retención e incentivo para que las personas permanezcan en las instituciones el mayor tiempo posible.
Esto no quiere decir que la carrera militar y sus pensiones no sean perfeccionables. Por eso, como Senador por la RM con el apoyo del Partido Republicano, velaré por el resguardo de las pensiones de las FF.AA. y de Orden y también apoyaré el perfeccionamiento que propone José Antonio Kast en orden a reestructurar de la carrera y sistema de pensiones de las FF.AA. Esta modificación incluye flexibilizar los sistemas y condiciones de ingreso, permanencia y egreso del sistema, estableciéndose carreras parciales y asignando un porcentaje creciente de personal con carreras permanentes. El ingreso debe ser centralizado y por instituciones.
Además, se debe adecuar la estructura de remuneraciones del personal de planta a las condiciones del mercado y modificar la Ley de Plazas, que es insuficiente para los requerimientos del cuadro permanente de las FF.AA. Esto incluye un substantivo aumento de los aportes previsionales, los cuales deben ir a cuentas individuales, junto a un seguro por retiro involuntario anticipado, el que se haría efectivo al momento de jubilar, manteniendo el actual bono indemnización de retiro. Este nuevo sistema eliminará además la disposición vigente de no reconocer pensión al retiro previo a los 20 años de carrera.
¿Qué le parece que las FF.AA. y de Orden queden fuera de una eventual nueva Constitución y por ende queden sin resguardo?
Primero que todo, debemos resaltar que la Fuerzas Armadas y de Orden están dispuestas a dar la vida por Chile. Su principal objetivo es la Defensa Nacional, es proteger a Chile de la amenaza de una agresión armada externa o interna. La Defensa Nacional, por tanto, se debe a Chile y no pertenece a ningún bando político.
Su misión y sacrificio merece seriedad y resulta fundamental que la función de Defensa, en su rol de custodio de la integridad territorial y de la población, tenga un espacio en la Constitución.
Un espacio que específicamente, indique que corresponde a nuestra Fuerzas Armadas la Defensa externa de la República. Asimismo, que constituyen un importante elemento de respaldo de la Política Exterior, contribuyen a la seguridad interna, asisten en catástrofes naturales y sanitarias, además de funciones específicas, como colaborar en elecciones.
Finalmente, el rol de las FF.AA. también incluye la participación, junto a las Fuerzas de Orden, en el control de otras amenazas internas, que tienen componente internacional, como la trata de blancas, el tráfico de drogas, el tráfico ilegal de inmigrantes, entre otros, y de acuerdo a la ley.
Hoy, la Constitución plantea que las FF. AA. existen para otorgar seguridad nacional y Defensa a la patria. Eso se debe mantener, También explicita que los Comandantes en Jefe del Ejército, de la Armada y de la Fuerza Aérea, y el general director de Carabineros, son designados por el Presidente de la República de entre los cinco oficiales generales de mayor antigüedad; duran cuatro años en sus funciones, no pueden ser nombrados para un nuevo período y gozan de inamovilidad en su cargo. Todo esto no puede quedar fuera. Y trabajaré para que así sea.
¿Qué opinión le merece la creación de una nueva fuerza policial?
Quiero ser claro en esto. Yo defiendo a Carabineros con fuerza y convicción. Es inoficioso pensar una nueva fuerza policial como solución a la crisis que atraviesa esta institución. Nada asegura la legitimidad y respeto a la nueva policía. Tenemos problemas de formación profundos y policías descuidadas por la clase política.
Hoy es casi como si todo fuera culpa de Carabineros. Y eso no es así: la principal responsabilidad de situaciones de violencia extrema, de terrorismo, de vulneración de nuestras fronteras y de todo son los políticos y las autoridades de las distintas instituciones.
Como Senador por la RM con el Partido Republicano quiero velar por la seguridad del país. Eso significa fortalecer las atribuciones propias del ejercicio de Carabineros, institución que siempre nos ha entregado protección y seguridad ante la delincuencia.
¿Qué piensa de la participación de las FFAA en el control de fronteras?
