Entrevista en exclusiva a la Teniente 2° Catalina Galleguillos de la Armada de Chile, quien recientemente marcó un hito histórico al convertirse en la primera mujer piloto naval en operar un helicóptero en las gélidas tierras de la Antártica, al sur del Círculo Polar Antártico. La Teniente Galleguillos comparte detalles de su experiencia en uno de los entornos más desafiantes del planeta, los retos que enfrentó y el significado de este paso para las nuevas generaciones de mujeres en las Fuerzas Armadas.
Teniente Galleguillos, su reciente operación en la Antártica marca un hito histórico para la Armada de Chile. ¿Cómo describiría el momento en que tomó conciencia de que estaba haciendo historia como la primera mujer piloto naval en volar un helicóptero en esa región?
Volar en la Antártica como piloto naval fue una experiencia emocionante y gratificante. Saber que fui la primera en hacerlo me llenó de orgullo y alegría, pues demuestra que en la Armada y la Aviación Naval no existen barreras profesionales por ser mujer.
Su carrera en la Armada comenzó hace algunos años. ¿Qué la motivó inicialmente a ingresar a la institución y especializarse como piloto de helicópteros navales?
Mi motivación para ingresar a las Fuerzas Armadas surgió desde muy pequeña, inspirada por las historias que mi padre, ex Oficial de Ejército, me contaba con entusiasmo y pasión. Además, mi hermana también mostró interés por la Armada durante mucho tiempo. Al ver su entusiasmo, decidí ingresar a la Escuela Naval. Una vez allí, elegí el Escalafón de Ejecutivos e Ingenieros Navales y supe de inmediato que quería ser Aviador Naval. Durante mis años como Subteniente, estuve destinada en el AP-41 “Aquiles”, unidad que realizaba numerosas comisiones antárticas, donde nació mi sueño de regresar a la Antártica como piloto de helicóptero
El vuelo al sur del Círculo Polar Antártico se realizó en el marco de la comisión antártica del Rompehielos Viel. ¿Cuáles fueron las principales responsabilidades que tuvo durante esta misión y cómo se preparó para enfrentarlas?
La misión del helicóptero embarcado es apoyar al buque en todas sus tareas y estar preparado para operaciones de Búsqueda y Rescate (Search and Rescue, SAR) y aeroevacuaciones médicas. En las comisiones antárticas, las principales tareas incluyen el traslado de científicos, la maniobra de reabastecimiento vertical (Vertical Replenishment, VERTREP) para el transporte de carga y la exploración aeromarítima, proporcionando información sobre las condiciones del hielo al buque. La preparación para estas campañas se basa en la formación que entrega la Aviación Naval, complementada con la experiencia de otros pilotos y la documentación antártica. Al integrar una Comisión Antártica (COMANTAR), el piloto designado ya debe ser Comandante de Aeronave operativo en el modelo Bölkow BO-105, lo que implica haber aprobado su calificación en la aeronave y estar habilitado para despegar y aterrizar en buques en navegación con todos sus certificados de seguridad al día.
La Antártica es conocida por sus condiciones extremas. ¿Qué desafíos operativos específicos encontró al pilotar el helicóptero BO-05 en ese entorno, y cómo los superó?
La mayor dificultad en la Antártica son sus condiciones meteorológicas extremas y cambiantes. El desafío principal es estar preparado para volar en escenarios inesperados y tomar decisiones correctas con rapidez. En este proceso, conté con la práctica y el conocimiento del Teniente Primero Sebastián Riquelme, Aviador Naval y Comandante de Aeronave, quien me transmitió su experiencia y apreciaciones, fundamentales para mi propio desarrollo en operaciones antárticas.
El helicóptero BO-05, es una aeronave clave para la Armada. ¿Qué características técnicas de este modelo considera más valiosas para misiones en regiones como la Antártica?
Las características más valiosas del Bölkow BO-105 en la Antártica son, en primer lugar, su robustez, que le permite operar sin inconvenientes en ambientes extremos. Además, al ser un helicóptero bimotor, brinda mayor seguridad durante operaciones sobre el mar lejos de la costa y de la unidad.
A lo largo de su formación como piloto naval, ¿cuáles han sido los mayores obstáculos que ha enfrentado, especialmente como mujer en un ámbito tradicionalmente dominado por hombres?
Mi principal desafío como piloto naval ha sido obtener la calificación para esta especialidad. Es un curso exigente y de avance acelerado, donde es fundamental estar 100 % comprometido y enfocado. La preparación y el estudio son claves para lograrlo.
