La pasada semana el Ministerio de Defensa de Israel formalizaba la adquisición de los 17 aviones de combate F-35 de los que hablamos en noviembre del año pasado. Lo interesante ahora no es tanto la confirmación de que la Fuerza Aérea de Israel dispondrá de 50 de estos aparatos adaptados a sus necesidades como F-35I “Adir”, sino que el precio al que han adquirido este último lote ha bajado de los 100 millones de dólares.
La delegación del Ministerio de Defensa de Israel firmó el acuerdo en Estados Unidos con el director del programa Joint Strike Fighter (JSF) tras la aprobación correspondiente por parte del Gobierno israelí. Según ha informado esta delegación, el precio negociado por el gestor estadounidense para este lote ha bajado por debajo del precio medio de 100 millones de dólares. Israel había encargado hasta ahora 33 aparatos, los 19 primeros a un precio unitario de 125 millones de dólares y los 14 del segundo por 112 millones, muy por encima del objetivo de Lockheed Martin de alcanzar los 80 millones de dólares, coincidiendo con las críticas del presidente estadounidense Donald Trump al programa, a través de las redes sociales.
Hay que recordar en cualquier caso que estos precios se refieren a los aparatos sin tener en cuenta el coste del apoyo logístico asociado a su vida útil y el motor, una parte esencial en términos económicos de cada aeronave, lo que duplica el precio real del avión en cada programa de adquisición.
No en vano, los últimos análisis detallados cifran el coste de cada aparato en más de 206 millones de dólares, datos que analizamos en junio. Sirva recordar que las cifras del último lote conocido, el Lote Inicial de Producción de Baja Cadencia (Low-Rate Initial Production Lot o LRIP) número 9 ofrece un valor medio por aeronave de 206,3 millones de dólares, incluyendo motores y modificaciones.
Los datos coinciden con los ofrecidos por la Oficina Conjunta del Programa (Joint Program Office o JPO), que incluso reconoce que el precio promedio de cada F-35 (hace un cálculo promediando las tres versiones) ha subido 7,63 millones por unidad entre lotes de 2012 y 2017. Solo el F-35A en el que está basado el “Adir” israelí, ha visto caer su precio en 3 millones de dólares por aeronave ya que es el que se está vendiendo en mayor número y porque las otras dos versiones resultan más caras.
Otro debate aparte es que Estados Unidos se pueda permitir bajar el precio de los aviones que vende a Israel puesto que en parte se compensan así las ayudas que el Gobierno estadounidense concede a Israel y que condicionan en gran medida las adquisiciones de equipo militar israelí, sobre todo en el caso de plataformas principales. A través de los programas Foreign Military Sales en muchas ocasiones las adquisiciones de equipo estadounidense resultan más baratas que los competidores israelíes, lo que explica que parte de algunos sistemas desarrollados en Israel sean parcialmente fabricados en Estados Unidos o se alcancen acuerdos con empresas estadounidenses, solo para acceder a este canal privilegiado de financiación.
Inaccesible para España
En especial la F-35B con que podría dotar la Armada española a la Flotilla de Aeronaves tiene el mayor coste de los tres por sus especificaciones técnicas y el menor número de pedidos. En cualquier caso, el F-35 no es la única opción que se plantea el Ministerio de Defensa para renovar los medios con que cuenta el Ejército del Aire y la Armada, como reconoció el Secretario de Estado de Defensa (SEDEF) Agustín Conde durante su visita al Paris Air Show. Conde se manifestó en la línea habitual defendiendo las iniciativas europeas como la evolución del Eurofighter Typhoon o los programas europeos que ya hemos analizado en defensa.com.
Sin embargo con ninguno de los aviones planteados se podría mantener la capacidad embarcada que actualmente ofrecen los AV-8B Harrier Plus en el Buque de Proyección Estratégica Juan Carlos I de la Armada, sustitución que hemos analizado reiteradamente en defensa.com (José Mª Navarro García)
Fotografía: Los tres F-35I adicionales llegados a Israel (IAF)