El comandante de Ingenieros Juan Francisco Gil Soria, jefe de la 3ª Sección de Estado Mayor (SEM) del Cuartel General de la Brigada “Rey Alfonso XIII” II de la Legión (BRILEG) está plenamente involucrado en el desarrollo del concepto “Brigada 2035”. En su ya dilatada carrera, destaca su paso por el Mando de Operaciones Especiales (MOE), donde lideró equipos operativos de varias de las especialidades de combate que tienen esas fuerzas del Ejército de Tierra (ET).Con él conversamos de cómo la centenaria Legión española está afrontando este decisivo reto para el futuro del ET y, por ende, de la Defensa de España.
Defensa: ¿Cuál es el papel que desempeña la Brigada de la Legión en el desarrollo de la creación de la futura “Brigada 2035”?
Comandante Juan Francisco Gil Soria: La Brigada 35 es el modelo teórico que servirá de base para las unidades que tendremos en el año 2035. A estas brigadas, que serán un sistema de combate integral, se les va a requerir la capacidad de actuar en todo el espectro del conflicto, contra un enemigo tecnológicamente avanzado y de similares características y en un entorno impredecible y en continuo cambio. Para llegar a alcanzar este modelo teórico de brigada se ha definido un proceso de experimentación que implica a diversos mandos del Ejército. Dentro de este proceso, la BRILEG ha sido designada como Brigada Experimental 2035, de tal forma que, a su nivel, es responsable de ejecutar los experimentos que van a facilitar el diseño de la Brigada 35.
¿Cómo coordina su trabajo con la Oficina del concepto del Cuartel General, el Mando de Apoyo Logístico del Ejército (MALE), el Mando de Doctrina (MADOC), etc.?
Como decía anteriormente, la BRILEG ejecuta los experimentos a su nivel, para aportar resultados en la definición de la futura Brigada 35. No obstante, este proceso es dirigido y coordinado por el teniente general jefe de la Fuerza Terrestre (FUTER). En consecuencia, es esta autoridad la que coordina los trabajos con otros mandos de primer nivel como son el MALE o el MADOC, entre otros.
¿Por qué se ha elegido para el proceso a la Brigada “Alfonso XIII” II de la Legión?
Aprovechando la ocasión de que este año celebramos el centenario, es justo recordar cómo y en qué circunstancias nació la Legión. En este sentido, ante aquella necesidad de buscar algo nuevo, que diera con la solución a las innumerables bajas producidas en la guerra de Marruecos, se optó por un proyecto innovador, revolucionario y que tuviera la capacidad de adaptarse al entorno operativo de aquella época. Así nació la Legión, como una unidad avanzada a su tiempo. Además, en estos 100 años la Legión ha demostrado de forma permanente su facilidad de adaptación al cambio, sin renunciar a su espíritu de combate. Por tanto, a la hora de buscar una brigada que sirviera de forma eficaz a este proceso de cambio, a través de la experimentación, en mi opinión era fácil poner la vista en la BRILEG. La Brigada 35 debe tener una estructura orgánica lo más cercana posible a la estructura operativa con la que debería combatir y es en este espíritu de combate donde la Legión encuentra su razón de ser.
¿Cómo se coordina este gran esfuerzo con las tareas del centenario y las otras múltiples castrenses que hace permanentemente?
CJFGS: Este esfuerzo se coordina, sin ninguna duda, con la principal capacidad que tienen las unidades de la Legión, el capital humano. Nuestras damas y caballeros legionarios. La alta cualificación, la dedicación permanente y el impulso moral de nuestro Credo Legionario, reflejado en el espíritu de sufrimiento y dureza, hacen que unas pocas personas sean capaces de afrontar con buen ánimo todos estos cometidos de forma simultánea.
¿Por qué es necesario que el Ejército español avance hacia el concepto “Brigada/Fuerza 2035”?
