Los planes a medio plazo de la Marina de los Estados Unidos pasan por dar de baja el año próximo cuatro de sus más controvertidos buques como son los Buques de Combate del Litoral, Littoral Combat Ship o LCS cuando aún les quedan por delante al menos diez años de servicio. La medida ha sido confirmada una vez que se recoge en el Presupuesto para el año fiscal 2021 y es el resultado de la apuesta de la Navy por buques más capaces, con mayor disponibilidad y con mayor letalidad y capacidad de supervivencia.
La Marina considera que estos cuatro buques han sido medios de prueba y capacitación que han permitido desarrollar los conceptos operativos en el resto de buques de este tipo. Con esta medida se pretenden ahorrar millones de dólares que podrán ser empleados en la construcción de buques en el futuro, en el marco del plan de conseguir una flota de 355 buques en 2030, incluyendo buques tripulados y no tripulados.
Los buques en cuestión que pasarían al retiro son el USS “Freedom” (el primero de la clase homónima, con diseño monocasco construidos por Lockheed Martin), el USS “Independence” (que da nombre a la clase homónima de trimaranes construida por General Dynamics), el USS “Fort Worth” y el USS “Coronado”, segundos de las respectivas clases precisamente. Estos buques entraron en servicio en fechas recientes, concretamente 2008, 2010, 2012 y 2014.
Se trata de buques en los que se han reportado diferentes problemas desde que entraron en servicio, desde fallos en el sistema de propulsión pasando por un ineficiente sistema de combate o la incapacidad manifiesta de defenderse de ataques de entidad al no disponer de misiles antiaéreos.
Un programa siempre cuestionado
El programa LCS siempre ha sido cuestionado tanto dentro como fuera de la Navy puesto que el objetivo era desarrollar una serie de barcos de bajo coste y de gran versatilidad. Sin embargo está claro que este tipo de buques no ha funcionado como estaba previsto. Su característica principal es que estaban diseñados en torno a un concepto modular que permitía operarlo en misiones antisubmarino, de ataque a superficie u otras como apoyo a operaciones especiales, pero los principales módulos no han funcionado y el sistema de propulsión se ha demostrado poco fiable.
Actualmente hay en servicio 16 de estos buques entre los dos tipos diferentes que conviven, buques sobre los que también se ha cuestionado su capacidad para sobrevivir a entornos de alta complejidad por la carencia de sistemas de defensa o la ineficacia de sus protecciones o medios de control de daños. De hecho se han ganado el jocoso sobrenombre de Little Scrappy Ship (que vendría a traducirse como “pequeño barco descuidado”.
De ahí que en 2017 surgiera el programa de nuevas fragatas FFG(X) de la Navy con las que se pretende paliar las carencias de estos buques, aunque oficialmente no los sustituyen. Se trata de un programa que hemos venido analizando y por el que compite el astillero español Navantia, si bien los recortes del Pentágono podrían también afectar a este programa.
En 2015 Lockheed Martin vendió a Arabia Saudí cuatro fragatas basadas en su clase Freedom pero sensiblemente modificados, dotadas con medios más apropiados. Precisamente la propuesta de esta compañía para el programa FFG(X) se basa en una evolución de su diseño LCS sensiblemente modificada según analizamos en 2018 denominada “Freedom Frigate”. (José Mª Navarro García)
Fotos:
-El USS Freedom LCS 1 (US Navy)
-El LCS 2 USS Independence (US Navy)