Entonces también se publicó que tras el informe del experto Don Winter se recomendaba la incorporación de un equipo directivo externo al astillero ASC, equipo que ahora se sabe que será proporcionado por Navantia. Al astillero ASC llegará el personal de Navantia que se encargará de supervisar la fase de integración y pruebas del primero de los destructores hasta su entrega, prevista para octubre de 2016. Como los mismos medios australianos reconocen, Navantia tiene que acudir al rescate del programa de destructores después de que se la responsabilizara de algunos de los problemas iniciales.
Aunque la participación de Navantia en esta estrategia se da prácticamente por segura, tras ponernos en contacto con el astillero español, este nos confirma que la Marina australiana no ha tomado aún una decisión pero Navantia estaría dispuesta a cumplir el papel que se le asigne y ofrecer al Departamento de Defensa australiano su experiencia para conseguir el éxito del programa.
Esta medida podría ser solo la primera de varias, que incluso podrían implicar la toma de control del proyecto por parte del gigante del sector BAE Systems, responsable principal del programa de buques anfibios LHD diseñados por Navantia, igual que los destructores AWD. Navantia y BAE Systems compiten por el programa Future Frigate que tiene por objetivo reemplazar a las fragatas de la clase Anzac en la Marina australiana. BAE Systems podría no estar interesado en participar en el programa AWD a no ser que consiguiera garantías para adjudicarse el programa de las fragatas, al que ha presentado un diseño basado en las fragatas Type 26 británicas. Por su parte, Navantia ha diseñado su candidato partiendo del casco de los destructores AWD, opción que ha recibido una financiación del gobierno australiano de 78 millones de dólares.
Navantia contaba con poder presentar su submarino S-80 para el programa australiano si bien la opción de los submarinos japoneses se ha acelerado en fechas recientes y se da prácticamente por segura, no obstante, dados los resultados, el Gobierno australiano se plantea seriamente la idoneidad de fabricarlos en su país. (J.N.G.)