El concepto Brigada/Fuerza 35 supone afrontar los retos futuros de forma integral. Los avances tecnológicos se producen cada vez a mayor velocidad y es necesario anticipar, dentro de la creciente incertidumbre, como se podrán integrar en el combate. Hasta no hace mucho tiempo, la visión global consistía en introducir nuevos sistemas de combate en las estructuras de siempre, adaptándolos a la doctrina existente. Esto no puede permanecer así porque nos anclaríamos en un ejército reactivo y esto nos llevaría a perder la iniciativa en cualquier conflicto. En consecuencia, y abocados a la proactividad que requieren los nuevos entornos operativos, este concepto de Fuerza 35 obliga a tener estructuras con la capacidad de adaptarse al cambio en todas las áreas, materiales, recursos humanos, doctrina, etc. Con la llegada de nuevas tecnologías de inteligencia artificial, el elemento humano será desplazado de muchas tareas mecánicas o de análisis de datos, pero seguirá siendo el pilar fundamental de la decisión y, por tanto, de la estructura de la Fuerza. En resumen, es por esta visión holística por la que es preciso avanzar hacia un nuevo concepto, que sea capaz de anticipar y de llevar a cabo los cambios necesarios, sin importar el dominio en el que se puedan producir.
Desde el punto de vista de las tecnologías que incorporará la “Brigada/Fuerza 35”, ¿qué puntos básicos contempla?
Efectivamente, los entornos operativos futuros apuntan a que la Fuerza Operativa Terrestre tendrá que actuar para la población y entre la población. De hecho podríamos decir que esto ya es una evidencia. Esta servidumbre obligará a disponer de sistemas de armas extremadamente precisos y con la potencia adecuada a cada situación. Además, unidades relativamente pequeñas tendrán que hacerse cargo de áreas cada vez más grandes. Esto último tiene dos consecuencias inmediatas: primero, la necesidad de conocimiento del mando sobre el terreno; en segundo lugar, la capacidad de decisión de este mando. Para dar respuesta al primer desafío, estas incorporaciones tecnológicas, esta sensorización del espacio de batalla, van a cubrir las necesidades de obtención y de análisis que no podemos tener con el recurso humano disponible. En cuanto al segundo objetivo, el concepto de mando orientado a la misión (Mission Command), dentro de una Organización Orientada a la Misión (OOM), permitirá, con ayuda de las tecnologías mencionadas, a los jefes tomar las decisiones más adecuadas en cada situación. Dentro de estas incorporaciones, el vehículo 8x8 VCR es el proyecto más importante, pero también se están desarrollando otros, como el MC3 de mando y control. Lo que se busca es que estas innovaciones sean capaces de proporcionar la automatización de algunos procesos. Entre estos podríamos hablar, a modo de ejemplo, de flujos logísticos autónomos, de detección de amenazas o de vigilancia de un espacio determinado.
¿Qué retos tecnológicos deberá afrontar la Fuerza 35?
CJFGS: Uno de los retos más importantes, en mi opinión, es conseguir incorporar todos estos avances tecnológicos en el momento adecuado. Esto tiene múltiples variables, pero entre las fundamentales se encuentran la gestión a largo plazo del recurso financiero y la relación con la industria de defensa. En el entorno futuro se va requerir más capacidad de análisis de información, más precisión y profundidad de los fuegos, más potencia de fuego y capacidad de maniobra y menor huella logística, por citar algunos ejemplos. El proceso de investigación, de experimentación y de innovación se debe hacer a la suficiente velocidad, ya que hay otros actores estatales y no estatales que también tendrán a su alcance el acceso a la tecnología más avanzada. Entre las funciones de combate hay un denominador común, que es la gestión del conocimiento y la automatización de procesos citada anteriormente. Por tanto, efectivamente, el principal reto es llegar a tiempo a la adquisición de la tecnología, la reorganización de las estructuras y la aplicación de una doctrina correcta.
