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Jueves, 28 de noviembre de 2024 Iniciar Sesión Suscríbase

“La Armada de Chile se ha propuesto lanzar el casco de su primera fragata de construcción local la próxima década”

Entrevista al Comandante en Jefe de la Armada Chile, Almirante Juan Andrés De La Maza Larraín

Hemos entrevistado al Comandante en Jefe de la Armada Chile, Almirante Juan Andrés De La Maza Larraín. El Almirante De La Maza asumió el cargo el 18 de junio de 2021. Para su gestión definió 4 ejes de acción: personal de la Institución; probidad y transparencia; posicionamiento de la Armada; y plan nacional continuo de construcción naval. Hemos conversado con él de los grandes planes de modernización de la institución.

¿Cómo avanzan los ejes de gestión que definió y cómo ha evolucionado la construcción naval en Chile?

Cada eje tiene procesos de avance distintos. En lo que respecta al personal, nuestros esfuerzos nunca se detienen y tienen que ver con el mejoramiento de la calidad de vida de nuestra gente, en el ámbito del bienestar y también de la capacitación profesional, que obviamente es un aporte al desarrollo de cada uno de ellos.

En lo referente a probidad y transparencia, la Armada lleva adelante hace años un proceso de mejora continua, adaptando y mejorando los sistemas de administración y control de recursos. Hemos firmado acuerdos con la Contraloría General de la República y hemos potenciado la función de la Contraloría de la Armada, mejorando y modernizando las auditorías que constante y aleatoriamente realizamos. Así también, el posicionamiento de la Armada es un proceso continuo, que realizamos todos quienes vestimos uniforme.

La Armada no sólo es relevante en ámbito naval y marítimo, donde somos la representación del Estado de Chile en el mar, sino que también en el ámbito de la investigación y desarrollo y la innovación tecnológica, estando siempre presentes en distintas iniciativas e instancias, incluso propias, como Innovapolinav y Desafío Avante 3. Finalmente, en lo referente al Plan Nacional Continuo de Construcción Naval, estamos en pleno desarrollo de él.

Sobre ese plan, ambicioso, por cierto, pero absolutamente ejecutable, es que nos debemos enfocar hoy. En los últimos 30 años, ASMAR ha desarrollado y aumentado significativamente sus capacidades en la construcción naval. Podemos citar los 6 PSG Clase Taitao, posteriormente los 16 LSG Clase Protector y finalmente los avanzados 4 OPV-80 de Fassmer.

¿Qué significó en términos tecnológicos e industriales la construcción de los OPV y por qué se desestimó la construcción de los ejemplares 5 y 6?

En términos tecnológicos, significó un importante aumento en las capacidades del astillero constructor de ASMAR Talcahuano, especialmente en las áreas de comunicaciones, electricidad y electrónica, para así poder satisfacer las necesidades específicas del proyecto. Desde el punto de vista de la ingeniería, ASMAR transitó desde diseños basados en Auto-CAD a diseños contenidos en el ‘software’ FORAN, que es la herramienta empleada hasta ahora.

En relación a por qué no se construyeron los OPV 5 y OPV 6, básicamente se debe a que, al momento de decidir su construcción, la Armada de Chile priorizó otras necesidades de inversión, tal como ocurrió con el proceso actual de construcción del Proyecto Antártica I y Escotillón IV.

Entre los OPV 2 y 3 se inició la construcción del buque oceanográfico AGS-61 Cabo de Hornos de diseño de la empresa noruega Skipsteknisk. ¿Cuál fue el nivel de integración nacional?

La integración nacional, liderada por ASMAR, incluyó el diseño de detalle, definición y compra de materiales y equipos y la fabricación e integración de sistemas de la plataforma. Todo lo anterior fue llevado a cabo por personal del astillero de ASMAR Talcahuano, trabajando mano a mano con empresas de todo Chile.

Vale la pena destacar el trabajo realizado en el ámbito del equipamiento científico, para disciplinas como oceanografía, geología, geofísica, pesca y meteorología, entre muchas otras. En este sentido, el desarrollo de la ingeniería de detalle demandó una estrecha y muy compleja interacción entre representantes técnicos, astillero y Armada.

