La Armada española tendrá la primera unidad, de las cuatro que componen la serie S-80, en diciembre de 2021, superados los problemas técnicos que han demorado su puesta en servicio. Tras validarse el rediseño, que incluye un nuevo balance de pesos que ha motivado la inclusión de 16 nuevas cuadernas, lo que aumenta la eslora (largo) en casi 10 metros, la Armada ya da por resuelto el problema y ahora sólo espera a la actualización del presupuesto por parte del Ministerio de Defensa.
Este proceso de aumento de la financiación deberá de pasar por el trámite del Consejo de Ministros de España, calculándose el coste final total del programa en 3.000 millones largos de euros, según se ha explicado en un encuentro de la Armada con la prensa. Tras la exposición de los planes de la institución, las preguntas de los múltiples medios que estábamos presentes han sido contestadas por el stand ponente de la Armada, encabezado por el AJEMA (Jefe de Estado Mayor de la Armada), almirante Teodoro López Calderón, y se han centrado sobre todo en el S-80 y en el avión cazabombardero Lockheed Martin F-35B como posible sustituto del actual Boeing AV-8B Plus Harrier II.
Los responsables de la Armada han afirmado que dado que la extensión de la vida operativa del Harrier II llegará a 2030, no es todavía no es una necesidad prioritaria. Aunque, como ya se ha informado en otras ocasiones, la decisión final corresponde al Ministerio de Defensa, que no tendría otra alternativa que el citado modelo, ya que de no dotarse la Armada con el F-35 se perdería la capacidad de operar con aparatos de ala fija.
Así, los datos nuevos se han centrado en el S-80, haciéndose público que el Ministerio de Defensa ha alcanzado ya un acuerdo con la empresa Navantia, que encabeza la construcción de la serie, para un nuevo programa de pagos. Estamos ante un programa clave, no sólo para la Armada sino para la defensa de España, tanto por las capacidades que otorga, como por el gran efecto de disuasión que otorga el mero hecho de tenerlo operativo. En el encuentro se detalló que la fecha de entrega prevista es finales de 2021, aclarando que entonces se entrará en un amplio periodo de pruebas en puerto y mar, coincidiendo con el año de garantía que da el fabricante, por lo que el primer submarino el Isaac Peral (S-81) no estaría operativo hasta el año 2023.
También se ha confirmado que los dos primeros S-80 no vendrán equipados con el previsto sistema de propulsión independiente de aire o AIP (Air-Independent Propulsion), que sí tendrán de serie el tercero y cuarto de la serie, y que será incorporado a las dos primeras unidades, coincidiendo con el momento en el que su ciclo de mantenimiento marcase su primera gran carena. Acerca del desarrollo de la AIP, ante una pregunta de defensa.com, se ha informado que las dos empresas implicadas, Abengoa y Técnicas Reunidas, están desarrollando cada una su propio sistema, estando en buen camino ambas alternativas, por lo que en su momento la oficina del Programa del S-80, que depende de la DGAM (Dirección General de Armamento y Material), decidirá cuál de las soluciones es la más óptima para equipar los submarinos.
Respecto a las entregas, el segundo S-80, el Narciso Monturiol (S-82), se pondría en manos de la Armada 30 meses después del primero, acortándose los plazos en el caso del tercero y cuarto, que se entregarían sucesivamente 22 y 16 meses después, por lo que el calendario de entregas sería 2021, 2024, 2026 y 2027, teniendo en cuenta que estamos ante un muy complejo programa tecnológico, que podría generar retrasos adicionales.
(Julio Maíz Sanz)
Fotografía: Perfil del submarino S-80 Plus. Foto: Armada.