Fusiles de asalto occidentales: La inteligencia técnica
Revista Defensa nº 121, mayo 1988, Miguel E. Manzo Sal
Miguel E. Manzo Sal, 19 de octubre de 2016
La aparición del primer cartucho denominado “intermedio”, desarrollado en Alemania como consecuencia de un requerimiento formulado en la década de los 30 por un organismo de su Ejército, permitió el posterior nacimiento, tras su homologación oficial en 1938 como cartucho reglamentario de dicho país, de una nueva arma automática portátil del género fusil; revolucionario material de combate que al final de la Segunda Guerra Mundial hizo su irrupción triunfal en la historia militar contemporánea.
Ese proyecto, que tras muchas vicisitudes logra plasmar acertadamente el binomio arma/munición, cristaliza en su última versión del año 1944 en el famoso StG 44; conjunto patrón que permitió pautar las bases de una nueva familia de armas automáticas bajo la designación genérica de fusiles de asalto. En consecuencia, esta familia, en su origen, es el resultado de las prestaciones balísticas y operativas de tan singular cartucho. Asimismo, y como una consecuencia de esta acertada formulación, se manifiesta en los actuales desarrollos de armas, que con la adopción de diferentes calibres, tratan de igualar o mejorar aquellos parámetros de efectos y funcionalidad mediante nuevas opciones. Es lo que se puede apreciar a través de los distintos ejemplares que conforman el variado arsenal mundial en uso. foto: Versión británica del FAL utilizado, en este caso, en las crispadas calles de Belfast. El acierto operativo que tipificó el conjunto arma/cartucho fue tan exitoso que, por su gran aceptación, se generalizó en las cruentas y múltiples luchas de posguerra que desde 1945 azotan el Planeta. Y es su uso masivo...
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