Desde hace años, y en particular en los últimos meses, en el norte de Chile, se ha venido gestando una catástrofe humanitaria de proporciones que aún estamos a tiempo de contener y resolver. Por una parte, miles de migrantes provenientes de distintos países que realizan una travesía inhumana y que pone en riesgo las vidas de adultos, niños y ancianos en medio de las condiciones extremas del altiplano. Por otra parte, se pone en riesgo la vida, seguridad y tranquilidad de millones de chilenos y extranjeros que en Colchane, Iquique, Santiago o tantas ciudades, han visto como el aumento desorbitado de migrantes hace colapsar los territorios, servicios básicos y condiciones mínimas de vida de quienes llegan o quienes viven en un lugar.
Frente a esta realidad, como Senador, apoyaré las propuestas de José Antonio Kast y el Partido Republicano, en orden a respetar los derechos humanos de todos los chilenos y extranjeros que están en nuestro territorio, pero también respetar la ley y hacerla respetar con la mayor rigurosidad posible para evitar una catástrofe humanitaria.
En este sentido, el rol de las FF.AA. incluye la participación, junto a las Fuerzas de Orden, en el control de otras amenazas internas como justamente es el tráfico ilegal de inmigrantes.
Por eso, en este caso, debemos fortalecer su rol de apoyo en el respeto de las leyes de inmigración y también en la protección del territorio.
Además, como Senador por la RM apoyaré la propuesta de José Antonio Kast de instalar un Campamento Militar Temporal en la zona de Colchane que permita aumentar significativamente la dotación militar para asegurar un adecuado control de las fronteras mientras dure la emergencia que hoy se vive en el país al respecto.
También apoyaré crear una Unidad Especializada de la Policía de Investigaciones que replique el modelo de la Unidad de Inmigration and Customs Enforcement (ICE) de Estados Unidos, con el objeto de buscar activamente a los inmigrantes ilegales en territorio nacional (de Arica a Punta Arenas) y proceder a su expulsión de Chile en el más breve plazo.
Con el reciente decreto de Estado de Excepción Constitucional de Emergencia en la Macrozona Sur de Chile, que contempla la designación de jefes de la Defensa Nacional, ¿qué le parece que las FF.AA se involucren en el control de la violencia?
Como ex Comandante en Jefe de la Fuerza Aérea de Chile, doy total fe de que el personal de las Fuerzas Armadas tienen el conocimiento, la especialidad y el entrenamiento para apoyar a Carabineros. Están incluso dispuestos a dar la vida por Chile, pues su principal objetivo es la Defensa Nacional y proteger a Chile de la amenaza de una agresión armada externa o interna.
Ahora bien, hay un asunto que se debe dejar en claro: tal como ha dicho José Antonio Kast, no basta con dictar un decreto, hay que tener el coraje para implementarlo y hacer cumplir la ley. Y yo, como candidato a Senador por la Región Metropolitana con el apoyo del Partido Republicano, estoy de acuerdo con él y con su propuesta para restablecer el Estado de Derecho, que busca combatir y derrotar, con toda la fuerza del Estado, el flagelo de la violencia. Desde ya, debemos ser capaces de revertir la violencia en La Araucanía, y transformarla desde un foco de desolación, a un polo de desarrollo económico y social.
Y para ello, se debe tener el coraje de entregar un respaldo efectivo a las Fuerzas Armadas y también a Carabineros de Chile y la Policía de Investigaciones ¿Qué significa esto? Tan simple como el restablecimiento de las facultades que les otorga la ley, así como presupuestos, recursos humanos y tecnológicos.
¿Qué rol deben cumplir las FF.AA. en esa zona del país?
Las Fuerzas Armadas deben ser incorporadas en un plan que contemple la reformulación de la inteligencia policial. Así, en este caso, se podría unir a medidas en la línea de la creación de un Consejo Superior de Inteligencia. Este Consejo tendría la misión de obtener información que ayude al Estado a combatir al crimen en sus distintas formas (espionaje, intervenciones subversivas, otras) y particularmente, el crimen organizado.
A lo anterior, debe sumarse la reestructuración de la Agencia Nacional de Inteligencia (ANI), como el brazo operativo del Consejo Superior de Inteligencia. La ANI debería estar integrada por especialistas en inteligencia provenientes de las tres ramas de la FF.AA., de Carabineros y la PDI. (Pamela Squella)