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Domingo, 22 de diciembre de 2024 Iniciar Sesión Suscríbase

La necesaria reorganización del Cuerpo de Sanidad Militar español

Terminado el confinamiento, el estado de alarma y la “Operación Balmis”, creo que sin saber quién era Balmis, pero eso es otro asunto, todo el mundo analizó, sacó conclusiones e hizo juicios críticos. Se sacaron enseñanzas de las que se derivaron acciones para prevenir y mejorar, en caso del supuesto temido y llegado rebrote.

En las Fuerzas Armadas, lógicamente, no iban a ser menos, pasó igual. Sé que se han identificado debilidades a las que se deberá poner remedio para no verse sorprendidos la próxima vez y poder proteger a la población civil o minimizar los efectos de la acción del enemigo en caso de guerra. Si ahora hubiera SORPRESA, en realidad será  NEGLIGENCIA.

Se habrán dado cuenta, sin duda, que para la Sanidad Militar no hay periodos de paz ni de descanso y que la Sanidad Militar Operativa no se puede dimensionar para atender las Operaciones en el exterior, y que cualquier Mando responsable debe dimensionarla para cubrir todo el espectro de las Misiones encomendadas y ante todo para poder atender a las necesidades de la defensa de España.

También se habrá visto que el Hospital Central de la Defensa “Gómez Ulla” en su actual concepto, es poco útil para atender las necesidades de la FFAA y que se ha convertido en un hospital civil, servido en parte por militares que hipotecados en disminuir las listas de espera les resulta difícil atender a las Operaciones.

Ya saben que en Sanidad Militar hace falta “músculo”, que es necesario disponer de una Fuerza instruida y adiestrada para poder cumplir las misiones propias, con la eficacia que da la preparación y la tranquilidad que supone cumplir con la legalidad y no tener que emplear, forzados por la necesidad, personal inadecuado. Ya saben que no se puede improvisar, en España las actividades sanitarias están reguladas por ley y es necesaria una capacitación LEGAL para su desempeño.

Han aprendido y entendido qué hace y para qué sirve Sanidad Militar y que es determinante para conseguir el éxito en la Mision, sus fines son los fines generales de las FFAA y es parte incuestionable de ellas, no es un Apoyo a la Fuerza prescindible ni externalizable, no es un acompañante que hay que soportar, no es un incordio que “embaraza el movimiento de la espada”. Es imprescindible para ganar “batallas” y no tener que vender muertos como excusa ante la ineficacia, la improvisación y la torpeza.

Lógicamente, no ha podido pasar desapercibido que en una gravísima epidemia no se puede desmantelar el Instituto de Medicina Preventiva “Capitán Médico Ramón y Cajal” y que no puede ni debe hacer Inteligencia Sanitaria cualquiera, para bochorno de los entendidos e intranquilidad del “pueblo”.

Ya sabrán que ha sido un error muy grave sacar de los Órganos de decisión al personal de Sanidad preparado para: asesorar, planear, conducir y sostener las Operaciones, desde el punto de vista sanitario y que la gestión de recursos sanitarios es especifica de sanidad y que otra cosa es: ilegal, cara e ineficiente. Que quitar de las Unidades al personal de Sanidad puede haber supuesto dejar sin dirección las misiones propias de Sanidad que han sido encomendadas y asumidas por un personal tan entregado como poco capacitado. Sin duda, ahora se sabe que el grito de “todos al hospital” puede haber hecho un gran daño al funcionamiento del sistema ya bastante comprometido que ha disminuido su eficacia y que por falta de criterio, en muchos casos se ha puesto en peligro a un personal de riesgo, mayores de 60 años y en reserva. ¿No había otros cometidos más que la asistencia en el hospital?  Puede que los tribunales tengan que intervenir en algún caso.

