Las cambiantes y tajantes políticas de la Administración Trump respecto a sus aliados de la OTAN han llevado a que varios países miembro de la Alianza duden de sus planes de dotarse con aviones de combate de 5ª generación Lockheed Martin F-35, la estrella de la exportación de material aeronáutico de defensa de Estados Unidos.
Reino Unido acaba de anunciar que ha presentado una propuesta oficial para suministrar 40 nuevos cazabombarderos Eurofighter a la Fuerza Aérea de Turquía, mientras Alemania y Canadá se están replanteando seguir con sus actuales programas de adquisición de F-35 en marcha, más allá de la incorporación de los primeros lotes ya pagados.
Mientras, en Portugal, que todavía no había cerrado la anunciada compra de F-35, vital para la renovación de defensa aérea del país, se ha manifestado que buscará otra opción, ante el miedo de que desde Washington se pudiese dejar de suministrar recambios y el vital apoyo en el campo del sostenimiento. El ministro de Defensa, Nuno Melo, ha expresado que la predictibilidad de los aliados es crucial al seleccionar nuevos aviones de combate y que la posición reciente de Estados Unidos en el contexto de la OTAN obliga a reconsiderar las opciones disponibles.
Aunque el jefe del Estado Mayor de la Fuerza Aérea Portuguesa, General João Cartaxo Alves, había mencionado planes para adquirir F-35 en abril de 2024, el gobierno nunca formalizó la compra. En su lugar, Portugal está evaluando alternativas europeas.
Las preocupaciones incluyen el riesgo de que Estados Unidos pueda restringir el acceso a actualizaciones de software y repuestos necesarios para mantener los F-35 operativos. Esta decisión priorizan la cooperación europea y la independencia tecnológica frente a la dependencia de la tecnología estadounidense.
En este marco, aunque no son aviones de 5ª generación, otros aviones de combate como el Saab Gripen sueco, el Dassault Rafale francés y el Eurofighter se presentan como alternativos al F-35 con versiones mejoradas. En este entorno, Reino Unido ha presentado su propuesta oficial para suministrar el Eurofighter a Fuerza Aérea de Turquía o THK (Türk Hava Kuvvetleri), que en su día fue expulsada del programa del F-35, estando la oferta actualmente en periodo de revisión por parte del Ministerio de Defensa turco.
La novedad se produce después de que el Gobierno de Ankara enviara un Documento de Definición de Requisitos o RDD (Requirement Definition Document) tanto a Londres, como a la empresa que allí los produce, BAE Systems, la cual ha respondido con la mencionada oferta propuesta, que sería por un total de 40 unidades.
Fuerza Aérea de Turquía
Según los medios turcos, el Ministerio de Defensa de Turquía lleva meses trabajando junto a su a homónimos de Alemania para terminar de cerrar la operación, considerando que para aceptar la venta se tiene que tener la autorización de todos los socios del Consorcio Eurofighter, que también incluye a Italia y España. En otras ocasiones el Gobierno de Berlín ha bloqueado las ventas de material de defensa a Turquía, tanto de producción unitario como de las empresas multinacionales en las que participa como Airbus, alegando la participación turca en conflictos como los de Libia y Siria y su política interior respecto a la población kurda.
El pasado mes de octubre, Alemania dio finalmente luz verde a la operación, tal y como afirmó el ministro de defensa turco Yaşar Güler durante una entrevista, en la que manifestó: “Compraremos 40 aviones de combate Eurofighter Typhoon (…) Alemania se ha resistido durante mucho tiempo, pero finalmente, con las contribuciones positivas de nuestros amigos de la OTAN, Italia, el Reino Unido y España, Alemania ha respondido positivamente”
En concreto la a Fuerza Aérea de Turquía pretende poder reequiparse con los 40 citados Eurofighter de su Trancha 4, la más avanzada. Se especula también con que previamente se reciba a una pequeña cantidad de unidades de segunda mano, que posiblemente serían los de la Trancha 1, que están en vías de darse de baja por parte de Reinos Unido, con los que los que la Turquía podría avanzar en la transformación de pilotos y técnicos de mantenimiento de cara a la recepción de la flota de aviones de nueva construcción, que se fabricarían en la planta de BAE Systems de Warton (noroeste de Inglaterra).
La otra clave del acuerdo, es la intención de la Fuerza Aérea de Turquía de dotarse de los misiles aire-aire de última generación MBDA Meteor, que vendrían de la mano de los nuevos Eurofighter, que desde hace años viene su capacidad de uso de serie. Se trata de un armamento capaz de alcanzar objetivos situados más allá del alcance visual, mientras que a su vez cuenta con un buscador de radar activo y un enlace de datos bidireccional, lo que le permite contar con actualizaciones de datos sobre el objetivo durante su trayectoria; incluso si el avión enemigo este utilizando sus sistemas de autoprotección de contramedidas electrónicas.
En conjunto, se espera que la adquisición descrita requiera una inversión cercana a los 5.000 millones de euros por parte de Turquía, que además abriría la participación de la industria militar turca, mediante transferencia de tecnología, para asegurar el posterior sostenimiento/mantenimiento y modernizaciones. En todo caso sería unos de los más importantes acuerdos para la industria aeronáutica europea en años. (Julio Maíz)
Fotografías: Imagen digital del Eurofighter con las marcas de la Fuerza Aérea de Turquía.
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