Como resultado de la colaboración con los astilleros FASSMER, la Armada puso en servicio 4 excelentes OPV-80, todos construidos en ASMAR Talcahuano (foto Dirección de Comunicaciones de la Armada de Chile).

En Talcahuano, se encuentra el rompehielos con casi un 60% de avance. El proyecto Antártica 1 se desarrolló junto a Vard Marine. ¿Qué grado de complejidad tuvo que enfrentar ASMAR en la construcción de un Ice Class (PC5) y cuáles fueron los factores técnicos que resolvieron a favor del proyecto canadiense?

El grado de complejidad del proyecto es alto y uno de los mayores desafíos fue el manejo del acero, debido a su tipo, espesores, los procesos de soldadura involucrados y la necesidad de incluir tratamientos térmicos especializados. Por otro lado, fue necesario incorporar nuevas tecnologías al proceso constructivo, dado que el proyecto demandaba el ensamblaje de bloques de mayor tamaño y peso, de 50 a 150 ton.

Otro desafío importante fue la ‘winterización’ del buque, que demanda el acondicionamiento de numerosos sistemas, como la necesidad de calefaccionar los estanques y de proteger todo el equipamiento expuesto a los efectos del clima antártico. Por último, el proyecto impulsó un importante incremento en el grado de integración en los bloques, antes de su puesta en grada.

Respecto de los factores considerados en la elección del proyecto canadiense, los principales fueron su experiencia en este tipo de construcciones y la entrega de un mayor alcance de información respecto del precio ofertado, que era fijo.    

La relación con Vard Marine se ha extendido al diseño de la nueva clase de buques multipropósito, el proyecto Escotillón IV. ¿A qué unidades sustituirán, ué características tendrán, cuántos cascos habrá y, estimando la entrega del primer ejemplar en 2028, cuánto durará la construcción de cada uno?

El proyecto Escotillón IV fue formulado para mantener la capacidad anfibia institucional. La necesidad fue definida como una brecha de capacidad de transporte multipropósito a nivel fuerza, cumpliendo los principios de polivalencia, estandarización y desarrollo, basado en capacidades.

Si bien, está planificado que la primera unidad a reemplazar sea el actual AP Aquiles, el nombre de la primera unidad a construir aún no está definido. Este proyecto reemplazará a las plataformas (AP) Aquiles, LSDH Sargento Aldea, LST Chacabuco y LST Rancagua. El Estado de Chile ya ha dispuesto el financiamiento de los primeros 2 buques. En términos generales, las características de estos buques harán posible el despliegue de la Brigada Anfibia Expedicionaria, junto a su logística orgánica y armamento, en los distintos teatros de operaciones. Sus roles principales serán el transporte de fuerzas de Infantería de Marina y material blindado o motorizado militar, tanto en operaciones anfibias como en modalidades administrativas.

Adicionalmente, estas unidades serán utilizadas en el transporte de pasajeros y carga en operaciones distintas a la guerra, que es una labor que la Armada de Chile realiza en forma rutinaria, especialmente para ir en soporte de zonas aisladas e insulares, para desplegar apoyo humanitario en zonas de catástrofes y para hacer soberanía en el territorio Antártico Chileno, entre otras actividades.

Las características principales son una eslora total de 110 m., manga de 21,8 m., puntal de 13,8 m.; desplazamiento de más de 7.000 ton.; propulsión diesel-eléctrica de una potencia de 11.200 kW, siendo la eléctrica de 6.000 kW; velocidad máxima de más de 15 nudos y económica de 12; autonomía superior a los 20 días; distancia franqueable de más de 5.000 mn; dotación más de 70 personas y fuerzas embarcadas por encima de los 150.

En relación a los plazos de entrega, se pretende que la primera unidad se encuentre operativa a fines del año 2027 y que la segunda se incorpore al servicio a fines de 2030. En líneas generales, la construcción de la primera tardará aproximadamente unos 5 años y la segunda 4.