Su logro no solo destaca sus habilidades, sino también el avance de la presencia femenina en la aviación naval chilena. ¿Qué mensaje le gustaría transmitir a otras mujeres que aspiran a seguir una carrera similar en la Armada?
A las mujeres que aspiran a seguir una carrera similar a la mía, les diría que se atrevan y pongan todas sus energías en alcanzar su objetivo. Si uno no da el 100 %, es difícil lograrlo debido a la exigencia del rubro. Sin embargo, con compromiso y determinación, ninguna puerta se cerrará en el camino.
La misión en Bahía Hanusse tuvo como objetivo identificar placas de hielo para las pruebas operacionales del Rompehielos Viel. ¿Cómo fue la coordinación con el equipo naval y qué papel jugó el BO-05 en el éxito de esta tarea?
En Bahía Hannusse trabajamos en conjunto con el rompehielos “Almirante Viel”. Nuestra misión consistió en identificar hielos con características específicas que fueran accesibles para el buque. Despegamos con el Oficial de Operaciones del “Almirante Viel” a bordo para verificar el área. Durante toda la operación, mantuvimos comunicación constante con el rompehielos, informando sobre lo que observábamos y las posibles rutas de acceso. De esta manera, proporcionamos una visión aérea que permitió detectar zonas con la profundidad de hielo adecuada para realizar pruebas sin comprometer la seguridad de la dotación ni la integridad estructural del buque
Usted ha mencionado que espera que este hito inspire a otras mujeres a perseguir sus sueños. ¿Cómo percibe el impacto de su hazaña en la cultura institucional de la Armada y en la percepción pública de las mujeres en roles operativos?
Considero que este hito es fundamental para demostrar que en la Armada y la Aviación Naval no existen barreras profesionales para las mujeres. Quien cumpla con los requisitos y supere los desafíos propios de la aviación naval podrá alcanzar su objetivo.
Pilotar un helicóptero en la Antártica requiere una preparación exhaustiva. ¿Podría detallar cómo fue su entrenamiento para operar el BO-05 en condiciones polares y qué aspectos considera esenciales para una misión de esta magnitud?
La preparación para operar un Bölkow en condiciones polares comienza con la calificación como piloto de esta aeronave, lo que implica vuelos de habilitación y la aprobación de diversas emergencias en vuelo con total seguridad. Luego, es necesario acumular un mínimo de horas de vuelo en el modelo para alcanzar la categoría de Comandante de Aeronave y aprobar los chequeos de emergencia. Finalmente, se debe completar la calificación a bordo de unidades de superficie, donde se evalúan despegues, aterrizajes y maniobras en buques navegando. Solo tras cumplir estos requisitos, el piloto está habilitado para participar en comisiones antárticas
La Armada de Chile tiene una larga tradición en la Antártica, hasta operaciones modernas como esta. ¿De qué manera siente que su logro contribuye a fortalecer la presencia chilena en el continente blanco?
A lo largo de la historia, Chile ha mantenido una destacada presencia e interés en la Antártica, y la Armada ha sido clave para sostener esa presencia de manera efectiva y constante. El apoyo logístico que proporciona la institución permite que el país sea un referente en la región. Desde sus inicios, la Marina ha integrado helicópteros en sus unidades, lo que ha optimizado las operaciones en el continente blanco. Gracias a estas aeronaves, es posible trasladar científicos a zonas inaccesibles para los buques, transportar carga a tierra en menor tiempo y asegurar la navegación segura en áreas con hielo.
El BO-05 es conocido por su versatilidad y capacidad para operar en entornos hostiles. Desde su experiencia, ¿qué mejoras o adaptaciones específicas recomendaría para optimizar su desempeño en futuras misiones antárticas?
El helicóptero posee una gran versatilidad, lo que le permite operar en condiciones extremas. Es una aeronave altamente preparada para estos desafíos y reconocida mundialmente por su capacidad de adaptación.
Mirando hacia el futuro, ¿cuáles son sus próximas metas profesionales dentro de la Armada, y cómo espera que este hito histórico influya en su trayectoria como piloto naval?
Tengo muchas metas dentro de la Aviación Naval. Considero que este hito es solo el comienzo: en mi primera Comisión Antártica adquirí valiosas experiencias y conocimientos, pero aún me queda por crear mis propias vivencias y profundizar en las operaciones aéreas en la Antártica. Además, me gustaría seguir desarrollándome como piloto y, eventualmente, llegar al Escuadrón de Helicópteros de Ataque. Más que influir en mi trayectoria, creo que esta experiencia me ha demostrado que, con esfuerzo y dedicación, es posible alcanzar cualquier objetivo. (Luis Andrés Lautaro)
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