El pasado 15 de febrero España se incorporaba formalmente al programa FCAS o Future Combat Air System o Futuro Sistema de Combate Aéreo desarrollado por Francia y Alemania. La actual ministra de Defensa española Margarita Robles firmó junto a su homólogas francesa y alemana Florence Parly y Urusla von der Leyen en la sede de la OTAN en Bruselas la Carta de Intenciones por la que España se adhiere a este programa.
Se ponía en marcha así el reemplazo futuro de los aviones de combate del Ejército del Aire, no en vano se contemplaba con una de las asignaturas pendientes que debía cubrirse en breve. Se trata de un programa vital para el futuro no sólo de la defensa sino de la tecnología y la industria española, en el que el Ministerio de Defensa estaba a la espera de recibir la respuesta oficial de Alemania y Francia, en contestación a la misiva enviada por la Robles a sus colegas, en busca de superar el mero rol de observador al que se había condenado a España.
Sin embargo, escasamente quince días después Eric Trappier, CEO de Dassault Aviation, uno de los dos pilares industriales en los que se sustenta el programa FCAS junto a Airbus alerta del peligro de incluir a socios en el programa y terminar formando una estructura como la del consorcio Eurofighter. “Si una pareja es difícil, aún lo es más un trío” afirmaba el CEO de la compañía francesa.
En una entrevista concedida al medio FlightGlobal el pasado 1 de marzo Trappier valoraba la situación actual del programa alertando de ciertos riesgos o vicios en los que no se debe dejar caer de nuevo un programa de cooperación internacional como es el FCAS.
Para Trappier existe el peligro de complicar en exceso el proyecto, por lo que cualquier socio adicional que se incorpore al programa debe hacerlo de tal forma que la estructura siga siendo “flexible y efectiva” si se quiere competir con las empresas estadounidenses. Un gran equipo de cooperación con muchos socios se parecerá demasiado al consorcio Eurofighter, por lo que se confirmaría por ejemplo el hecho de que haya solo una línea de montaje final (FAL) para los sistemas que componen en FCAS.
Aunque tras la firma de la entrada de España en el programa, la participación industrial sigue sin formalizarse, para Trappier parece claro que “Airbus será el representante de la industria española”, lo que simplificaría la gestión del proyecto y el hipotético reparto de carga de trabajo.
No se descarta la incorporación de nuevos socios al FCAS, sin embargo la gestión del programa debe hacerse como si se tratara de un único país o empresa por lo que una estructura multinacional como la del Eurofighter “no sería la más adecuada”. Airbus y Dassault Aviation deben asegurarse según Trappier, de que exista un único requisito y un único líder en términos de Estado para asegurar el control del programa.
En lo que a las características de los elementos del FCAS se refiere Trappier afirma que deberá enfrentarse a defensas aéreas cada vez más sofisticadas por lo que el FCAS tendrá que superarlas. El avión será más grande que el Rafale, lo que le dará mayor alcance y deberá poder operar desde portaviones.
Características del programa
El FCAS es un diseño franco alemán que contempla el diseño de una aeronave de combate de sexta generación con elevada versatilidad, adaptado a las amenazas aéreas actuales y futuras, capaz de explotar el potencial de la inteligencia artificial y con medios de combate capaces de trabajar en red, incluyendo aeronaves no tripuladas o RPAS de diferentes tipos.
El sistema de armas de nueva generación que se ha planificado consistirá en un avión de combate de nueva generación tripulado y de altas prestaciones, acompañado por un conjunto de armas nuevas y actualizadas y por un conjunto de sistemas no tripulados interconectados, todo ello integrado en una arquitectura de sistema de sistemas. El estudio de concepto conjunto se basa en el documento de requisitos operativos comunes de alto nivel firmado en el Salón Aeronáutico ILA de Berlín en abril de 2018 entre las ministras de Defensa de Francia y Alemania, y en estudios de concepto de las dos naciones.
El lanzamiento del JCS fue anunciado por la ministra francesa de Defensa, Florence Parly, y por su homóloga alemana, Ursula von der Leyen, en una reunión celebrada en París el año pasado. La decisión de ambos países representa un hito para asegurar la soberanía y el liderazgo tecnológico de Europa en el sector de la aviación militar durante las próximas décadas. La fecha de inicio del estudio de dos años de duración será el 20 de febrero de 2019, siendo Airbus y Dassault los responsables de desarrollar esta solución. (José Mª Navarro García)
Fotografía: Eric Trappier, CEO de Dassault Aviation (Dassault Aviation)