Las diversas hipótesis de tensiones militares que se atisban como una realidad más que previsible a corto y medio plazo, unidas a una situación geoestratégica específica, han llevado a los responsables del Ministerio de Defensa de Noruega a abordar un cambio importante en su política de inversiones.
Se acaba de conocer la publicación de un documento, titulado “Long-term Defence Plan 2025-2036”, que en sólo dieciséis páginas establece, con apoyo de interesantes gráficos, lo que pretende hacer el gobierno de Noruega durante los próximos diez años para impulsar sus capacidades de Defensa.
La apuesta de los noruegos se sustenta en un gasto en inversiones que van a superar en mucho el 2% del PIB que se recomienda como mínimo -y que aún numerosos países no alcanzan, como España- en el ámbito de la Organización del Tratado del Atlántico Norte. Ellos pretenden alcanzar el 2,68% en 2030 y el 3% o más en 2036.
Los presupuestos de los próximos 12 años van a crecer de manera exponencial y tendrán 56.000 millones de dólares adicionales para inversiones en equipo. (MD Noruega)
Noruega ha definido en ese documento varios aspectos que nos son de interés. De un lado, se va a apostar por ampliar tanto el número de militares disponibles, incrementándolo en una cifra de varios miles y ampliando el uso de reservistas, como en lo que son sus competencias y formación. De otro, se actuará diligentemente con más gasto en inversiones para adquirir equipos, tecnologías de información y comunicaciones, e infraestructuras de forma más rápida y en mayor volumen.
Son voluntades que reforzarán con un plan gubernamental que ampliará y mejorará los acuartelamientos y priorizará en infraestructuras que apoyen la llegada de aliados, y también con actuaciones que mitiguen las consecuencias que el cambio climático generará en el entorno de las operaciones militares.
Más concretamente, Noruega tiene programado ampliar sus inversiones en 56.000 millones de dólares durante los próximos 12 años -una decisión histórica- lo que supondrá que el presupuesto del Ministerio de Defensa alcance un gasto de 150.000 millones en ese periodo.
Se actuará mejorando las capacidades marítimas con una nueva flota de superficie en la que se incluirán como mínimo cinco nuevas fragatas acompañadas de helicópteros antisubmarinos, inversiones complementadas con la llegada de dos clases de nuevos buques multipropósito -con armas y equipos modulares- estandarizados de los que se comprarán 10 de la variante mayor y 16 de una de menor desplazamiento; la previsión de contar con cuatro submarinos tipo 212CD se amplía ahora en un quinto, cifra que ya se dice que será la mínima por lo que no se descartan más.
La planificación de las futuras inversiones apuesta por una transformación integral de la Marina de Noruega con multitud de nuevos buques. (MD Noruega)
Las fuerzas terrestres contarán dentro de ese gasto en inversiones futuras con un sistema antiaéreo de largo alcance que les proteja de misiles balísticos de corto alcance, decisión que complementarán con otras cuatro baterías del sistema NASAMS (National Avanced Surface-to-Air Missile Systems) y con mejoras en esos equipos para actuar contra misiles y drones del adversario.
El Ejército noruego pasará de una brigada a tener tres y la Guardia Nacional crecerá en 45.000 efectivos más; la Defensa de Noruega apostará por mejorar capacidades como las de Operaciones Especiales, fuegos de largo alcance, vehículos de combate, helicópteros, drones de largo alcance para vigilar áreas marítimas de interés en la zona norte y sistemas antiaéreos.
Así mismo, se mejoraran los stocks de municiones, se ampliará el número de equipos de simulación que incluirán uno para los aviones P-8 Poseidon y se adquirirá un avión de transporte C-130J. (Octavio Díez Cámara)