¿Siendo el rol principal de estos buques la proyección de unidades de Infantería de Marina, qué capacidad de transporte tendrán y podrán llevar y desembarcar los recientemente adquiridos 8x8 NZLAV?

Como se mencionó anteriormente, las plataformas tendrán capacidades adecuadas para contribuir al cumplimiento de las diferentes áreas de misión (ver figura 1) que el Estado de Chile demanda de las instituciones de la defensa, tales como cubierta de carga para transporte de material rodado, contenedores, ‘pallets’ y tropas; proyección hacia costa por medio de una embarcación orgánica, la que permite el transporte de vehículos y contenedores; capacidades para operar en el territorio Antártico Chileno en períodos de verano, con helicópteros y de enfermería y operaciones de emergencia; y compuerta lateral para mayor flexibilidad de operación.

El diseño permite el transporte de una amplia gama de material rodante, lo que incluye tanto vehículos militares como maquinaria civil. Así, los buques podrán transportar carros 8x8 LAV III, camiones, maquinaria pesada, etc.

¿Qué tipo de conectores buque-playa se utilizarán para desembarcar el material rodado y nos puede aclarar si operarán desde un dique como el del LSDH Aldea o un varadero, como los San Giorgio italianos?

Efectivamente, estos buques no tendrán capacidad de varada, Sin embargo, el diseño contempla un dique interior, conceptualmente idéntico al del LSDH Aldea. Como conectores buque-playa, se utilizarán barcazas orgánicas, aptas para el desembarco de personal o material rodado, y helicópteros de transporte, razón por la cual el diseño considera una cubierta de vuelo, hangar, instalaciones de apoyo y rutas de tránsito, cuyo propósito es facilitar el desembarco.

El proyecto Escotillón IV prevé el reemplazo de las dos unidades Batral y AP Aquiles además del LSDH Sargento Aldea (foto Dirección de Comunicaciones de la Armada de Chile).

¿Qué cambió en las últimas 2 décadas, tras el naufragio del proyecto Tridente para la construcción de 8 Meko A200 para que el proyecto más ambicioso de ASMAR sea la construcción de las nuevas fragatas de la Escuadra, para reemplazar la Tipo 22, Clase M,Tipo 23 y Adelaide?

No es correcto hablar de naufragio. En aquella oportunidad, la construcción local de fragatas fue descartada en favor de una alternativa que surgió en forma posterior y que se transformó en una oferta atractiva costo-efectiva. Por otra parte, la adquisición de buques de segunda mano vino acompañada de un progresivo incremento en el grado de entrenamiento y de habilidades operacionales de la Armada de Chile.

El proyecto Tridente fue un programa muy interesante, que atrajo la atención de numerosos astilleros y empresas de defensa, y que condujo a la selección de un diseño ya existente. Además, el proyecto dejó lecciones relevantes y dio forma a procesos que hasta hoy la Marina utiliza.

En cuanto a cambios, se podría decir que en las últimas décadas se han experimentado importantes cambios en el mercado de los buques de combate nuevos y de segunda mano, ha aumentado la presión por lograr mayor eficiencia en el uso de recursos destinados a la defensa y por fomentar el desarrollo de tecnologías nativas. Por último, se podría destacar el surgimiento de tecnologías que hasta hace 20 años eran impensada y cuya aparición hoy invita a reevaluar las alternativas de desarrollo de fuerza.

¿Cómo se quiere enfrentar este complejo proyecto, buscando un diseño ya probado y adaptado a los requerimientos nacionales o totalmente nuevos?

Esa es una pregunta compleja, la que no puede ser del todo contestada sin antes haber completado un cuidadoso proceso de planificación y de evaluación del proyecto. Sí se pueden mencionar ciertos criterios sobre los cuales ya hay claridad, como la necesidad de fomentar la participación de la industria nacional y la importancia de controlar los distintos tipos de riesgo. En este sentido, los primeros estudios hacen que la Armada se incline por diseños ya probados, adaptados a los requerimientos del país.

