La Compañía de Armas Contracarro, asignada al Grupo de Movilidad Anfibia del Tercio de Armada (TEAR), efectuó durante el ejercicio Gruflex-18, en el campo de maniobras y tiro de Pájara, en Fuerteventura, el lanzamiento de los diez últimos misiles TOW (Tube-launched, Optically tracked, Wire-guided) de la Armada. Así lo recoge el BIM (Boletín Informativo de Personal), uno de los medios oficiales de la Armada en su último número.
A principios de la década de los ochenta del pasado siglo llegaron al TEAR veinticuatro sistemas contracarro pesados del modelo TOW-1, lo que supuso un gran salto cualitativo en la capacidad contra-carro de la Unidad, que hasta aquellos momentos se basaba fundamentalmente en los lanzacohetes de la firma española Instalaza de 88,9 mm y en los cañones sin retroceso de 106 mm, armas no guiadas y mucho menos eficaces.
El sistema TOW, diseñado y fabricado inicialmente por la empresa norteamericana Hughes, es un arma de 100 kg de peso, que dispara desde su propio contenedor de transporte un misil BGM-71 filoguiado con seguimiento óptico, que está siendo evolucionando constantemente. Este sistema permitía al tirador dirigir el proyectil mientras mantiene al blanco fijado en el visor. El arma puede ser disparada desde un trípode o bien desde una plataforma móvil, para lo cual inicialmente se emplearon vehículos Land Rover Santana modelo 109 y, posteriormente los 4x4 norteamericanos Hummer, desde los que se han lanzado estos últimos disparos. Aparte del tubo lanzador, el sistema cuenta con un equipo digital para la guía del misil y dos visores, uno óptico para misiones diurnas y otro térmico AN/TAS-4A para situaciones con poca visibilidad. Esto permitía al TOW operar en cualquier condición climatológica, tanto de día como de noche, hasta un alcance máximo de 3.750 metros.
El misil TOW-1 pesa 22,5 kg, siendo su capacidad de perforación en acero de 600 mm, gracias a su cabeza de combate de carga hueca dotada de 3,9 kg de alto explosivo. Durante el mes de noviembre de 1993 se recibieron los dos primeros citados vehículos Hummer de su versión M-1036 porta-TOW (HTOW), que empezaron a sustituir a los Land Rover. Estos vehículos, en un número de diez, fueron los empleados por la Compañía de Armas Contracarro hasta el día de hoy, habiendo alcanzado casi veinticinco años de servicio.
Los HTOW se desplegaron por primera vez en operaciones el 8 de julio de 1996 en Bosnia- Herzegovina, donde un pelotón formó parte del BIMAR III, siendo decisivos en una de las más reseñables acciones de los infantes de Marina españoles de la última parte del siglo XX. A finales del año 2000 se adquirieron un total de veinticuatro lanzadores TOW2, fabricados por Raytheon, que sustituyeron a los anteriores TOW-1. Este nuevo sistema permitía lanzar misiles TOW-2, ya fuesen del modelo BGM-71E1 de ataque frontal o del BGM-71F de ataque en picado, el cual, según el fabricante, contaba con capacidad suficiente como para penetrar cualquier blindaje conocido hasta el momento.
Los TOW-2 pesan cinco kilogramos más los del modelo anterior (28,1 kg) y portaban dos kilos más de explosivo en una cabeza de guerra en tándem, siendo capaces de perforar hasta 800 mm de acero. El sistema de guiado del TOW-2 también se mejoró, gracias a una cámara térmica AN/TAS-4B Noctilux, con capacidad todo tiempo.
Los últimos disparos que se realizaron en la Pajara el pasado mes de noviembre, fueron de misiles de la versión BGM-71E-4B-RF, guiados por radio-frecuencia en lugar de por cable de filo-guía. En total la Compañía Contracarro del TEAR ha disparado durante sus prácticas más de seiscientos misiles TOW, a lo largo de casi cuarenta años. Con este último tiro finalizó el ciclo operativo del TOW cómo sistema de armas de la Infantería de Marina, quedando como único en servicio en este vital campo los Spike, de la firma Rafael construidos en España por parte de General Dynamics European Land Systems- Santa Bárbara Sistemas GDELS-SBS. (Julio Maíz Sanz)
Fotografía: Uno de los “Humvee” M-1036 porta-TOW (HTOW) del TEAR. (foto: Julio Maíz/defensa.com).