La estructurada organización de las Fuerzas Especiales de Italia
Revista Defensa nº 395, marzo 2011
Vicenzo E. Laganá, 2 de junio de 2018
Al unísono con otras Fuerzas Armadas de la OTAN, también las italianas en los últimos años han cambiado radicalmente su estructura organizativa y operativa para afrontar las nuevas amenazas. De hecho, los nuevos escenarios posteriores a la Guerra Fría no preveen más como realista e inminente un ataque masivo proveniente de un país extranjero como en el pasado, sino más bien una amenaza asimétrica constituida preferentemente por grupos terroristas, además de la necesidad de desarrollar misiones de mantenimiento y consecución de la paz.
Para hacer frente a las nuevas necesidades, las Fuerzas Armadas italianas en el curso de los años noventa fueron fuertemente reestructuradas, pasando a ser numéricamente menos consistentes con respecto al pasado, pero mucho más eficientes y constituidas completamente por profesionales. En este contexto han asumido la siempre una buena consideración las fuerzas especiales, que, por toda una serie de motivos de carácter histórico, político y militar, no tuvieron el justo peso en este país durante todo el largo periodo de la guerra fría. En aquellos tiempos, la amenaza para Italia la representaban principalmente las grandes y temibles unidades acorazadas del Pacto de Varsovia, por lo que los esfuerzos se concentraban en contrarrestar este peligro. Por tanto, las fuerzas especiales durante mucho tiempo no fueron consideradas como una prioridad y se relegaron a un papel secundario y de poca consideración.
La situación cambió a principios de los años noventa, con el comienzo de la reestructuración de las Fuerzas Armadas italianas y con el contemporáneo siempre mayor empleo de operaciones...
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