¿Aprenderemos? No creo. Me vienen a la cabeza unas palabras de D. José Martínez Inspector General del Cuerpo que en 1907 decía, comparando nuestra Sanidad con la de otros países:

 “Los Médicos Militares necesitan poseer con la mayor extensión, determinados conocimientos que no se pueden estudiar en las Facultades de Medicina, porque unos no figuran ni figurarán nunca en los planes de estudio y de los otros sólo es posible darse idea en las explicaciones de ciertas asignaturas…

          …Lo referido, que debe conocerse perfectamente, demuestra que constituye una especialidad el ejercicio de la Medicina Militar y una vulgaridad lo que se oye con demasiada frecuencia a ciertos elementos directivos “los Médicos a los hospitales”.

POTENCIAR SANIDAD MILITAR

En recientes declaraciones, el Jefe de Estado Mayor de la Defensa, reconoce que hay que potenciar Sanidad Militar. No es poco reconocer la evidencia, pero focaliza el problema en la escasez de personal, lo cual sin duda es cierto pero es solo la cara vista. Hay que analizar la causa de esta, sin duda, gran debilidad. Ver solo esa falta de personal es como ver el retrato de Dorian Grey sin ver lo feo que hay detrás y que en el caso de Sanidad Militar es el resultado de años de abandono, de falta de respeto y absoluto desconocimiento, incluyendo la defensa de intereses personales que llevan a hacer creer al Mando, que el médico militar es un “ordenador a propósito dirigido” que cuando es necesario se saca de la “funda” para que “opere”, y que trabaja para las FFAA y no que es parte integrante e indisoluble de estas. Qué error.  

Tenemos la necesidad imperiosa de hacer un análisis de la situación, pero no realizado por el actual “personal dirigente”, de Sanidad Militar o no, que nos ha llevado a esta situación. Hay que buscar para conseguir la solución al problema y la “RESTAURACIÓN” del Cuerpo el estudio realizado por personal no contaminado y sin intereses personales espurios. Es posible si, pero difícil.

  Según Antonio Machado:

“En España lo mejor es el Pueblo. Siempre ha sido lo mismo. En los trances duros, los señoritos invocan la patria y la venden; el pueblo no la nombra siquiera, pero la compran con su sangre y la salvan”.

Creo que la demostración está cercana, el 18% de los sanitarios militares han sido afectados por la Covid 19.

LAS CAUSAS DEL DESASTRE

Algo pasa y desde mi punto de vista el mal empieza en la Escuela Militar de Sanidad; planes de estudios mal diseñados, que llevan a la deformación del Cadete, que sale con la única meta de hacer una “especialidad” para estar en el hospital; o entró engañado o está mal orientado. En la Sanidad civil no ocurre igual, estúdienlo.

Puede que a pesar de todo, algún Oficial salga de la Escuela con el convencimiento de que hay una gran labor que hacer en las FFAA y que él, es el preparado para ello. Pronto verá la realidad y perderá la ilusión y las ganas. En un año querrá huir de las Unidades. Revisar bajas dadas por otro médico, no sentirse integrado, no tener Mando, no tener su Sección para instruirla, prepararla y así poder apoyar el combate de su “Unidad”, ver que cualquiera está más considerado que él y que se toman decisiones que afectan al Servicio y a la salud de la Fuerza sin que intervenga en nada y que a la hora de la verdad sólo lo emplean como un escudo si es necesario buscar  alguien que pueda hacerse responsable, ponerse delante de un juez, de las decisiones de otros tomadas sin criterio, es decir de manera irresponsable. ¿Cree alguien que estas son las condiciones más favorables para hacer atractivo un “destino”?

No hay alicientes, no hay carrera profesional, la especialidad, diploma, se convierte en un castigo, los complementos son bajos, el reconocimiento ninguno. Por ser de Sanidad la penosidad no existe, la peligrosidad desaparece, la formación no se valora y la responsabilidad no se tiene. Se hace igual de teniente que de teniente coronel, las vacantes de General son escasas y de bajo nivel, comparen con cualquier país de nuestro entorno, o de otros Cuerpos sin salir de España.

El Cuerpo, tiene una dependencia civil y política, con una estructura Kafkiana. La gestión de personal es caótica, de la organización que decir, de los cometidos mejor ni hablar. Hoy en Tierra, mañana en la Armada, luego al Aire todo da igual, “qué más da, eres médico”, pero no es lo mismo “el medico de los pies, que el de la cabeza”. No es lo mismo un buque de la Armada que un batallón de montaña, y una “apertura de brecha” no tiene nada que ver con un “reconocimiento en profundidad”. Sanidad Militar tiene que mejorar la eficacia del Arma y eso en la actualidad es imposible.