¿Cómo ha trabajado la Legión en el campo de los RPAS (Remotely Piloted Aircraft System) en favor de la Fuerza 2035?
Por el momento, lo que estamos trabajando en relación a RPAS es tener los sensores en todos los escalones de mando, desde la Brigada hasta el Subgrupo de Combate (SGCBT), cada uno en función de sus necesidades. El personal que compone las tripulaciones de vuelo ha recibido la formación necesaria, tanto por parte de las empresas que proporcionan las plataformas, como por parte de la Academia de Aviación del Ejército de Tierra (ACAVIET). Por tanto, las capacidades aportadas por estos sistemas están dispuestas para su explotación en todos los escalones. La Brigada 35, concebida como un sistema de combate integral, debe ser capaz de poner la información captada por todos sus sensores a disposición del mando, integrada con todas las funciones de combate e interoperable con nuestros aliados. A modo de ejemplo, ya se ha realizado la integración de las herramientas de inteligencia con las de empleo táctico y técnico de los fuegos. La consolidación de esta integración, que ya realizan nuestros aliados de primer orden, es una capacidad decisiva para el jefe de la Brigada.
¿Cómo será la coordinación con la industria proveedora, en especial con la española?
La colaboración del Ejército de Tierra con el sector privado corresponde a otro nivel de mando más elevado que la Brigada. En este sentido, el MALE en estrecha colaboración con la Dirección General de Armamento y Material (DGAM), tendrá que establecer unos programas o proyectos de adquisición que sean concurrentes con los planes de Defensa. En lo que conozco, la industria de defensa española es de primer nivel y nos permitirá ser competitivos. La BRILEG realizará los experimentos y las evaluaciones operativas de los materiales que le correspondan. Las pruebas o contactos con las empresas que han proporcionado algún servicio han sido muy buenas y la coordinación siempre ha sido fácil. Seguirá siendo así.
¿Qué unidad de la BRILEG probará los prototipos del VCR, cómo será el programa de ensayos y qué plazos temporales se estiman?
El pasado 17 de junio, el JEME (Jefe de Estado Mayor del Ejército de Tierra) estuvo en la reunión de seguimiento del programa 8x8 VCR. En esta reunión el secretario de Estado de Defensa confirmó que las 2 primeras unidades estarían listas para realizar en julio las primeras pruebas de tiro en el Campo Nacional de Adiestramiento (CENAD) de San Gregorio (Zaragoza). Tras los retrasos sufridos por problemas ajenos a esta Brigada, se contempla que la evaluación operativa de los 5 demostradores tendrá lugar en el primer semestre de 2021. De esta manera, la previsión es que los primeros vehículos operativos estén listos a lo largo de 2022. Para llevar a cabo la evaluación y todas las pruebas necesarias se ha creado y formado un equipo de personal muy especializado de conductores, tiradores, observadores avanzados, jefes de vehículo, etc., de esta Brigada. Este equipo, liderado por personal del Tercio D. Juan de Austria 3º de la Legión, se hizo cargo desde el primer momento de la evaluación, participando en las pruebas de tiro de julio.
¿Cómo se desarrolla el proceso de experimentación, tanto teórico como práctico, por parte de los profesionales de la BRILEG?
