La Fuerza Aérea Portuguesa está operando con uno de sus aviones de patrulla naval Lockheed Martin P-3C CUP + Orión desde el aeropuerto de Málaga en el marco de la operación Indalo, puesta en marcha en el sur de España por FRONTEX y dirigida por la Guardia Civil española.
El 7 de octubre la Fuerza Aérea Portuguesa relevó el personal del destacamento, que opera desde la capital de la Costa del Sol desde el 8 de septiembre en favor de la operación Indalo, que pone todos los años en marcha la Agencia Europea de Vigilancia de Costas y Fronteras (FRONTEX) para controlar la inmigración ilegal en el sur de España, con especial atención al Estrecho de Gibraltar.
Tanto el aparato como el grueso del personal, una treintena de profesionales, pertenecen a la Esquadra 601 “Lobos”, que tiene sede en la Base Aérea N.º 11 (B11), en Beja. Precisamente en esta instalación del sur de Portugal se despidió el primer relevo en una ceremonia presidida por el Director de Operaciones Aéreas de la FAP, el brigadeiro-general João Caldas, que ahora ha sido relevado en la base aérea de Rompedizo del Ejército del Aire, en Málaga, y que mantendrá operativo el destacamento hasta el próximo 5 de noviembre. La aportación portuguesa a la operación Indalo se completa con un oficial de enlace destinado en el Centro de Coordinación Internacional o International Coordination Center (ICC) de la operación, en la Dirección General de la Guardia Civil.
La operación Indalo 2020 iniciada en primavera, además de controlar la inmigración, tiene como objetivo combatir el tráfico de estupefacientes, la polución marítima y pesca ilegal y actuar , de ser necesario, en operaciones de salvamento y rescate o Search and Rescue (SAR), en el Mar Mediterráneo.
Estamos ante una de las más complejas operaciones del FRONTEX, en la que además de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado españolas y Fuerzas Armadas (FAS), participan 180 agentes de las demás naciones del organismo europeo. (Julio Maíz Sanz).
Fotografía: El personal del destacamento de la FAP frente a su P-3C en la base aérea de Málaga. (foto FAP).