Su personal no es responsable ni se tiene en cuenta en las cuestiones de las que depende su propio destino y fundamentalmente el del Cuerpo. La decisión y asesoramiento, sobre temas fundamentales, está en manos de personal ajeno desconocedor de la problemática. Siempre “tutelados” o vigilados. ¿Cree mi Gral. que lo expuesto pueden ser causas que influyan en la falta de personal?  ¿No será necesario acometer el problema desde la base? La falta de personal existe pero como derivada. Nunca solucionará el problema ni potenciará Sanidad Militar sin un análisis profundo de cuáles son los verdaderos problemas y sin un asesoramiento correcto y no interesado.

Sigue creyendo el Mando que el personal se va, no será que se le obliga a irse y por eso es escaso. La solución es difícil y pasa por medidas encaminadas a conseguir cambios estructurales.

En 1858 el primer medico D. José Agea decía:

“…el Cuerpo de Sanidad Militar se extinguirá si continua en la relegación y en el olvido. Si los hábitos de la carrera militar… si la repugnancia a abandonar una institución a que se ha sacrificado las épocas más lozanas de la existencia, y con cuyas vicisitudes se encuentran identificados como el perro al mendigo, a pesar de los palos que le sacude, si todo esto no lo detuviera ¡que pocos permanecerían en el servicio!...

Y que pocos quedan en el SERVICIO y los pocos que hay se irán, ¿cree que los va a parar tener que compensar económicamente al Estado? ¿Paro eso la marcha de los pilotos?, ¿cree que es un aliciente el que les “paguen la carrera”? ¿que se hacen militares por eso? Que equivocación, en España con 13 puntos de media en la EVAU, se ingresa en la mejor facultad pública de medicina y es muy barato realizar los estudios. Están desperdiciando las mejores cabezas del país.

No voy a caer en la tentación de ofrecer soluciones, yo también estoy contaminado (profesionalmente), pero lo que no puedo hacer es eludir el análisis y abstenerme de exponer las evidencias.

 LA HISTORIA SE REPITE

En el Ejercito de Tierra, con “la que está cayendo”, con la amenaza de un rebrote importante de la Covid-19, con la necesidad que debería existir de prepararse para situaciones de combate asimétrico o híbrido en los cuales Sanidad Militar tiene un papel fundamental y donde su aportación más importante no será la asistencial, se toman unas decisiones incomprensibles. Suprimen la Brigada de Sanidad, pierden capacidades importantes de apoyo sanitario, adoptan una organización contraria a lo que está ocurriendo en el “mundo” civilizado y que en España ha fracasado en DOS ocasiones, llevando a los elementos que deberían ser Operativos a convertirse en depósitos de material mal mantenido y obsoleto, refugios del personal menos capaz y con la peor actitud lo que hace imposible motivar y  preparar al personal, si lo hubieran tenido. Ese fue el pasado y es el futuro que les espera.

Tropas sin Mando adecuado, el personal de Sanidad no irá a cubrir las vacantes como demuestra la historia, ¿para qué servirán? Me lo han oído decir muchas veces, EL MEJOR CIRUJANO NO OPERA MUERTOS. No tropiecen más veces en la misma piedra; no hay Sanidad Militar sin Mando y responsabilidad de Sanidad Militar, deberían recordar lo que paso en el Campo de Refugiados en Albania.

Hablan con palabras vacías, de “ambición” de “dimensionamiento” de “proyección” de “sanidad más operativa”. Solo justificaciones y excusas. Y algo que llama la atención, ¿es inteligente la nueva organización?, hasta el menos hábil intelectualmente sabe que “al médico hay que tenerlo cerca” y que en tiempos de zozobra es mejor no hacer mudanzas. El papel lo aguanta todo pero al final la realidad se impone y esta demostrara, siendo benévolo, que se han equivocado y que esa equivocación causara un gran daño.