CJFGS: El proceso de experimentación comienza con la definición de los experimentos que se van a realizar, habiendo determinado la necesidad operativa, así como el objetivo que se pretende alcanzar y cómo van a ser valorados los resultados. En este primer paso todos los jefes y otro personal expertos en cada una de las funciones de combate proponen una serie de experimentos que es conveniente llevar a cabo a lo largo de un periodo de tiempo determinado. La primera propuesta es elevada por la cadena de mando, llegando hasta la División de Planes (DIVPLA) del Estado Mayor del Ejército. De esta manera se asegura la concurrencia de esfuerzos a todos los niveles. Una vez que son aprobados los experimentos a realizar, normalmente en periodos semestrales, estos se llevan a cabo con ocasión de ejercicios de instrucción y adiestramiento de las unidades de la Brigada. En concreto, para la BRILEG, la ventaja de disponer de unos campos de maniobras próximos a sus bases, tanto en Ronda (Málaga) como en Viator (Almeria), facilita enormemente que muchas de las pruebas se puedan llevar a cabo prácticamente a diario. Para otros experimentos de mayor envergadura se requiere la participación de varias unidades, o incluso toda la BRILEG, incluyendo el Cuartel General. Como ejemplo de este caso podríamos citar la organización de un ejercicio de nivel Grupo de Combate (GCBT), para ser capaces de determinar las plantillas orgánicas de la Brigada 35. Finalmente, tras la ejecución de cada experimento sigue un periodo de análisis de los resultados, que quedan reflejados en los correspondientes informes o lecciones identificadas/aprendidas.
¿Dónde se encuentra el proceso y hacia dónde evoluciona?
CJFGS: Como sabe, el proceso en su conjunto se compone de tres fases, conceptual, de experimentación y de implantación. A pesar de que estas fases han tenido comienzo en el orden mencionado, en la actualidad la conceptual y la experimentación conviven en el tiempo y se unirán a la de implantación. A partir de ese momento las tres fases avanzarán en paralelo. Esta es una de las claves que permitirá a la Fuerza 35 continuar evolucionando e ir adaptándose a los cambios futuros. El horizonte más inmediato es la Fuerza Posible, que estará alcanzada en 2024. Posteriormente, en 2030 dispondremos de una Fuerza Avanzada, para terminar el 2035 con la Fuerza de Ventaja. En esta futura fuerza, por citar algunos ejemplos, se habrá generalizado el empleo de inteligencia artificial y contaremos con sistemas de armas avanzados, teniendo en cuenta que conviviremos con una sociedad que habrá evolucionado más allá de los valores conocidos a día de hoy como 5G.
¿Cuáles serán los próximos pasos?
CJFGS: Como decía anteriormente, el siguiente paso es comenzar con la fase de implantación. En la medida en que se vayan recibiendo los VCR 8x8, concebida como la plataforma clave del cambio, se pasará a completar unidades que comenzarán a prepararse para el combate de una forma diferente a lo que conocemos hoy día. Habrá cambios en las estructuras organizativas, así como también habrá cambios doctrinales y procedimentales. Los puestos de mando, por su parte, deberán trabajar en la rutina diaria de la forma más parecida a lo que harían en una situación de conflicto. En resumen, se trata de ir dando pasos sin perder de vista la disponibilidad permanente que debe tener el ET para participar con sus capacidades en la Fuerza Conjunta cuando sea requerido. Como BRILEG, seguiremos trabajando en favor de la seguridad de nuestra sociedad y de los intereses de España, con las misiones o compromisos internacionales que se nos asignen y con la evolución hacia la Brigada de Combate de 2035.
¿Qué importancia tiene para el futuro de la Legión ser la encargada de este complejo proceso de la “Fuerza 2035”?
CJFGS: La Legión pedirá siempre, siempre, combatir, sin turno, sin contar los días, ni los meses, ni los años. Esto dice nuestro Espíritu de Combate, y es un gran honor haber sido designada Brigada Experimental. Todas las unidades de España son herederas y depositarias de una gran historia militar. En la actualidad, la brigada es la unidad fundamental de empleo para las operaciones militares y todas las brigadas de la FUTER, así como del Mando de Canarias, estarían igual de capacitadas para llevar a cabo este complejo proceso de la Fuerza 35. Por eso, es importante acoger con humildad este encargo, sabiendo de la gran responsabilidad que lleva consigo. Pasados cien años desde su fundación, La Legión seguirá en primera línea dando valor a su principal capital, el legionario, con el compromiso de mirar siempre al futuro. (Julio Maiz)