La F110 de la Armada española escoltará y protegerá a la flota, pero también operará de forma independiente en entornos altamente hostiles. Con 145 metros de eslora, 18 de manga y 6.100 toneladas de capacidad de desplazamiento, la F110 es uno de los navíos que mejor encaja en este nuevo concepto de buque multipropósito con alta capacidad ofensiva y de supervivencia. Uno de los elementos más novedosos que incorpora en su diseño es el mástil integrado que se levanta sobre el puente de mando dominando la cubierta. En palabras de la directora de Programas de Plataformas Navales en Indra, Carmela Barbero Arrabé, el mástil “reduce al mínimo la sección radar para que la F110 opere con el máximo sigilo, dificultando que el adversario pueda detectar su presencia”.
Indra prepara la futura fragata F110 para que se imponga en cualquier escenario y ante cualquier adversario Estados Unidos, Australia, Corea del Sur, Reino Unido. Las Armadas más potentes del mundo trabajan para renovar sus flotas con una fragata multirol que se adapte a cualquier misión: combate aéreo, de superficie, antisubmarino, etc. Bajo la piel de esta superestructura se esconde una completa gama de sensores de última generación que garantizará la superioridad de la F110:
El radar primario en banda S que Indra desarrolla con la estadounidense Lockheed Martin le proporcionará una capacidad de vigilancia aérea y de apoyo en el combate antiaéreo de máximo nivel.
Se trata de un radar de estado sólido basado en nitruro de galio (GaN). Completamente digitalizado y construido con centenares de pequeños bloques independientes, Barbero explica que “será como si la F110 dispusiese de múltiples radares trabajando de forma coordinada. Esto le conferirá una potente capacidad multifunción para simultanear tareas. Podrá operar como radar de largo alcance e integrar el control de los misiles, mientras fija el seguimiento sobre múltiples blancos, todo al mismo tiempo”. Barbero asegura que “dotará a la fragata de unas capacidades muy superiores al resto de buques de su clase”.
Para respaldar el combate de superficie y el aterrizaje de helicópteros en cubierta, la fragata dispondrá del radar Prisma 25X.
Sus cuatro facetas planas —que sustituyen al radar giratorio— contribuyen a la discreción reduciendo la sección radar. La tecnología de barrido electrónico activo (AESA) de estado sólido, junto con su increíble capacidad de proceso, permitirá dirigir y controlar el haz de cada una de sus facetas con gran agilidad y de forma independiente.
Estas características hacen posible explorar el espacio con una enorme libertad, precisión y una alta tasa de refresco. Se trata de un radar multifunción, que permitirá a la tripulación “vigilar los movimientos de blancos de superficie y aeronaves que vuelen a baja altura mientras rastrean la presencia de periscopios de submarinos, dan apoyo al combate de superficie y respaldan el aterrizaje de un helicóptero en cubierta; no encontrará limitaciones”, señala Barbero.
El sistema IFF identificara por su parte a las aeronaves aliadas y enemigas para evitar el temido fuego amigo, una de las causas de bajas más frecuentes en conflicto. “Este sensor estará basado en tecnología de barrio electrónico activo (AESA) de estado sólido de última generación (GaN). Incorpora múltiples modos de identificación militares y civiles y un sistema adicional de identificación pasivo conocido como ADS-B”, detalla la directora de Programas de Plataformas Navales en Indra.
En cuanto a los sistemas de defensa electrónica, la tecnología de Indra rastreará la banda de comunicaciones y la banda radar. “El sistema detectará e identificará cualquier buque, submarino o plataforma aérea o terrestre cercana y estará preparado para burlar múltiples amenazas simultáneamente. Impedirá que el adversario detecte su posición. Dificultará sus comunicaciones. Cegará los sistemas de guía de misiles”, resume la directora de Indra.
Empleará para ello técnicas de interferometría completamente digitalizadas, capaces de combinar las señales recogidas por distintas antenas y sensores para generar una conciencia de situación mucho más precisa. Barbero explica que, además, se incorporarán “nuevos algoritmos basados en inteligencia artificial y hardware adicional para recoger datos de forma masiva e identificar las señales más complejas”.
Utilizará también nuevas técnicas y algoritmos de superresolución, capaces de descubrir comunicaciones enemigas que tratan de ser confundidas con ruido mediante el uso del espectro radioeléctrico de forma expandida (Direct Sequence Spread Spectrum, DSS).
Por último, no será menos impresionante la capacidad de protección a muy baja altura que aportará el sistema frente a misiles ‘rozaolas’ o enjambres de embarcaciones, que típicamente intentan impactar en la línea de flotación de los navíos.
“El IRST i110, que es como denominamos este avanzado sistema que desarrollamos con Tecnobit, representa un salto tecnológico de enorme magnitud. Mediante un sistema fijo, sin partes móviles, ofrece una vigilancia de 360º simultánea, en todo momento, y cubre el espectro visible e infrarrojo de largo y corto alcance. Cuenta además con capacidad de telemetría. Su misión es detectar, reconocer e identificar cualquier objeto susceptible de representar una amenaza”.