El lamentable accidente del gran avión de transporte militar táctico A400M ha puesto en la picota informativa, con gran escarnio en determinados medios, el futuro del mayor programa aeronáutico europeo, queriendo hilarse, de manera sin duda desafortunada y carente de cualquier lógica, el terrible suceso con los cambios estructurales en el organigrama de la dirección del programa que Airbus DS acometía recientemente. Cualquier vinculación con los retrasos en las entregas y el sobrecosto que efectivamente han afectado al programa, como por otra parte ha ocurrido históricamente en todo el mundo con proyectos de esta índole, con el siniestro del aparato que hubiera sido entregado a la Fuerza Aérea de Turquía, no responde a ningún criterio más que al de buscar titulares de impacto y querer negar lo innegable: la demostrada capacidad del gran referente aeronáutico internacional, en lo civil y lo militar, que es el Grupo Airbus.
La comisión de investigación, formada por los ministerios de Fomento y Defensa españoles, que cuenta con todo el apoyo del fabricante, ha de encaminarse con celeridad a determinar las causas del accidente y poner fin a la retirada temporal de la licencia para efectuar vuelos a los A400M que se encuentran actualmente en fase de producción y pruebas de vuelo previas a entregas a clientes. La decisión, que responde a lógicas razones de seguridad, tendrá el consecuente y todavía no cifrable impacto en las entregas programadas, un cronograma que ya se encontraba afectado por cuestiones de diversa índole antes del siniestro del aparato número 023 de construcción.
Esta retirada de licencia no está afectando a los aviones que el fabricante tiene para sus propios ensayos de vuelo y, tal como informaba el propio jefe de la División Military Aircraft de Airbus Defense and Space, el español Fernando Alonso, la fase de vuelos de pruebas del avión de transporte A400M continúa según lo previsto. España, que acoge en Sevilla la Línea de Ensamblaje Final (FAL) de estos aparatos, hoy con 20 aviones en ella, habría de ser el primer país interesado en que el procedimiento de investigación llegue cuanto antes a buen puerto, contribuyendo a apuntalar la confianza en un programa que ni puede ni debe perderse.
Airbus DS hacía público recientemente la emisión de un comunicado de alerta AOT (Alert Operator Transmission) a los actuales operadores del A400M para que realicen comprobaciones únicas y específicas de las unidades de control electrónicas ECU en cada uno de los motores del avión antes de cualquier vuelo. Pese a la expresa indicación por parte del fabricante de que tal alerta se emitía independientemente de la investigación oficial en marcha, la vinculación de este posible fallo con el accidente ha sido inmediata. Reflejo de la múltiple implicación de la industria europea en el programa, la ECU y el sistema de control digital redundante FADEC (Full Authority Digital Control) de los motores TP400-D6 son suministrados por la empresa Hispano Suiza, del grupo francés Safran, que seleccionó en 2005 al fabricante británico BAE Systems para el desarrollo del FADEC del motor.