La Fuerza Aérea estadounidense ha divulgado varias imágenes creadas por ordenador del que será su nuevo bombardero estratégico furtivo, el B-21 Raider que será construido por la compañía Northrop Grumman. Precisamente el constructor es el que ha suministrado las tres imágenes en las que se ilustra al futuro bombardero en tres ubicaciones distintas, siendo las primeras representaciones gráficas de este aparato publicadas desde que se anunció el programa en 2015.
En una de ellas se recrea el aspecto del avión en el hangar de la base de la Fuerza Aérea en Ellsworth, Dakota del Sur, otra está ambientada en la base aérea de Whiteman en Misuri, mientras que la última corresponde a uno de los hangares de la base aérea de Dyess, en Texas. Se trata las tres bases donde se espera se despliegue este nuevo aparato y que en la actualidad acogen aparatos que serán relevados por este como el B-2 Spirit y el B-1 Lancer. Según se anunció el año pasado la primera base donde se desplegará el Raider será la base aérea De Ellsworth dadas las instalaciones disponibles para desplegarlo con menor número de modificaciones necesarias y poder realizar misiones con el menor coste posible.
Un nuevo bombardero
El programa de bombardero estratégico B-21 Raider de la Fuerza Aérea Estadounidense superó a finales de noviembre de 2018 la Revisión Crítica de Diseño (CDR), una fase crítica en el programa previa al inicio de la construcción del primer avión de pruebas. Pasar la CDR supone que el diseño del avión se considera maduro y se han reducido los riesgos previos a iniciar la construcción y la campaña de vuelos de pruebas.
La propuesta de Northrop Grumman fue elegida en 2015 y en tres años ha alcanzado un elevado grado de madurez, después de que en abril de 2018 superara la Revisión de Diseño Preliminar. Se trata del primer programa de bombarderos de la Fuerza Aérea Estadounidense en 30 años, destinado a reemplazar a los veteranísimos B-52 Stratofortress y a los más modernos B-1 Lancer y B-2 Spirit.
El B-21 será un bombardero de largo radio de acción, con un alto grado de supervivencia y con capacidad para penetrar en entornos del tipo Anti-Access/Area Denial (A2/AD) de elevada complejidad. Inicialmente se esperaba que el avión obtuviera la capacidad operativa inicial a mediados de 2020 hito que parece muy complicado cumplir.
Las cifras del programa son astronómicas, con un coste unitario superior a los 500 millones de dólares, un contrato inicial de desarrollo de 23.000 millones de dólares y un encargo de hasta 100 aparatos valorados en 50.000 millones de dólares. (José Mª Navarro García)
Fotografía: El Raider en Ellsworth (USAF)
El Raider en Whiteman (USAF)
El Raider en Dyess (USAF)