El Ministerio de Defensa alemán parece apostar definitivamente por el avión de patrulla marítima norteamericano Boeing P-8A Poseidón en detrimento de un posible desarrollo europeo con Francia, el denominado MAWS.
El Ministerio de Defensa de Alemania o Bundeswehr anunció así el 17 de noviembre que ha encargado 3 unidades más de estos medios de patrulla marítima o Maritime Patrol Aircraft (MPA) y antisubmarinos, lo que elevará la flota total de P-8A encargada para su Aviación Naval o Marineflieger a 8 unidades, estando cifrado el valor total de la ampliación en 1.100 millones de euros.
A principios de noviembre del pasado año ya se especulaba que Berlín había solicitado una modificación de la operación inicial de venta militar extranjera o Foreign Military Sales (FMS) aprobada en 2021 por Washington para adquirir 5 aviones P-8A Poseidón por 1.770 millones de dólares (1.621 millones de euros), cuyas entregas comenzarían en 2024.
Con los 3 aviones adicionales, la Aviación Naval alemana podrá reemplazar su actual flota de aviones MPA turbohélices Lockheed P-3C Orión uno por uno, y con un medio de muy superiores capacidades, de ahí su designación internacional como Multimission Maritime Aircraft (MMA).
Esta flota de Orión, que Alemania había adquirido de segunda mano a los Países Bajos en 2006, se enfrentó con los años a problemas de disponibilidad y obsolescencia cada vez mayores. La intención original era que estos aviones de patrulla marítima se sometieran a una extensión de vida útil que hubiera incluido el cambio de los planos, por lo que la flota podría haber estado en servicio la próxima década. Como sustituto se planeó un programa de colaboración con Francia denominado Sistema Aéreo de Guerra Naval o Maritime Airborne Warfare System (MAWS), basado en el Airbus A320neo, que además de reemplazar a los P-3C alemanes sirviese para relevar a los Breguet Atlantique ATL2 MPA de la Marine Nationale de Francia.
Pero el esfuerzo común franco-alemán sufrió una grave ruptura cuando el intento alemán de prolongar la vida útil de sus P-3C fracasó por motivos técnicos, a lo que se unió la necesidad imperiosa de Berlín de contar con un medio MPA para mantener sus compromisos con la OTAN y la UE, en misiones como las de antipiratería frente a Somalia y las anteriores de patrulla en el Mediterráneo central frente a las costas de Libia.
Así, surgió la compra de esos 5 Poseidón iniciales, decisión que Berlín vendió ante París como una solución "provisional" hasta que el MAWS estuviera operativo y proporcionara a la Marineflieger una flota de una docena de aparatos MPA, el número a los que aspiraba esta fuerza aeronaval.
Un impulso para comprar hasta 7 P-8 Poseidón más para Alemania volvió a cobrar fuerza a corto plazo en 2022, con la invasión rusa de Ucrania. Después de este evento, el Canciller Scholz proclamó el “Zeitenwende” (punto de inflexión) para el gasto en defensa, reorientando a Alemania hacia mayores contribuciones a la OTAN, incluido un fondo único de 100 mil millones para comprar nuevo equipo militar. Sin embargo, a la luz de otras obligaciones de financiación, era poco probable que la Armada alemana alcanzara dicho número total de aviones de patrulla marítima. En cambio, el recientemente publicado “Zielbild Marine 2035+” formuló el requisito, ahora puesto en marcha, de hacerse con 8 aviones P-8A en 2035.
Si bien la incorporación de esta flota no cumple con el objetivo óptimo para la Aviación Naval, recapitaliza completamente la flota Orión existente, como se señaló antes. Por lo tanto, el marco original de la compra “provisional” pasa ahora de parecer bastante dudoso a ser muy dudoso, cuando no finiquitado. Es poco probable que la integración del P-8A estadounidense en un sistema de guerra marítima franco-alemán de cualquier naturaleza sea factible sin el consentimiento de los Estados Unidos en los aspectos técnicos relevantes, sin mencionar el probable y muy sustancial costo de hacerlo.
Además la adquisición del Poseidón, Alemania se unirá al colectivo de otros usuarios del sistema, lo que ofrece grandes oportunidades de interoperabilidad, especialmente en el contexto europeo, donde tanto el Reino Unido como Noruega operan el modelo.
A pesar del aumento a una flota completa de P-8A, el Bundeswehr en su anuncio todavía enfatizó que la compra del Poseidón es medida provisional, y que todavía se tiene la intención declarada de seguir trabajando para obtener el MAWS junto con Francia. Una vez que se establezca toda la capacidad e infraestructura del P-8A, cualquier esfuerzo por sustituirlos en favor del programa francoalemán es muy vago y parece bastante improbable. (Julio Maíz)