La OTAN evalúa la capacidad del Ala 12 para desplegarse y operar en una zona de amenazas. La Unidad del Ejército del Aire ha desplazado a 8 de sus cazabombarderos EF-18 y unos 240 de sus efectivos a la Base Aérea de Zaragoza para someterse a un ejercicio CAPEVAL (Evaluación de Capacidades), en el que deberá superar las exigentes pruebas y desafíos propuestos por el staff de evaluadores de la Alianza Atlántica.
Estamos ante una de las evaluaciones más exigentes que plantea la OTAN, obligatoria para poder participar en las operaciones de la Alianza. Para superarla los miembros del Ala 12 han estado preparándose duramente durante todo un año. La mayor parte de este minucioso entrenamiento se ha realizado en la madrileña Base Aérea de Torrejón, su sede, desde donde asumen la defensa aérea de los cielos de España, cubriendo 24 horas todos los días del año el servicio de QRA (Quick Reaction Alert). Igualmente la Unidad, al mando del coronel Luis Fernando García Mauriño, realiza el plan de adiestramiento e instrucción planeado por el MACOM (Mando de Combate), que se adapta totalmente a los requisitos operativos de la OTAN.
No obstante la Alianza quiere evaluar la capacidad de la Unidad para desplegarse y operar en una zona de amenazas, para lo que se plantea el exigente ejercicio CAPEVAL, que simula operar en un conflicto. Para esta fase final evaluativa, que está teniendo lugar entre los días 25 y 27 de junio en la referida Base Aérea de Zaragoza, la Fuerza Expedicionaria del Ala 12 cuenta con el apoyo que le da el Escuadrón de Apoyo al Despliegue Aéreo (EADA) sobre todo en materia de seguridad, y el Grupo Móvil de Control Aéreo (GRUMOCA) que aporta las capacidades de medios CIS (Comunicaciones y Sistemas de Información) necesarias.
El resultado de esta evaluación será fruto del trabajo del Ala 12 en su conjunto,con el apoyo adicional del Centro de Informática de Gestión, de la Jefatura del Sistema de Mando y Control, del Grupo de Seguridad de la Agrupación del Cuartel General del Ejército del Aire, de la Jefatura de Servicios Técnicos y de Sistemas de Información y Telecomunicaciones y de otras muchas unidades del Ejército del Aire.
Una de las partes más exigentes para el contingente es la de superar la tensión permanente generada por los continuos “ataques” a los que debe hacer frente durante los casi tres días ininterrumpidos que dura el CAPEVAL. Así, se hace frente a las supuestas agresiones a la base de despliegue y zonas de dispersión de las aeronaves por parte de francotiradores enemigos, hostigamiento con morteros y lanzacohetes, etc, a las que se suman las amenazas de ataques con armas de destrucción masiva, definidas por las siglas NBQR (Nuclear, Biológico, Químico y Radiológico). Ante la amenaza de este último tipo de agresión todo el personal opera con los pesados y agobiantes trajes de protección, listos para que en cuanto suena la alarma, en menos de 9 segundos, ponerse las máscaras y continuar operando para seguir manteniendo y armando las aeronaves, y no cesar los programados lanzamientos y recuperaciones de los EF-18M desplegados. (Julio Maíz Sanz)
Fotografías:
·Armeros del Ala 12 con equipos protectores ante elementos NBQR instalan misiles en uno de sus EF-18M. Foto: Ejército del Aire.
·Primer plano de uno de los armeros del Ala 12. Foto: Ejército del Aire.