El Ejército Mexicano comenzará a recibir en los próximos días un primer paquete de piezas de blindaje, carrocería, sistemas y componentes balísticos y no balísticos, así como materiales avanzados para armar un lote de 20 vehículos tácticos con los que busca reforzar su papel en el combate a la delincuencia organizada.
Los materiales que confirman los kits están contemplados en el contrato 07-F0139/2018, el cual ampara la adjudicación directa que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) le dio a la empresa IBN Industrias Militares el pasado mes de julio para consolidar el proyecto con el que el Ejército Mexicano iniciará una nueva etapa en la fabricación de unidades tácticas avanzadas.
Mediante un acuerdo de colaboración entre la Sedena e IBN que tendrá un costo final de 6 millones 496 mil dólares (alrededor de 5 millones 649 mil 652 euros) por transferencia de tecnología, asesoría y abasto de materiales, el Ejército Mexicano podrá armar en su planta de la Industria Militar vehículos tácticos con capacidades superiores a los que sus ingenieros diseñaron en 2011 a partir de los SandCat que la secretaría adquirió entre 2010 y 2012 para apoyar a sus Fuerzas Especiales en el combate al narcotráfico.
Los blindados diseñados por los ingenieros militares mexicanos fueron los DN-XI, unidades basadas íntegramente en los SandCat introducidos al mercado nacional por la firma mexicana Blindajes Epel (asociada en 2010 con el consorcio norteamericano Oshkosh Defense).
Blindajes Epel le vendió a la Sedena dos paquetes del blindado ligero SandCat (170 unidades en 2010 y 76 en 2012) que se popularizó rápidamente entre varias fuerzas policiacas del país mientras la Defensa Nacional llevaba adelante el proyecto DN-XI.
En 2012, año en el que la Sedena dejó de adquirir los SandCat de Epel, la secretaría anunció el proyecto para fabricar los DN-XI, adelantando que la meta inicial era la de producir un primer lote de 100 unidades. Sin embargo, sus ingenieros militares solo lograron fabricar 12 vehículos que en realidad fueron prototipos distribuidos en varias zonas militares para someterlos a diversas pruebas.
Ya en el actual gobierno, con un presupuesto más elevado, la Defensa Nacional consiguió fabricar 50 unidades del DN-XI, aunque se trató de vehículos que presentaban diversas limitaciones operativas, entre ellas su peso por el blindaje voluminoso, su baja velocidad, el ensamble con soldadura, su capacidad de transporte de personal y los costos de producción.
Esos problemas parecen haberse resuelto con la adjudicación hecha a IBN Industria Militares, empresa mexicana filial de la Israelita Plasan Military Industries, la cual suministrará la tecnología y el apoyo de personal experto requerido por la Sedena para cristalizar el proyecto.
De acuerdo con los documentos de la adjudicación directa, la Sedena pidió a IBN Industrias Militares un modelo de blindado ligero 4x4 para operar sobre un chasis Ford F-550 con motor a diésel, con un peso bruto de 8,850 kilogramos, una capacidad de carga útil de 1,200 kilogramos, un peso sin carga de 7,650 kilogramos, una distancia de 3,575 milímetros entre ejes, una altura de 2,310 milímetros sin torreta, un ancho de 2,201 milímetros y una longitud total de 6,092 milímetros.
Un punto central exigido por la secretaría es que el kit de armado contenga piezas sin soldadura. “El blindaje modular deberá ser atornillable, de forma que permita el reemplazo de una pieza de blindaje individual a nivel de taller, usando solo bulones (sin soldadura)”, se señala en las especificaciones de la Ensambladora Militar de la Sedena.
El kit del modelo a entregar deberá estar acompañado de siete documentos entre los que destacan el certificado de calibración y pruebas de laboratorio para la operación del vehículo, el certificado de la Norma ISO 9001:2008 sobre diseño y manufactura de blindaje ligero con materiales Composites para protección personal, el número en el catálogo de la OTAN que debe tener la empresa fabricante, así como el certificado de garantía de calidad del blindaje opaco por 10 años y el transparente según la póliza del fabricante del vidrio blindado.
Además, la Sedena hizo una lista de requerimientos a cumplir por temas modulares: 2 sobre Atributos del bien (el vehículo), 11 sobre Páneles balísticos, 12 sobre Componentes y Accesorios No Balísticos y 38 sobre Aspectos complementarios.
Se solicitaron también tres troneras en los kits de armado, paredes de fuego para la parrilla, cofre y componentes vitales del motor. Las paredes de fuego deben resistir disparos de munición calibre 0.50, con BO de núcleo de acero.
El blindaje transparente debe ser capaz de detener disparos de armas calibre 0.50, granada personal, DM51, 7.62x51mm, además de resistir proyectiles que alcancen una velocidad de 895 metros sobre segundo.
Este aspecto es importante ya que el blindaje del kit se le entregará a la Sedena está diseñado para resistir impactos de proyectiles que viajen a 910 metros sobre segundo.
De acuerdo con el cronograma de la Sedena, los kits completos deberán ser entregados a partir del mes de noviembre para su ensamble antes de que termine el año. (Jorge Alejandro Medellín, corresponsal e Gripo Edefa en Mexico)