Los bombarderos estratégicos de la USAF y la nueva vida del B-52
Revista Defensa nº 489, enero 2019
Juan Pons, 12 de enero de 2019
Los planes del Pentágono son jubilar en la década de 2030 los bombardeos B-1B “Lancer” y los invisibles B-2 “Spirit”, incorporar los nuevos B-21 con avanzadas tecnologías furtivas (stealth) y modernizar y mantener en servicio hasta 2050 a los veteranos B-52H. Estados Unidos cuenta con la mayor flota de bombarderos estratégicos del mundo. Su parque actual de aeronaves está integrado por tres modelos distintos, al que dentro de unos diez años se sumarán los primeros aparatos de un cuarto diseño, que ahora se encuentra en desarrollo por Northrop Grumman bajo el mayor de los secretos. En total la USAF dispone de un parque de 157 aparatos, de los cuales 62 son bombarderos Boeing B-1B Lancer ‒que entraron en servicio en 1986‒ y 20 B-2 Spirit dotados con tecnologías indetectables o stealth, que datan de finales de los años noventa.
La lista se completa con 75 veteranos B-52H Stratofortress, versión que data de mayo de 1961, aunque las primeras versiones fabricadas se remontan a 1955, nada menos que durante el mandato del presidente Dwight D. Eisenhower. Desde hace bastantes años, la USAF viene mostrando su preocupación por los altos costes que le supone mantener en servicio una flota tan numerosa y variada, especialmente cuando las circunstancias geoestratégicas han sufrido un gran cambio en la última década.
El resultado de sus estudios ha concluido con el documento Bomber Vector, un análisis pormenorizado que impulsa la puesta en práctica de un conjunto de medidas que, en un primer momento, llaman la atención: desprenderse de forma...
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