¿El proyecto Fragata apunta a un acuerdo a nivel de astilleros o gubernamental entre armadas?

Existen numerosas fórmulas, y todas ellas están siendo estudiadas. Aun así, ya es claro que deben buscarse acuerdos de cooperación a nivel de gobierno y asociaciones con astilleros experimentados.

También es claro que el crecimiento de la industria naval local está sujeto a la existencia de modelos de negocio cuyo horizonte sea mayor que las construcciones que la Armada de Chile pueda contratar.

¿El proyecto Fragata contempla el reemplazo de cascos 1 a 1 por un total actual de 8 unidades o se pretende disminuir este número?

En realidad, la Escuadra ha mantenido su tamaño en los últimos años. El litoral chileno constituye un ambiente operacional sumamente desafiante en términos de defensa, de resguardo de los intereses marítimos y de protección de la vida humana en el mar. Resultaría difícil satisfacer la misión encomendada a la Marina con un número de unidades menor al que hoy existe.

El diseño presentado por Vard Marine para el buque multipropósito contempla un dique interior similar al del actual LSDH Sargento Aldea (foto Dirección de Comunicaciones de la Armada de Chile).

¿El Proyecto Fragata contempla una única versión multirrol o se apuntará a versiones con misiones y sistemas específicos?

El proyecto se encuentra en una etapa temprana, en la que numerosos modelos y diseños están siendo identificados y evaluados. No obstante, las alternativas de solución más atractivas pertenecen al espectro antisubmarino, antiaéreo y multirol. De todos modos, la gama de sistemas o capacidades disponible en el mercado de hoy, que son altamente flexibles y modulares, ofrece posibilidades innumerables y muy prometedoras.

¿A qué solución, en lo que respecta la propulsión de las nuevas fragatas, apunta la Armada?

Aún no existen definiciones con respecto a este punto. Dicho esto, es posible destacar 2 elementos. En primer lugar, la Armada de Chile ha tenido excelentes experiencias con sistemas CODLAG, de manera que existe interés por explotar las virtudes de sistemas de este tipo o semejantes. Por último, la necesidad de ser más eficientes en la operación y el mantenimiento de las unidades navales será un factor preponderante en la elección final.

¿El proyecto contempla unidades con cubierta de vuelo y con márgenes para operar no sólo el futuro reemplazo de los helicópteros AS332 F1, sino también UAV (Unmanned Aerial Vehicle) navales?

Para poder llevar a cabo este proyecto, la Armada de Chile está avocada a acrecentar sus capacidades de ingeniería de sistemas y de gestión de proyectos, y también a desarrollar un modelo de diseño conceptual.

En la concepción de este último, el empleo de medios aéreos y de tecnologías autónomas es un elemento crucial, de manera que la respuesta a la pregunta es sí, se contempla el empleo de medios aeronavales embarcados, tanto tradicionales como de vanguardia.

¿Qué grado de participación se espera de la industria nacional y qué tipo de sistemas podría aportar al proyecto Fragata?

Existe en Chile una industria de defensa que, si bien podría ser catalogada como incipiente, ha crecido en forma significativa, es creíble y tiene una calidad reconocida a nivel internacional.

A las empresas estatales de defensa como FAMAE, ENAER y ASMAR se suman otros nombres, como SISDEF, DTS, DESA, Seawind, RMS, Promel y Proding, y, aunque estas entidades se centran casi enteramente en el desarrollo de sistemas de defensa no letales, en ámbitos como las comunicaciones, el control automático, el traspaso de información digital, la confección de sensores electromagnéticos y vehículos no tripulados, etc., existe potencial para aventurarse en proyectos mucho más ambiciosos.

Si bien la oferta nacional en defensa es por ahora limitada, las empresas han incursionado en desarrollos bastante complejos e innovadores. Existe un potencial que, bajo condiciones más favorables y estables, debería crecer y madurar.

¿Misiles MBDA Sea Ceptor (CAMM), MM40 Block III y Raytheon SM2, sonares remolcados Thales S2087, CMS 330 y radares TRS-4D, entre otros, se incorporará al proyecto Fragata para mantener cierto nivel de continuidad logística y operativa?

