El Ministerio de Defensa dispondrá de 24 millones de euros para la adquisición de paracaídas para las tres ramas de las Fuerzas Armadas y 48 millones de euros para el sostenimiento de los motores Safran de los helicópteros del Ejército de Tierra y del Aire y del Espacio.
En concreto, se adquirirán paracaídas para el Ejército de Tierra, del Aire y del Espacio y la Armada por valor de 24 millones de euros y mediante un acuerdo marco de dos años de duración, prorrogable a otros dos adicionales. Así lo autorizaba el último Consejo de Ministros, compra con la que se pretende reemplazar los equipos que van caducando y posibilitar el cumplimiento de los programas operativos y de enseñanza en las Fuerzas Armadas.
Por otra parte, se pondrá en marcha otro acuerdo marco de 48 millones de euros, dos años de duración y prorrogable por otros dos, para el sostenimiento de los motores de las aeronaves de modelos Makila, Arriel y Arrius, empleados en helicópteros del Ejército de Tierra y del Aire y del Espacio. Se trata de asegurar un mantenimiento preventivo y correctivo, esto es, de revisión y reparación de motores, sus componentes y accesorios restaurando su condición de útiles y manteniendo su configuración actualizada. Asimismo, se incluye el suministro de los repuestos necesarios para mantener los motores operativos.
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Helicóptero de la familia Cougar del Ejército de Tierra (Ejército de Tierra)
El acuerdo marco, previsiblemente de varios años de duración, se refiere a tres motores fabricados por la casa francesa Turbomeca (ahora Safran Helicopter Engines) como son el Makila, el Arriel y el Arrius. El Turbomeca Makila se emplea en los helicópteros Eurocopter (ahora Airbus Helicopters) AS332 Super Puma del Ejército de Tierra (HU.21) y del Aire (HD.21 y HT.21) y en los AS532 Cougar (HT-27) del Ejército de Tierra y Ejército del Aire. Por su parte el Turbomeca Arriel lo emplea el Sikorsky S-76 (HE.24) del Ejército del Aire.
Por último, el Turbomeca Arrius lo emplean los Airbus Helicopters EC.135 (HE.26) del Ejército de Tierra y los EC.130 Colibrí (HE.25) del Ejército del Aire. Se trata de motores fabricados por Turbomeca, ahora denominada Safran Helicopter Engines, que se adjudicó por ejemplo una licitación de este tipo en 2017.
En septiembre de 2020 se puso en marcha otro programa similar a este para el Ejército de Tierra y el del Aire y del Espacio por valor de 72 millones de euros. Destacó entonces la mención a la falta de medios técnicos para ello o porque la carga de trabajo superaba la capacidad de absorción. Poco antes, se aprobó otro acuerdo marco de este tipo, concretamente para motores de aviones y helicópteros de los tres Ejércitos aduciendo falta de capacidades suficientes por falta de medios materiales, técnicos, de certificación o personales. (José Mª Navarro García)