Hace 90 años, el 21 de marzo de 1930, nacía la Fuerza Aérea de Chile, a instancias del esfuerzo desplegado por el entonces Subsecretario de Aviación, Comodoro del Aire Arturo Merino Benítez. Bajo la firma del Presidente Carlos Ibáñez del Campo, la actual Fuerza Aérea de Chile, se crea como un arma de la Defensa Nacional nueva e independiente al fusionar los servicios de aviación del Ejército y la Armada de Chile. El Comodoro Merino Benítez, su primer Comandante en Jefe, fue también el arquitecto del sistema aeronáutico nacional al crear la Dirección de Aeronáutica, el Club Aéreo de Chile, el gabinete de Aerofotografía, la Línea Aeropostal y la primera fábrica de aviones Curtiss que hubo en el país, entre otras importantes obras.
Una historia construida sobre la base de los sueños y sacrificios de los pioneros de la aviación militar que llevaron a la creación de la Escuela de Aeronáutica Militar el 11 de febrero de 1913, con hitos gloriosos como el primer vuelo militar del Capitán Manuel Ávalos Prado y el cruce de la Cordillera de Los Andes del Teniente Dagoberto Godoy en 1918 o el raid a Brasil en 1922 del capitán Diego Aracena, entre otras hazañas.
Desde su creación, la misión ha sido defender a la República de Chile por medio del control y uso del espacio aéreo, además de participar en la batalla de superficie y apoyar fuerzas propias y amigas con el propósito de contribuir al logro de los objetivos estratégicos que fija la política Nacional. En post de este objetivo, ha ido adquiriendo experiencias y capacidades que permiten contar hoy con una institución eficiente y eficaz para la defensa, la seguridad y la cooperación internacional
Ad portas del centenario, la Fuerza Aérea mira el futuro como una fuerza polivalente, interoperativa, actualizada y sustentable. Una historia en constante evolución para unir a Chile desde Arica a la Antártica y los territorios insulares dando conectividad a los chilenos y llevando el progreso a cada lugar por los Caminos del Aire. (Luis Andrés Lautaro)