De no superarse el bautizado como “abismo fiscal”, lo que traería consigo un recorte brutal del gasto, la Defensa de EEUU se resentiría peligrosamente. Así lo ha afirmado el presidente de EEUU, Barack Obama, que puso como ejemplo más inmediato que la amenaza de recortes ha impedido ya el traslado de un portaaviones de la US Navy al Golfo Pérsico. "Como nuestros líderes militares han dejado claro, cambios como este, que no han sido meditados a fondo, afectan y reducen nuestra capacidad de responder a amenazas", advirtió. Obama presionaba así a los republicanos para desbloquear la situación, recordando que la mitad de los recortes corresponderían al Pentágono, lo que pondría en peligro a la seguridad nacional.
De no llegarse el próximo 1 de marzo a un acuerdo en el Capitolio sobre cómo financiar el gasto, los efectos inmediatos serán la fortísima reducción de los presupuestos nacionales y, por supuesto, el de Defensa, por 1,2 billones de dólares en los próximos 10 años, empezando ya con un recorte de 85.000 millones de dólares. La situación actual tiene su origen en el enfrentamiento abierto entre la Casa Blanca y la Cámara de Representantes en agosto del año 2011, cuando el déficit amenazo con bloquear el funcionamiento del país.
Fotografia: El portaaviones de las Fuerzas Navales de Estados Unidos Abraham Lincoln
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