Atech, integrante del Grupo Embraer, participa por segundo año consecutivo en Locked Shields, el Ejercicio de Ciberdefensa más grande y complejo del mundo, que se realiza en Estonia, del 19 al 22 de abril. Es la única empresa brasileña en participar en la simulación realizada por el CCDCOE (Centro de Excelencia en Ciberdefensa Cooperativa) de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte), destacando la tecnología de Brasil en todo el mundo.
Locked Shields desafía a los participantes a combatir los ataques cibernéticos en sistemas militares y civiles. Los equipos están sujetos a condiciones de intensa presión, en escenarios realistas.
Para el Locked Shields 2022, Atech proporciona un sistema de Comando y Control, para la defensa antiaérea, que maneja la información de los sensores y permite al operador tomar decisiones en los diferentes niveles: operativo, táctico y estratégico, a través de la visualización situacional de los eventos desplegados en la pantalla. Atech ha desarrollado e implementado este tipo de sistemas en el territorio nacional y en otros países de Sudamérica y África.
Para la excelencia y éxito de las actividades, el CCDCOE cuenta con la colaboración de socios gubernamentales y del sector privado, quienes aportan sistemas especiales, recursos avanzados y tecnologías de punta, que representan las mejores soluciones en sus respectivos sectores de actividad.
En su primera participación, Atech fue el único en suministrar un sistema con características militares para el ejercicio. Para la edición de 2022, este sistema, ahora íntegramente desarrollado por la empresa, experimentó una importante evolución tecnológica.
Locked Shields es un ejercicio del Equipo Rojo (equipo ofensivo) contra el Equipo Azul (defensa). Los equipos están compuestos por países miembros y socios del CCDCOE. (el Centro de Excelencia en Ciberdefensa Cooperativa).
Las simulaciones de ataque y defensa de Locked Shields tienen lugar dentro de un país ficticio llamado Berylia, que es el objetivo de ciberataques a gran escala, con todas sus implicaciones. Liderados por el CCDCOE, los equipos deben ayudar al país ficticio a lidiar con esta situación. Además de proteger los sistemas de TI y la infraestructura crítica, los equipos participantes también deben ser efectivos en la notificación de incidentes, la elaboración de estrategias y la resolución de operaciones forenses (de investigación), legales, políticas y desafíos de comunicación social.
Para estos efectos, se forman otros equipos para componer todos los escenarios posibles en una situación de crisis generada por el ciberataque, cubriendo actividades técnicas y estratégicas. Además de Rojo y Azul, los participantes son Blanco (organizadores y administradores del ejercicio), Amarillo (proporciona conocimiento de la situación), Verde (construye y mantiene la infraestructura de la red y desarrolla sistemas de objetivos y sistemas especiales para el ejercicio). (Javier Bonilla, corresponsal del Grupo Edefa en Brasil)