Un viejo conocido en España como es el portaviones HTMS “Chakri Naruebet” (CVH-911), construido en nuestro país por la entonces empresa Bazán (hoy Navantia) vuelve a los titulares por las pruebas realizadas con una aeronave no tripulada fabricada en Tailandia, el país para cuya marina opera.
El buque, botado en Ferrol en 1996, acto al que se dedicó en su momento un extenso reportaje, está basado en gran medida en el portaviones “Príncipe de Asturias” de la Armada española y tiene la particularidad de ser actualmente el portaviones más pequeño del mundo capaz de operar aeronaves de ala fija, aunque la Marina Real Tailandesa lo opera más bien como portahelicópteros.
Diferentes medios locales tailandeses se han hecho eco de las pruebas llevadas a cabo sobre su cubierta con una aeronave no tripulada de diseño local como es el MARCUS-B de la compañía SDT que el pasado 1 de diciembre habría realizado su primera toma en la cubierta de vuelo del portaviones.
El Marcus-B es un UAV con capacidad de realizar despegues y aterrizajes verticales (VTOL) gracias a sus hélices múltiples, para realizar luego una transición hacia el vuelo horizontal y emplear luego un propulsor convencional, secuencia que se aprecia en el vídeo incluido. Según informa la compañía, se trata de una aeronave destinada a tareas de patrulla marítima, de ahí las pruebas de integración en el “Chakri Naruebet”, de hecho la sigla MARCUS correspondería a Maritime Aerial Reconnaisance Craft Unmanned System. Las pruebas habrían sido coordinadas entre la Marina Real de Tailandia (Royal Thai Navy o RTN) y la Oficina de Investigación y Desarrollo Naval de la RTN (Naval Research and Development Office o NRDO).
El fabricante del MARCUS-B, la compañía tailandesa SDT (por Siam Dry Tech) Composites ha construido el UAV en torno a un fuselaje de fibra de carbono y a un sistema de mando y control en tierra táctico desarrollado por la también tailandesa Pims Technologies. El nuevo modelo es una evolución del MARCUS, con una longitud de 2,5 metros, una envergadura de 4,3 y un peso al despegue de 45 kilos, con 10 kg. de carga útil. Tiene un alcance de 180 kilómetros, una autonomía de dos horas y está propulsado por baterías, tratándose previsiblemente de una aeronave de coste contenido destinada a operar desde buques con cubierta de vuelo incluso menores que las del portaviones gracias a su capacidad VTOL que entraría en fase de producción este mismo año si las pruebas concluyen con éxito. (José Mª Navarro García)
Fotografía: El MARCUS-B justo antes de tomar en el portaviones (SDT)
El UAV sobre la cubierta. Se aprecia el sistema de aterrizaje y los múltiples rotores (SDT)
El portaviones “Chakri Naruebet” durante sus pruebas aún en España (Navantia)