El precio del avión de combate F-35 de Lockheed Martin podría considerarse un indicador en cierta medida de la salud del programa y de su fabricante. Si el año pasado anunciábamos que el precio unitario de un F-35A (la versión de despegue y aterrizaje convencional) estaba en torno a los 80 millones de dólares, a comienzos de este se informaba de haber rebajado esta cifra. Sin embargo ahora esta cifra podría incrementarse no por la situación del programa, sino por los efectos de la pandemia del COVID-19.
Y es que la cadena de producción de este avión está viéndose afectada por la situación que vive Estados Unidos, país que registra las mayores tasa de fallecidos y afectados. La situación ha sido reconocida recientemente por la Fuerza Aérea estadounidense, el principal cliente del avión, que reconoce que es probable que se produzcan retrasos en el programa.
El F-35 es un programa de fabricación liderado por Lockheed Martin, que tiene una grandísima cadena de proveedores repartidas por Estados Unidos y por todo el mundo, principalmente por los acuerdos de fabricación con los socios internacionales, algunos también afectados por el COVID-19. Se estarían produciendo ya cuellos de botella en la fabricación por el retraso en la entrega de ciertos equipos y la progresión el virus en Estados Unidos no augura que la situación se vaya a contener a corto o medio plazo.
Ya hace un mes se conocieron importantes datos sobre esta situación, cuando la propia Lockheed Martin reconoció que esperaba retrasos en el F-35 “de dos a tres meses”. Esperaban que cuando la situación mejorara se pudiera incrementar el ritmo de producción y recuperar el tiempo perdido, pero no antes del final de año. Se espera cumplir el objetivo de entregar 141 aparatos este año pero los retrasos podrían afectar al menos a 18 o 24 aparatos.
La situación está generalizada en Estados Unidos donde el Departamento de Defensa ha calculado que entre el 15 de marzo y el 15 de junio las empresas contratistas de defensa han incurrido en sobrecostes de 11.000 millones de dólares derivados del COVID-19.
Por ello, a mediados del mes pasado se puso en marcha una iniciativa de la Casa Blanca y los representantes republicanos en el Senado para establecer un mecanismo de ayuda al sector del que se hizo eco el diario The New York Times en el que se planteaban ayudas de 21.000 millones de dólares para el sector de Defensa. Dentro de este borrador se incluirían 11.000 millones en pagos a contratistas bajo la Sección 3610 de la Ley de Ayuda Alivio y Seguridad Económica por el COVID-19 que permite a los contratistas pedir el reembolso de los gastos relacionados con la pandemia. De estos, al menos 1.000 millones recaerían en Lockheed Martin. (José Mª Navarro García)
Fotografía: Cadena de montaje del F-35 (Lockheed Martin)