A fines de septiembre el congreso chileno inicio la discusión del proyecto de presupuesto nacional del año 2017 presentado por el gobierno. De acuerdo con el resumen entregado por la Dirección de Presupuesto el aumento global respecto al 2016 es de un 3.1% en el gasto público. Este mismo resumen reconoce que “La economía chilena se encuentra en un ciclo de desaceleración, razón por la que el diseño del Proyecto de Ley de Presupuestos apunta a un crecimiento moderado del gasto para garantizar la sostenibilidad de las cuentas fiscales”. El precio del cobre se estima en US$2,56 la libra.
En este marco económico desfavorable se podría esperar importantes recortes para los presupuestos de las Fuerzas Armadas, sin embargo no es esa la idea del Gobierno, así como tampoco parece ser la del Congreso. Sin embargo, hay que destacar algunas cifras que no son tan positivas, como por ejemplo que el presupuesto global del ámbito militar tendrá un aumento del 1,2% respecto al año anterior, porcentaje que, muy probablemente, no incluye la inflación.
En cuanto a las cifras previstas para cada institución, es interesante comparar el año 2016 y el 2017 en lo que respecta a la operación y el sostenimiento de la fuerza. Nos referimos a los recursos destinados al combustible, lubricantes y repuestos principalmente: La Armada verá disminuir la asignación en dólares de 61.575.000 a 54.692.000. La Fuerza Aérea reduce su presupuesto de 72.668.000 a 67.793.000. En tanto el Ejército pasa de 10.745.000 a 10.683.000.
Estas cifras también sirven para constatar el esfuerzo que debe realizar el país para mantener sus diversos medios militares. En todo caso hay que recalcar que el mayor porcentaje del presupuesto que se tramita públicamente en el Congreso Nacional va destinado a gastos en personal. La incorporación de nuevo material y el mantenimiento mayor del mismo se realiza con los medios que proporciona la Ley del Cobre. (Roberto Sandoval, corresponsal de Grupo Edefa en Santiago de Chile)