La multinacional aeronáutica estadounidense Boeing ha anunciado en un comunicado el final de la fabricación en 2025 del mítico avión de combate F/A-18 en el marco de la reorganización de su negocio de Defensa.
Boeing calcula que la producción actual del F/A-18 Super Hornet concluirá previsiblemente en 2025 con la entrega de los últimos aviones de combate a la Marina de los Estados Unidos, a la espera de un cliente internacional que pudiera realizar algún nuevo pedido del Super Hornet, caso en el que el plazo se alargaría hasta 2027.
Boeing anuncia así el fin de producción de un avión como el F/A-18 que comenzó en 1983 y del que se han entregado más de 2.000 aparatos entre Hornets, Super Hornets y Growlers de ataque electrónico a clientes de Estados Unidos, Australia, Canadá, Finlandia, Kuwait, Malasia, España y Suiza.
La compañía ha emitido una nota de prensa en la que anuncia la reorganización de sus actividades en defensa en torno a nuevos segmentos y nuevas inversiones centradas en otros productos. En este marco confirma inversiones y contrataciones en su planta de St. Louis, donde actualmente se ensambla el Super Hornet, confirmando que solo el año pasado se contrataron ahí 900 personas.
El portaviones USS “Dwight D. Eisenhower” con gran número de Hornets en cubierta (U.S. Navy)
El vicepresidente de Boeing Air Domimance Steve Nordlund afirmó que la compañía “está planificando su futuro y la construcción de aviones de combate está en nuestro ADN” y que “a medida que invertimos y desarrollamos la próxima era de capacidades, estamos aplicando la misma innovación y experiencia que hicieron del F/A-18 un caballo de batalla para la Marina de los Estados Unidos y fuerzas aéreas de todo el mundo durante casi 40 años”.
La finalización de la producción del F/A-18 permitirá a Boeing redirigir recursos a futuros programas de aeronaves militares tripuladas y no tripuladas. Solo en St. Louis se están construyendo nuevas instalaciones para la producción del UAV MQ-25 además del Centro de Fabricación de Compuestos Avanzados en Arizona.
También se aumentará la producción de nuevos programas de defensa críticos como el avión de entrenamiento de última generación T-7A Red Hawk o el avión no tripulado para reabastecimiento en vuelo MQ-25 Stingray, además de nuevos componentes para los aviones de combate F-15EX Eagle II o el comercial 777X.
Boeing también se centrará en trabajos de modernización y actualización de la flota actual de F/A-18 Super Hornet y EA-18G Growler. En ese sentido destaca el programa de modernización de los Super Hornet a la versión Block III y las actualizaciones continuadas de las capacidades de ataque electrónico del Growler. (José Mª Navarro García)