Sanidad Militar de siempre y en su esencia es OPERATIVA de otra manera no tiene razón de ser, el resto es valor añadido. Cuando en 1921 en las Operaciones de Melilla el 35% de los tenientes médicos destinados, murió en acción de GUERRA y GANARON cuatro Laureadas de San Fernando ¿su Misión era de asistencia a las familias? ¿Cuándo Balmis realizo su hazaña, estaba haciendo la tradicional actividad asistencial?, no creo.

Ahora no se podrá decir que la situación ha sorprendido al sistema.  Habrá culpables y responsables y las consecuencias de sus decisiones  tendrán que asumirlas. España, es decir la sociedad  se lo demandara. Las explicaciones y la retórica para justificar una decisión, aparentemente  sin pies ni cabeza aunque algo habrá detrás y no en beneficio de la eficacia y el Servicio, no valen ni para tranquilizar conciencias. Solo valen para rellenar papel y encandilar incautos. Nadie con un mínimo de conocimiento se las creerá y menos un profesional, otra cosa es que no le importe a nadie.

CONCLUSION

Ante la actual coyuntura hay que buscar soluciones que deben pasar por el análisis de la situación, de las causas que nos han llevado a donde estamos, de qué medidas se deben tomar y en qué plazos y sin duda estudiar que hacen otros países de nuestro entorno Alemania, Francia, EEUU, GB, Israel, etc.

Pero para empezar a poner remedio a los males del Cuerpo, que el Mando y el nivel político deberían conocer  y con esto termino, les recomiendo leer con atención las soluciones que se aportan en la editorial del Anuario de Sanidad del Ejército y la Armada en el año 1856 y que por desgracia están de absoluta actualidad:

 Consideraciones sobre la reorganización del Cuerpo de Sanidad Militar.

          “…buscan todos en otras carreras un porvenir menos precario, el servicio se resiente de esta aniquilación completa de todo entusiasmo, de este profundo malestar que todos sienten, la juventud que en las escuelas hacia sus pruebas con la vista y la esperanza fijas en el ejercito, se aparta ya de nosotros, en vano se la llama, en vano se abre un concurso sobre otro concurso, nadie apenas se presenta, y el número de vacantes se acrece de día en día, la sima se ahonda más y más…

          …la primera cuestión que al tratar de la reforma se presenta a la consideración de todos, es la de si conviene hacer que nuestro instituto sea pura y exclusivamente militar, y por nuestra parte la resolvemos desde luego afirmativamente…que ese hermafroditismo es el origen de casi todos nuestros males, pues no alcanzando a darnos las ventajas de las dos clases a que se dice pertenecemos, nos deja sufrir todo lo malo de una y otra. Militares para el paisano, y paisanos para los militares, no somos civiles porque llevamos uniforme, ni militares porque ese uniforme no es el del ejercito…, en qué quedamos seamos blancos o negros, pero quítese ya de nuestros hombros ese manto tornasolado, porque como decía el Dr. Begin uno de nuestros apreciables gefes hablando de este mismo asunto: nous ne savons pas sur quel pied danser….

          …responda por nosotros el oficial médico que en los cuarteles y en los hospitales está dictando diariamente disposiciones importantes, que por falta del carácter militar o no se cumplen o solo se atienden después de haber obedecido todas las demás, haciendo así lo último de lo que debería ser lo primero….

Para ello es preciso que nuestra voz se oiga más en los Cuerpos, en los hospitales, y en las juntas supremas, y además de oírse no puedan desatenderse; y esto no se lograra mientras no tenga el Cuerpo de sanidad en su esfera peculiar toda la libertad e independencia de acción, toda la autocracia (en el sentido etimológico de la palabra)… que tienen los demás cuerpos…mientras no salga de su carácter consultivo para adoptar el ejecutivo”.

Estoy seguro que en algunos sectores políticos y de las FFAA se quiere honradamente encontrar soluciones y potenciar Sanidad Militar. Pero no se entretengan, si lo hacen no habrá nada que potenciar. (Manuel Guiote, General de Brigada (R) Cuerpo Militar de Sanidad).


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