El 10 de diciembre de 1968, la barcaza LSM 90 “Elicura” fue entregada oficialmente a la Armada de Chile por ASMAR Talcahuano, izando por primera vez el pabellón nacional en su asta de popa. Un par de meses más tarde, el 13 de febrero de 1969, zarpó con rumbo a Punta Arenas, localidad que es su puerto base, arribando el 27 de ese mes, cumpliendo 51 años de operaciones en la Región de Magallanes y Antártica Chilena durante el presente año.
La barcaza LSM 90 “Elicura”, es la primera construida completamente en la Planta Industrial de ASMAR Talcahuano y actualmente la Unidad en servicio más antigua construida en nuestro país, usándose mayoritariamente materiales chilenos y siendo un logro de la ingeniería naval en la década de los 60, basándose como modelo en la barcaza LSM 94 “Orompello”, construida en los Astilleros de Miami Dade, Florida, Estados Unidos.
En el transcurrir de su historia ha brindado servicios trascendentales para el desarrollo de la Región, estando presente en los principales hitos de los últimos 50 años de los Australes territorios nacionales, entre ellos las actividades de sondaje y prospección petrolífera del Estrecho de Magallanes en el año 1975, que permitieron la materialización del proyecto de perforación costa afuera de la Empresa Nacional de Petróleo.
Además ha sido un apoyo fundamental en el Desarrollo Nacional y presencia del Estado, aportando en forma decisiva al sostenimiento de las localidades de Caleta Tortel, Puerto Edén, Puerto Williams, entre otros; así como también apoyando la labor del Cuerpo Militar de Trabajo en Caleta Adriana y Río Bravo en el área del Baker, en la construcción de la Carretera Austral durante la década del 70 y 80.
Cumpliendo su rol de Unidad de Apoyo de Combate y capacidades eminentemente anfibias, operó en diferentes tareas de despliegue de la Brigada de Infantería de Marina, conformada en el marco de la Crisis del Canal Beagle de 1978, siendo parte del sostenimiento logístico en los momentos críticos de la coyuntura, superando inclemencias meteorológicas durante aquellos tensos meses.
En el año de 1995, en el marco del denominado “Terremoto Blanco”, fue parte del esfuerzo de sostenimiento logístico desplegado por la Armada de Chile, con el objetivo de trasladar forraje para ganado, maquinarias y especialistas para abrir caminos ante los inmensos cúmulos de nieve, los cuales mantenían aisladas a diversas localidades durante aquella catástrofe que afecto fuertemente a la ganadería ovina de la zona.
Durante el actual contexto de emergencia sanitaria, producto de la pandemia de Covid-19, la LSM 90 “Elicura” ha mantenido un importante rol de sostenimiento logístico a zonas aisladas, siendo parte del esfuerzo Institucional que ha mantenido desplegado a diversas Reparticiones y Unidades, operando en diversas acciones en apoyo a la comunidad.
De igual manera la Unidad contribuye al mantenimiento de la señalización marítima ubicada entre el Faro San Pedro y el Cabo de Hornos, realizando importantes trabajos en beneficio de la segura navegación por las complejas rutas australes, aportando en forma decisiva a la Seguridad e Intereses Territoriales Marítimos de nuestro país.
El comandante de la LSM 90 “Elicura”, Capitán de Corbeta Sebastián Palacios, señaló que “esta unidad anfibia de Apoyo de Combate posee una versatilidad que le otorga una alta capacidad de adaptación y flexibilidad en el cumplimiento de sus roles, las cuales abarcan todos los espectros de las áreas de misión de la Armada”, complementando que “su lema ‘No existen imposibles’, junto con su nombre heredado del legendario toqui Elicura que combatió junto a Lautaro en la Guerra de Arauco, les han dado a sus dotaciones a lo largo de las generaciones una identidad única de cohesión, coraje y camaradería que indudablemente han dejado huella en la historia”.
Texto y fotografía de la Tercera Zona Naval (Armada de Chile)