Versión navalizada del Eurofighter, India fue la última esperanza
Revista Defensa nº 408, Mayo 2012
Alberto García Pérez, 22 de mayo de 2018
A principios de los años setenta, tres naciones (Gran Bretaña, Francia y Alemania) comenzaron conversaciones para desarrollar conjuntamente un nuevo avión de combate europeo. Los requisitos operativos eran obviamente distintos para cada país. El Reino Unido abogaba por una aeronave multifunción que sustituyera a sus F-4 “Phantom” y al SEPECAT “Jaguar” a partir de 1987. Los galos, por su parte, buscaban desarrollar un modelo pequeño que pudiera ser transportado en sus portaviones y capaz de realizar ataques a tierra, para que sustituyera al “Jaguar”, aunque sin que entrara en competencia con su programa “Mirage”, pidiendo que la fecha de entrada en servicio no fuera antes de 1991 por motivos de presupuesto. Por último, Alemania demandaba un modelo de superioridad aérea que reemplazara a sus “Phantom”, no mostrando mucho interés por la capacidad de ataque.
En 1979, la británica British Aerospace (BAe) y la germana MBB lanzaron una propuesta a sus respectivos gobiernos para la construcción de un avión de combate europeo ECF (European Combat Fighter). Sin embargo, la falta de presupuesto hizo que el programa no llegara a buen puerto. Este fracaso hizo que las principales empresas fabricantes del Viejo Continente se dedicaran a desarrollar sus propias líneas de investigación. BAe comenzó así el diseño del P110, un avión bimotor con planos canard y ala en delta, con tomas de motores situadas a los lados, una configuración muy parecida al F-14 Tomcat. Los alemanes comenzaron con un proyecto similar, que denominaron TFK-90, pero con configuración de toma de motor en...
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