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Viernes, 22 de noviembre de 2024 Iniciar Sesión Suscríbase

Por qué es importante no renunciar a una torre tripulada en el VCR 8x8 Dragón para el Ejército de Tierra

Ante el panorama reciente del programa Vehículo de Combate (VCR) 8x8 “Dragón” del Ejército de Tierra y la posibilidad de que el Ejército de Tierra renuncie a dotar a los 8x8 destinados a la Caballería con una torre tripulada, es necesario recordar por qué es tan importante este tipo de torre, que sigue desempeñando un gran papel entre los Ejércitos más modernos.

Como factor esencial a nivel operativo, la Caballería necesita un altísimo nivel de conciencia situacional.  Durante las operaciones, la capacidad del comandante para abrir la escotilla y echar un vistazo a los alrededores proporciona una gran ventaja en términos de percepción de la situación.

Una torre tripulada ofrece un alto nivel de capacidad de combate: en el caso de la HITFIST de Leonardo Hispania, además de contar con todos los avances tecnológicos que puede disponer una torre no tripulada, los tripulantes disponen también de capacidad real de operación manual en caso de fallo de alimentación. Tanto los sistemas de visión directa como los sistemas manuales de operación del arma, son ventajas a las que no se debe renunciar en una situación de emergencia en la que el combatiente podría encontrarse con el vehículo inmovilizado y con ausencia total de alimentación eléctrica. La operación manual se realiza desde las mismas estaciones tanto para el Jefe de Vehículo como para el Tirador y cuenta con 8 periscopios para ellos los operadores además de un visor de fibra óptica de emergencia. Todo este conjunto de capacidades es inalcanzable con torres no tripuladas en los que, la operación manual, queda forzosamente limitada por la dificultad en el acceso a los sistemas manuales de operación de movimiento y del arma.

Otro problema para las torretas remotas es la dificultad de que el artillero pierda la sensación en la orientación de la torre o el cañón. El tirador se encuentra dentro del casco y su retroalimentación sensorial solo siente las aceleraciones del vehículo, por tanto, después de un corto período de tiempo, no es raro que tanto el tirador como el comandante comiencen a tener dificultades sobre dónde se orienta la torreta con respecto al vehículo, especialmente cuando la estabilización está activada.

Por otro lado, es necesario hablar del nivel de protección que proporciona una torre tripulada. Es indiscutible que lo más importante es proteger a la tripulación y,  tanto con un sistema tripulado como con uno no tripulado, este propósito es alcanzable. Sin embargo, es vital analizar el concepto de protección y pensar, ¿hasta qué punto la tripulación está igualmente protegida? El concepto de torre no tripulada, entiende como uno de sus propósitos, la reducción de peso del conjunto pero, ¿no es también imperativo proteger los sistemas activos de la torre que protegen de ataques al propio conjunto? La falta de protección de un sistema no tripulado puede condicionar la capacidad de reacción ante un fuego enemigo si, estando en situación de inmovilización, la torre resulta totalmente inoperativa a causa de dicho ataque por  la ausencia de protección. Así mismo, se debe considerar la posible situación en la que la vía de escape a través de la torre pueda quedar obstaculizada a causa de los daños sufridos por esta. Podríamos pensar que la solución sería proteger la torre no tripulada en su exterior pero, sin darnos cuenta, habríamos eliminado el único concepto diferencial entre las dos que sería la reducción de peso del conjunto, ya mencionado.

No debemos olvidarnos de evaluar la necesidad según el tipo de misión. Aparte de la capacidad de combate que ofrecen ambos tipos de torres, se hace importante el rol que una torre tripulada desempeña en misiones de mantenimiento de la paz donde el escenario prevé que el operador pueda operar desde la torre en condiciones naturales permitiendo así reducir el "nivel de amenaza" percibido por los civiles pero, a la vez, operar de forma segura ya que el sistema está equipado con armas manuales externas.

Todas las capacidades y características mencionadas, ya están disponibles en la torre tripulada que está en su fase final de evaluación  en los programas tecnológicos del VCR 8x8 Dragón, y que ya ha sido probada en combate en distintos escenarios. Condición que su fabricante, Leonardo Hispania, espera que sea de vital importancia ante el cambio de escenario del Programa de serie respecto a dichos Programas Tecnológicos precedentes.

Cabe recordar que, al igual que las compañías que forman TESS Defence, Leonardo Hispania es una compañía española con trabajadores españoles y la única en España que tiene en su cartera de productos una torre tripulada de 30 mm. probada en combate, calificada contra minas y capaz de garantizar la seguridad de los soldados del Ejército de Tierra. (José Mª Navarro García)

Fotografía: La torre HITFIST 30 para el 8x8 (Leonardo Hispania)

El Demostrador D4 con la torre HITFIST (Ejército de Tierra)


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