En las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional del Perú, los Antonov An-32B Cline, que se caracterizan por su alta resistencia, versatilidad y relativo fácil mantenimiento, se mantienen aún en servicio, a pesar de la progresiva incorporación de aeronaves más modernas y de mejores prestaciones operacionales, por lo que al menos de manera inmediata su final operacional no se vislumbra cercano.
La Fuerza Aérea del Perú alinea aún 3 An-32B prácticamente al borde de su vida útil que operan a órdenes del Escuadrón Aéreo Nº 843, unidad dependiente del Grupo Aéreo N° 8 acantonado en la Base “Mayor General FAP Armando Revoredo Iglesias” ubicada a un lado del Aeropuerto Internacional “Jorge Chávez”. De estos uno se encuentra operativo y los otros dos próximos a ser sometidos a una inspección mayor a fin de que puedan operar por unos años más. Los “inmortales”, como los denominan sus pilotos, son los remanentes de un lote de seis aparatos adquiridos a Ucrania en 1995. Previamente, la Fuerza Aérea opero entre 1987-2002 con otros 16 aparatos, adquiridos directamente a la entonces Unión Soviética, que fueron retirados progresivamente del servicio por diversas razones. Los An-32B de la Fuerza Aérea se encargan de misiones de transporte militar y de acción cívica, así como en las que se realizan contra el tráfico ilícito de drogas, minería ilegal y contrasubversivas en el Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM) vienen siendo paulatinamente asumidas por los 4 Leonardo C-27J Spartan adquiridos entre 2013 y 2014.
La Marina de Guerra, a través de la Comandancia de Aviación Naval, opera de momento con un An-32B adquirido de segunda mano en Hungría en 1994. En breve, espera concretar la adquisición de otro An-32B de segundo mano que remplazará al que se accidento en Mazamari en 2017.
La Aviación del Ejército dispone tres An-32B - incorporados en diciembre de 1994 – que operan con el Escuadrón de Aviones N° 811 “Capitán Juan O’Connor La Rosa”. De estos, dos comenzaron a ser sometidos a fines de 2018 a un completo overhaul y extensión de sus recursos calendarios por JSC Antonov (Ucrania), diseñador y fabricante de las aeronaves, lo que evita las enormes dificultades y demoras generadas en los procesos de 2014-15, cuando las empresas que resultaban ganadoras no podían cumplir con lo estipulado pues no contaban con las debidas certificaciones y autorizaciones. Uno volvió al servicio en febrero pasado, mientras que el otro se encuentra en fase de alistamiento final y deberá reincorporarse en breve. El An-32B restante se encuentra en espera de ser sometido al respectivo overhaul y extensión calendaría antes de fin de año. Esto permitirá a la Aviación del Ejército recuperar los altos índices de operatividad y disponibilidad de sus An-32B, mismos que se obtuvieron vía las inspecciones mayores y mantenimientos periódicos realizadas por TREPSA entre 2009 y 2012, y las extensiones calendarías del periodo 2013-2014 a cargo de Aercaribe y Aquiline International, empresas que en su momento contaron, respectivamente, con las certificaciones y autorizaciones de JSC Antonov.
Finalmente, la Dirección de Aviación Policial (DIRAVPOL) dispone, al menos en el papel, de 4 An-32B: dos operativos y uno a la espera de la asignación de recursos presupuestales. El otro, aparentemente, se encontraría en condición de “irrecuperable”. A fin de revertir esta situación, el Ministerio del Interior - en el marco del Programa de “Mejoramiento de los Servicios Aéreos de Traslado de Efectivos Policiales en gran escala a nivel nacional que brinda el Escuadrón de Aviones de la Dirección de Aviación Policial” – Código SNIP 231332 – tiene en curso un proceso, en la modalidad “estado a estado”, de cara a la adquisición de un nuevo avión de transporte medio. En evaluación se encuentran el Airbus C-295M, el Antonov An-178 y el Leonardo C-27J Spartan. (Alejo Marchessini, Corresponsal de Grupo Edefa en Lima)