La propuesta AFJT (Airbus Future Jet Trainer ) que se postula como solución para satisfacer las necesidades de un entrenador avanzado para el Ejército del Aire contempla el diseño de un nuevo avión para el que se estudian dos plantas propulsoras europeas que contarían con postcombustión.
Es una de las informaciones que desveló el responsable del programa AFJT en Airbus, Abel Nin en el evento “Aviones entrenadores y Entornos Virtuales: La formación de los pilotos en el Ejército del Aire” organizado por el Grupo Edefa y retransmitido online a través de su cuenta de Youtube.
Los planes de Airbus para este programa del Ejército del Aire, adelantados el pasado mes de octubre, contemplan el suministro de un sistema integrado de simulación que incluye el diseño, fabricación y certificación de un nuevo avión de entrenamiento a cargo de Airbus España junto a diferentes socios nacionales, aspirando a convertirse en un motor de transformación del sector aeroespacial español. Airbus está materializando una solución nacional que incluye todas las necesidades del Ejército del Aire para su formación avanzada, una apuesta que constituye “un tren que pasa ahora y que hay que coger” según Nin.
Airbus participa como integrador y certificador de un programa que tiene tres características destacadas ya que en primer lugar es un programa de riesgo tecnológico controlado ya que emplea tecnologías maduras (grado de madurez Technological Readiness Level o TRL 6 y 7), ya probadas, también equipos de procedencia comercial pero que permitirán un gran crecimiento, cumple todas las necesidades del Ejército del Aire, tanto los actuales como los futuros y que apuesta por la soberanía y las capacidades nacionales posicionando a la industria nacional para el futuro.
Se trata de una propuesta eminentemente nacional, con una cadena logística principalmente nacional, que se ha desarrollado en colaboración con el Ejército del Aire y que apuesta por la capacidad nacional para certificar un avión completo, capacidad que España no debe perder según el ponente y en la que se implicarían la Dirección General de Armamento y Material (DGAM) y el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA).
En lo referente a la aeronave, se está diseñando un avión turbopropulsado por un motor de postcombustión, lo que aseguraría disponer de las prestaciones requeridas por el Ejército del Aire, barajándose dos motores en cuya integración ya se trabaja, el M88 de Safran y el EJ200 de Eurojet. Airbus ha determinado una capacidad de empuje de 60kN en seco y 90 kN con postcombustión, ambas opciones ofrecen una elevada potencia. Las características de este avión permitirán emplearlo en las unidades de conversión operacional (OCUs), siendo posible también su empleo en otros roles contemplados por el Ejército del Aire, como formar la Patrulla Águila o actuar de avión agresor para la formación con los aviones de combate de última generación
Tendría un tamaño ligeramente menor que un F-16, con un peso de 7 toneladas, tres puntos duros para armamento o equipos bajo cada ala más uno central y dos en los extremos, sumando nueve en total. Contaría con elevada capacidad de maniobra, mandos HOTAS (Hands On Throttle-And-Stick o manos en mando de potencia y palanca de control) y una superficie aerodinámica optimizada para maniobras de ataque agresivas. Contará con elevada conectividad para las tareas de formación y podrá portar armamento real para las misiones de entrenamiento avanzado. Su velocidad de 0,95 Mach lo ubica en el segmento transónico alto e igual que los modernos aviones de combate, tiene una relación potencia/peso superior a 1.
Contará con aviónica de última generación, con una pantalla táctil de gran tamaño en la cabina al estilo de los más modernos aviones de combate, sistema de presentación frontal de datos HUD (Head Up Display) y en el futuro casco con presentador de datos integrado. Diseñado para emular las cabinas de los aviones más modernos también podrá hacerlo con la de otros como el F-18, contando con una propuesta de aviónica con la mayor aportación nacional posible.
La solución completa de formación incluye el segmento terrestre GBTS (Ground Based Training System), data links para intercambio de información, radar virtual y sistemas de simulación de contramedidas, aunque se plantea la posibilidad de contar con un radar de barrido lateral real para la formación avanzada así como un sistema que simule el de reabastecimiento, para la formación en esta maniobra, aunque sin alimentación de combustible. Se trataría de una propuesta que en Europa podría competir con el T-7A seleccionado por la Fuerza Aérea estadounidense por sus prestaciones, aspirando a convertirse en referencia del mercado.
Este programa posicionaría muy bien a la industria española frente al programa Future Combat Air System (FCAS) de igual manera que el C295 la posicionó frente al reto del A400M, tratándose la española de una industria aeronáutica con alta competitividad y elevado perfil innovador (Airbus e Indra están entre las principales empresas en España por inversión en I+D+I), cuestión aparte es el elevado retorno industrial a la economía nacional vía impuestos recaudados por el Estado, que puede llegar hasta el 40 por ciento del valor del programa. (José Mª Navarro García)
Fotografia: Concepción artística de la futura Patrulla Águila dotad del AFJT (Airbus)
La cabina del AFJT (Airbus)