Boeing comenzará a fabricar el MQ-25 Stingray. el primer avión no tripulado embarcado en portaviones que se encargue del reabastecimiento en vuelo de los aviones de combate y de vigilancia embarcada de la Marina estadounidense.
El mando de Sistemas Aéreos de la Marina estadounidense ha encargado a Boeing un contrato por valor de 47,4 millones de dólares para la fabricación y entrega del lote 1 de baja cadencia del avión no tripulado de reabastecimiento en vuelo MQ-25 Stingray.
El Stingray será el primer avión no tripulado embarcado que proporcionará reabastecimiento en vuelo a los aviones embarcados, con una misión secundaria de inteligencia, vigilancia y reconocimiento (ISR) para los Grupos de Combate de Portaviones (Carrier Strike Group o CSG).
El Stingray con uno de los boom de reabastecimiento bajo sus alas (Boeing)
Recordemos que hizo su primer vuelo en 2019, reabasteció por primera vez a un avión de combate en julio del año pasado y a un avión de alerta aérea embarcada en agosto de ese mismo mes. El MQ-25 será desplegado a través de las catapultas del portaviones y tomará en cubierta aprovechando los sistemas de frenado que emplean el resto de aviones.
En 2018 Boeing se adjudicó la fabricación de esta aeronave, con su propuesta basada en el Phantom Ray tras competir con General Atomics Aeronautical Systems Inc. (GA-ASI) con el Sea Avenger, Lockheed Martin con el Sea Ghost y Northrop Grumman con una versión del X-47B (propuesta que retiró tras conocer los requerimientos finales). Scaled Composites (del grupo Northrop Grumman), presentó el año pasado el denominado Model 401 que sirvió de base para su propuesta para este mismo programa.
Los planes de la U.S. Navy
Uno de los principales objetivos de la Navy era optimizar el uso de los aviones de combate empleados actualmente para esas tareas de reabastecimiento en vuelo. El Stingray está listo para operar en los portaviones clase Ford y Nimitz tan pronto se vayan iniciando las entregas.
De esta manera no solo se ampliará el radio de acción de los aviones de combate sino que se podrá optimizar su empleo en las operaciones aéreas que protagonizan desde estos portaviones desplegados por medio mundo.
La U.S. Navy tenía planeado comenzar a reemplazar los aviones tripulados con el primer escuadrón de Stingrays (VUQ-10) a finales de este año, seguidos por otros dos escuadrones más que se desplegarán en los portaviones de la Marina estadounidense.
El Stingray operará desde la catapulta de los portaviones, aterrizando como otros aviones (Boeing)
Su llegada permitirá que los aviones de alerta aérea embarcada E-2 puedan operar más lejos y durante más tiempo, permitiendo la gestión integral del campo de batalla durante períodos prolongados de tiempo.
El objetivo según la Marina Estadounidense es ampliar el alcance de los aviones de ataque F/A-18E/F Super Hornet de los 830 a los 1.300 km. por lo que el Stingray deberá poder transportar 6.800 kg. de combustible y suministrarlo a cuatro o seis aviones a una distancia de 930 km. El sistema de reabastecimiento se basaría en el empleo de un contenedor dotado de manguera y cesta de los denominados “buddy”. (José Mª Navarro García)