Las fragatas ‘Blas de Lezo’ y ‘Canarias’ de la Armada española monitorizaron entre el 4 y el 11 de septiembre el tránsito desde el mar Cantábrico hacia el Mediterráneo oriental del submarino ruso ‘Novorossiyk’ acompañado por dos buques auxiliares.
La fragata ‘Blas de Lezo’ partió desde su puerto de estacionamiento en el Arsenal de Ferrol, siguiendo instrucciones del Comandante del Mando de Operaciones Marítimas, con el fin de acompañar a la agrupación rusa durante su tránsito por los espacios marítimos nacionales de interés en el mar Cantábrico.
El submarino ‘Novorossiyk’ y el remolcador ‘Evgeniy Churov’ fueron monitorizados en el mar Cantábrico por la ‘Blas de Lezo’, que relevando a una fragata francesa. Mantuvo el seguimiento durante el transito frente al litoral gallego y hasta las costas portuguesas donde fue relevada por un buque portugués.
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Fragata 'Blas de Lezo' saliendo del Arsenal de Ferrol.
Posteriormente, la fragata ‘Canarias’ continuo con la monitorización de las unidades rusas durante su tránsito por el golfo de Cádiz y mar de Alborán.
Durante su paso por el estrecho de Gibraltar, se incorporó a la agrupación el remolcador ‘Alatau’, para continuar la escolta del submarino ‘Novorossiyk’ en su tránsito hacia el Mediterráneo central.
Finalmente, la ‘Canarias’ completó su misión de vigilancia y disuasión y, a continuación, transfirió la responsabilidad del seguimiento a un buque frances, que tomó el relevo una vez la agrupación rusa abandonó los espacios marítimos de interés español.
En septiembre de 2022 fue la primera vez que el submarino ruso B-261 “Novorossiysk” fue visto navegando en la superficie frente a la costa de Bretaña, siendo escoltado entonces por la Marina Nacional francesa, un seguimiento en el que también participaron buques británicos y españoles. Según señaló entonces el Comandante de la Zona Marítima Atlántica, Olivier Lebas, fue la primera vez que se veía un submarino ruso cerca del golfo Vizcaya en la frontera entre España y Francia, lo que se consideró como un mensaje táctico.
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El submarino ruso B-261 “Novorossiysk” escoltado por un buque de la Marina Nacional francesa en 2022.
Un submarino del Proyecto 636.3 de la Armada rusa
El B-261 Novorossiysk, Proyecto 636.3, es un submarino de clase Kilo, como los denomina la OTAN. Son submarinos diésel-eléctricos cuya versión original se denomina en Rusia Proyecto 877 "Paltus". Están propulsados por dos generadores diésel y un motor eléctrico, lo que les da suficiente potencia para alcanzar diez nudos en la superficie y diecisiete bajo el agua. No son submarinos rápidos.
Tienen un alcance de 6.000 a 7.500 millas náuticas. El conjunto de sensores consta de un conjunto de radares pasivos y activos de baja frecuencia MGK-400 Rubikon (Shark Gill) con un conjunto de radares pasivos en el casco. Cuentan además con un radar de alta frecuencia MG519 Mouse Roar para la clasificación de objetivos y detección de minas. Para navegación en superficie, los Kilos están equipados con el radar MRK-50 Albatros.
Se trata de sumergibles de 74 metros de eslora, 3.900 toneladas de desplazamiento y capaces de sumergirse hasta 300 metros de profundidad, si bien su profundidad de servicio son 240 metros. Tienen una velocidad de 20 nudos, una autonomía de 45 días y una dotación de 52 marinos
Estos submarinos tienen seis tubos lanzatorpedos de un diámetro estándar de 533 milímetros y fueron configurados originalmente para llevar torpedos autoguiados y dieciocho misiles antisubmarinos SS-N-15A Starfish. En el Kilos mejorado, dos de los tubos lanzatorpedos son capaces de disparar torpedos guiados por cable. Entre su armamento destaca el misil de crucero Kalibr-Pl según informamos en 2017.
El submarino B-261 “Novorossiysk” fue puesto en grada el 20 de agosto de 2010 en el Astillero del Almirantazgo, San Petersburgo (astillero nº 01670), botado el 28 de noviembre de 2013 y puesto en servicio el 21 de agosto de 2014.
