El prestigioso pintor Augusto Ferrer-Dalmau se incorpora a la Brigada de la Legión para completar la formación que le llevará a convertirse en Sargento Legionario (Reservista Voluntario). Como ya anunciamos, Ferrer-Dalmau, el gran pintor de batallas, autor de una obra única dentro y fuera del panorama artístico español, comenzó el pasado 19 de octubre su formación como Reservista Voluntario (RV) en el CEFOT 2 de Camposoto.
Una vez superada la formación general (los fundamentos y principios básicos que todo soldado ha de conocer) toca el turno a la específica (la propia del destino que el militar está llamado a ocupar). Ferrer-Dalmau solicitó “alistarse a La Legión” y por tanto su formación específica no será sino “formación legionaria” y la recibirá en Viator (Almería), donde se encuentra ubicada la Brigada de La Legión. Antes de que el pintor marchase a tierras legionarias, tuvimos la oportunidad de conversar con él:
¿Por qué se “alista” a La Legión?
Pues en primer lugar porque siendo el año del Centenario, un buen amigo mío, el General Antonio Esteban, gritó aquello de “A mí la Legión” y “con razón o sin ella” en ello estamos. Bromas aparte, en mis cuadros de batallas yo pinto combates, ejércitos, barcos, caballos, uniformes, armas y sobre todo soldados: españoles, ingleses, franceses, americanos y rusos…, héroes conocidos o incógnitos, amigos y enemigos que, para mí, todos merecen respeto y admiración…Pero la realidad es que lo que de verdad quiero es que mis cuadros, más allá de las imágenes, transmitan valores y sentimientos: abnegación, sacrificio, disciplina, compañerismo, heroísmo, osadía… y sobre todo fe en la victoria. La Legión es una de las unidades que más y mejor cuida sus tradiciones y valores. Vamos, que al final todo ha cuadrado, La Legión es la unidad idónea y el año del Centenario el justo momento.
¿Por qué Sargento?
Y… ¿Por qué no? Mi abuelo materno fue Sargento de Caballería y además, eso de Sargento Ferrer-Dalmau suena bien ¿A qué sí? Hablando en serio, creo que el Suboficial constituye la columna vertebral de los ejércitos, enlace esencial entre la oficialidad y la tropa. Cuando llega el combate, están en primera línea sufriendo las mismas penalidades que sus soldados, pero a la vez han de ejercer un mando que no debe resultar nada fácil bajo el fuego enemigo.
Y para acabar ¿Que “pinta” un pintor en La Legión?
Pues no sé lo que “pinto”, pero sí sé lo que voy a pintar. En principio y antes de que acabe el año, tengo la intención de crear una obra dedicada al Centenario. No quiero descubrir muchos detalles pero pretendo que sea la mejor que haya hecho hasta la fecha. También puedo avanzar que se tratará de alguna de las primeras acciones de combate de la Legión. Sin embargo, quiero dejar constancia de que la intención es que mi vinculación con La Legión vaya mucho más allá de un proyecto puntual. Se trata de una aventura a largo plazo. Yo quiero formar parte de la Legión contribuyendo, como dirían en Sevilla, con mi “arte” y, sobre todo, con mi afán por plasmar en imágenes episodios gloriosos de nuestra historia militar.
La Legión es una singular fuerza de combate, pero en mi caso, uno ya no tiene edad para ir asaltando lomas, aunque si hace falta, las asaltaré como pueda y que Dios reparta suerte. No obstante, no creo que la sangre llegue al río, así que salvo causa de fuerza muy, muy mayor, mi trabajo en La Legión estará ligado a su museo y fondos histórico-artísticos. De momento, mis armas son los pinceles y mi munición los pigmentos. En definitiva, vengo a hacer lo que mejor se hacer que no es otra cosa que pintar y cuando me activen como Sargento Legionario, pintaré episodios legionarios.