El pasado 4 de julio, medios de la Royal Navy y de la policía de Gibraltar interceptaron el superpetrolero iraní “Grace 1” por violar las sanciones a Siria, país al que se dirigía transportando una importante carga de petróleo. La operación, que fue solicitada por Estados Unidos a Reino Unido fue brillantemente ejecutada y se enmarca en las buenas relaciones entre ambos países, sin embargo hay una pequeña pega y es que la operación se desarrolló en aguas de soberanía española próximas a Gibraltar.
Se trata de nuevo de una decisión cuestionable del Gobierno español, conocedor de la operación, que permitió por tratarse del control de las sanciones a Siria, pero que no debió permitir que se realizara en aguas españolas o a cargo de fuerzas armadas y unidades policiales que no fueran españolas. El buque lleva una semana retenido y tanto su capitán como el primer oficial han sido detenidos por las autoridades de la colonia.
Parece ser que la interceptación del buque “Grace 1” iba a producirse en el puerto de Gibraltar o fondeado próximo a este, si bien finalmente esto no se produjo y se interceptó en aguas españolas. Esto supone una vez más reconocer de facto una falsa jurisdicción marítima de Gibraltar sobre aguas españolas en la que se desarrolló una operación de seguridad que solo pudo ser vigilada de cerca por una embarcación la Guardia Civil.
Según el Ministerio de Asuntos Exteriores “España no quiso interferir en la operación por tratarse de hacer cumplir el régimen sancionador de la Unión Europea y los estados miembros tienen el deber de colaborar y asegurar que las sanciones son aplicadas”. Sin embargo la realización de esta operación desde Gibraltar con medios británicos presenta a esta colonia como si tuviera autonomía y total capacidad para actuar en aguas que considera de su soberanía.
Fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores han confirmado a defensa.com que se solicitado a las autoridades británicas más información sobre el ulterior proceso de la operación, reiterando al mismo tiempo la posición sobre las aguas, que no ha variado. Además se ha presentado una queja diplomática por la actuación, por considerar que la operación debería haberse desarrollado en Gibraltar y no en aguas españolas.
El Ministerio nos confirmó que “con anterioridad a esta intervención, llevada a cabo por efectivos británicos, Reino Unido había mantenido, a través de los canales oportunos, consultas con España, en las que compartió sus fundadas sospechas de que el buque “Grace I”, que tenía previsto detenerse en Gibraltar, transportaba una carga de crudo con destino final Siria, por lo que, de acuerdo con el régimen de sanciones UE, se iba a producir una intervención de efectivos británicos para embargarlo, en el puerto de Gibraltar. Al no poder entrar el buque en el puerto, la intervención se ha llevado a cabo en las aguas que rodean Gibraltar, que son de soberanía española, pero España no ha querido interferir en la operación, porque se trataba de cumplir con el régimen de sanciones de la UE. Es deber de los Estados Miembros colaborar y asegurarse de que las sanciones son efectivamente aplicadas”.
Para terminar de complicar la situación, el pasado día 10 el presidente iraní, Hasan Rohaní, acusó al Reino Unido de apoderarse “injustificadamente” la pasada semana de uno de sus petroleros, “en aguas territoriales españolas”. Antes había convocado al embajador británico en Irán.
El pasado día 11 Irán y Reino Unido protagonizaban otro incidente, esta vez en el Estrecho de Ormuz cuando tres embarcaciones iraníes intentaron bloquear el paso del petrolero “British Heritage” de la petrolera British Petroleum (BP). La fragata de la Royal Navy HMS “Monstrose” tomó posiciones y advirtió a las embarcaciones iraníes de que se apartaran, lo que hicieron finalmente tras ver como esta apuntaba sus cañones. Por ello el Gobierno británico ha elevado el nivel de alerta de todos sus mercantes en el Golfo Pérsico. Recordemos que entre mayo y junio seis petroleros de diferentes banderas, incluyendo noruegos y japoneses han sufrido ataques con minas en la zona, acciones de las que Estados Unidos responsabiliza a Irán. (José Mª Navarro García)
Fotografía: El Grace 1 cerca de Gibraltar (Reuters)