Como siempre debe ocurrir en los procesos de desarrollo de fuerza, nuestros proyectos de inversión y de construcción naval toman en cuenta las características de la fuerza ya existente, y buscan lograr parámetros de máxima economía, eficiencia en el uso de recursos y efectividad operacional.

Como ya se ha señalado, los diseños y sus eventuales adaptaciones aún están siendo evaluados. No obstante, los sistemas con una mayor vida útil remanente son los mejores candidatos a ser reutilizados en los programas de construcción local.

En la actualidad la grada de construcción de ASMAR Talcahuano se encuentra ocupada por el rompehielos del proyecto Antártica 1 (foto Dirección de Comunicaciones de la Armada de Chile).

¿Cuándo se estima podría ser lanzado el primer casco de Fragata y cuáles serían los tiempos de entrega de cada unidad y el total de concreción del proyecto completo?

La Armada se ha propuesto como meta el lanzar el casco de su primera fragata de construcción local durante la próxima década. Sin duda alguna, esta es una meta muy ambiciosa y se requiere de mucho trabajo para hacer de esa aspiración una realidad.

En cuanto a plazos, es mucho más difícil dar respuestas definitivas, toda vez que la cantidad de factores involucrados es considerable y en gran medida los resultados dependerán de cuán efectivo sea el proyecto en su afán de entusiasmar a la industria local, especialmente a otros astilleros. Solo a modo de referencia, se podría decir que la Armada espera completar la construcción, desde el corte de la primera plancha hasta la entrega al servicio, de su primera fragata en un plazo aproximado de 6 a 8 años.

En la medida que se generen aprendizajes, ese tiempo debería verse acortado. Sobre la duración del proyecto completo, es tal vez muy pronto para pronunciarse al respecto, toda vez que la renovación de la flota también incluiría una etapa puente, es decir, la adquisición de buques de segunda mano, para así mantener nuestras capacidades operativas mientras se completan las construcciones locales. Sin embargo, debe tenerse presente que la visión de este proyecto incluye el crecimiento de la industria naval local, la generación de negocios a largo plazo (para las empresas que se sumen a la iniciativa) y la construcción permanente de unidades navales de menor complejidad, como patrulleros y transportes.

ASMAR ha logrado ciertos éxitos comerciales en el extranjero, como 2 navíos para Islandia y 1 OPV para Islas Mauricio, las intervenciones en fragatas y submarinos ecuatorianos y un destructor Tipo 42 argentino. ¿Se estudia exportar el proyecto Fragata o encontrar socios en marinas amigas de la región?

Dado el estado del arte del proyecto, no se ha explorado aún la posibilidad de exportarlo o de conocer el interés de marinas amigas en la región. Sin embargo, es conveniente recordar que, en el marco del proyecto OPV de Chile, hubo acercamientos con marinas amigas, los cuales fueron utilizados por COTECMAR en la construcción de los OPV de la Armada de Colombia. Adicionalmente, la Armada argentina también evaluó la posibilidad de utilizar aquel diseño, aunque esto no llegó a concretarse.    

¿Qué impacto tendrá el proyecto Fragata en ASMAR?

De concretarse el proyecto Fragata, éste tendrá un impacto laboral en distintas áreas, dada la incorporación de nuevos equipos, sistemas de armas y comunicaciones, entre otros, lo que generará un desarrollo sin precedentes en el área de la construcción naval nacional. Todo lo anterior permitirá mantener un creciente desarrollo de la construcción naval en ASMAR.

La construcción de buques de guerra, por su contenido tecnológico y valor económico, requiere de inversión en capital humano, investigación, desarrollo e innovación, lo que produce un efecto multiplicador en el valor agregado de los bienes producidos y, consecuentemente, en el crecimiento de la economía y desarrollo del país, por lo que este proyecto tendrá un importante desarrollo, no tan solo en el Astillero, sino también a nivel regional y nacional, incorporando nuevas actividades en la industria.  (Cristián Marambio)

 

 

 

 

 

 


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