La Fuerza Aérea de Estados Unidos ha programado llevar a cabo, dentro de un amplio paquete de transformación con cambios que se aplicarán ya dentro del Presupuesto de 2023, la baja de parte de su flota de avanzados reactores furtivos F-22 Raptor.
Esa decisión, que sorprende por el carácter y el tipo de aparato que se comienza a retirar, implica dejar de en tierra nada menos que a 33 de los 186 F-22 Raptor que actualmente tienen en servicio, una decisión importante si tenemos en cuenta el tanto por ciento que supone. Se trataría, según anuncian desde fuentes de la Fuerza Aérea de Estados Unidos de un proceso que llevaría a la retirada total de este modelo en cuestión de unos diez años, aplicando el dinero que no se gasten en su sostenimiento al futuro NGAD (Next Generation Air Dominance) que contempla una familia de sistemas para seguir manteniendo el dominio del cielo.
La transformación y baja del material en uso hoy estaría enmarcada dentro de la voluntad de contrarrestar, con el mayor nivel de eficacia posible, la evolución de los diseños de aviones de combate que está materializando China.
Los presupuestos de la Fuerza Aérea de Estados Unidos contemplan dar de baja algunos F-22 Raptor y modernizar otros. (USAF)
Decisión programada
Se ha manifestado que la baja de esos 33 F-22 Raptor va a reportar un ahorro significativo en lo que son los costes asociados de mantenimiento y no va a incidir, o así lo argumentan desde la Fuerza Aérea de Estados Unidos, en la capacidad operativa real. Se trataría de ejemplares del Bloque 20 que ahora no estarían asignados a cometidos de primera línea relacionados con el combate y serían usados preferentemente en todo tipo de adiestramientos de los futuros pilotos del Raptor y de otras unidades aéreas estadounidenses.
Paralelamente, y como aspecto positivo, la Fuerza Aérea de Estados Unidos ha solicitado en el presupuesto de 2023 una cifra de 344 millones de dólares para poder avanzar en el proceso de mejora de los sensores y de distintos sistemas de los Raptor sí aptos para el combate.
La decisión, aunque pueda suponer un contrapunto respecto a lo que supone el mantener y volar esa avanzadísima plataforma aérea, reforzaría el hecho de que parte de esos aviones F-22 Raptor fueron retirados hace unos años de la Base Aérea en Florida donde volaban con ocasión de la llegada del huracán Michael que dañó a diecisiete de ellos en las instalaciones de Tyndall. Su reparación y la de la Base se evaluó poco después del incidente de 2018 en miles y miles de millones de dólares. (Octavio Díez Cámara)
Fotografía: Treinta y tres reactores furtivos F-22 Raptor van a ser retirados de la USAF a partir del próximo año. (USAF)