Las Fuerzas Armadas españolas apuestan por los RPAS
FONDO DOCUMENTAL
El teniente Cordón, en un puesto avanzado de combate COP (Combat Outpost), da las últimas instrucciones a sus subordinados para que se preparen para iniciar una marcha de reconocimiento a bordo de vehículos blindados 4x4 RG-31. A la vez que ellos inician su progresión, otro grupo de militares lleva desde el orto trabajando no muy lejos de allí. Han preparado un “Searcher MK III” y lo volaron siguiendo una ruta prefijada, comparando las imágenes observadas con otras de días anteriores. Mientras los blindados progresan, son acompañados desde el aire por la aeronave que, moviéndose en avanzada, busca cualquier indicio de amenaza para avisar al convoy de la presencia de hostiles. Los militares por tierra llegan a su destino sin incidentes y el avión se repliega sobre el punto de partida.
Estas líneas reflejan una realidad en la que se vieron envueltas las tropas españolas operando en Afganistán, un espacio en el que eran frecuentemente hostigados por grupos de talibanes y de terroristas armados. La amenaza contrastada llevó a adquirir y desplegar con urgencia allí el sistema PASI (Plataforma Autónoma Sensorizada de Inteligencia), que fue especialmente útil para observar movimientos del adversario y facilitar su neutralización con la máxima eficacia. Aquel escenario, como otros internacionales donde hoy despliegan las Fuerzas Armadas (FFAA) españolas, ha requerido del uso de sistemas aéreos controlados a distancia o moviéndose por rutas prefijadas, los inicialmente conocidos como UAV (Unmmaned Aerial Vehicle) y luego agrupados bajo la designación militar de RPAS (Remotely Piloted Aircraft System) y UAS...
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