El Gobierno de Chile ha prohibido la participación de la industria de defensa de Israel en FIDAE 2024. La medida cancela así la presencia de grandes compañías que han sido parte activa en la muestra durante décadas.
FIDAE, un sello que trasciende la región, punta de lanza en el Cono Sur, estímulo para crear otros eventos hermanos a lo largo del continente (LAAD, SITDEF, EXPODEFENSA… ) se ve enfrentado a la miopía política del momento, al oportunismo y a los impulsos autodestructivos del gobernante de turno.
Israel ha sido no sólo un socio leal de las Fuerzas de Defensa y Seguridad chilenas (basta solo sobrevolar la historia de los F-5, aún los más modernos del mundo, o la presencia de los UAV Hermes, sin mucho esfuerzo adicional, para atestiguarlo), sino un asociado desde la primera hora a la FIDAE y una periódica fuente de atracción a la feria.
Su profusa, amplísima, presencia en FIDAE es ya una institución. Nombres como Elbit, Rafael IAI, Elta, Meprolight, Israel Shipyards, Avon, Xaver, IWI, IMI y muchos más rivalizaban respecto a sus stands y a sus propuestas, o a su participación en seminarios o mesas redondas paralelas al evento, habitualmente con lleno total, como sus conferencias de prensa.
Muchas de ellas se han asociado con los años con empresas locales, como las brasileñas, creciendo conjuntamente y favoreciendo el desarrollo tecnológico en la región, AEL y Ares, junto a Elbit, Stefanini Rafael, en Ciberseguridad, Iacit (trabajando con Elta en radares OTH), Aviônics Service, con IAI, Gespi y Rafael.....El protagonismo de Elta y Elbit en el F-5M, el rol de la ya brasileña AEL en el Súper Tucano, en el KC-390 o en el Gripen NG son hitos técnicos y académicos que han sido presentados en sucesivas FIDAE.
¿Todo esto no pesa en la balanza del sentido común?
Los disfraces del oportunismo político, travistiendo esta loca y nada meditada decisión en aras del humanitarismo, son discutibles, a otros, como a China, se les presta pleno apoyo, en tanto se olvidan y no conmueven los constantes ataques crónicos de Hezbollah, Hamas o Yihad a Israel, los responsables del salvaje ataque del 7 de octubre a Israel sabían bien lo que vendría después, a qué exponían a su propio pueblo. Les compensó sacrificarlos.
Antisemitismo, junto a buenas dosis de antimilitarismo inmaduro nos traen a este punto peligroso en buena parte de América latina.
Harían mejor las autoridades chilenas en preocuparse de las hordas bolivarianas que incendian sus hermosos bosques o de los desmanes policiales del Sebin venezolano en Santiago, que en expulsar a sus amigos de un evento que ayudaron a crecer. ¿A quién le tocará mañana? Chile pierde, Boric lo sabe. No le importa. (Javier Bonilla)