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El Servicio de Medios Aéreos de la Policía Nacional española

Revista Defensa nº 471/472, julio/agosto 2017

El Servicio de Medios Aéreos de la Policía Nacional se ha convertido con los años en uno de los elementos clave de su acción y, por ende, de la seguridad de España, en un momento en que el país está sometido a la amenaza del terrorismo islámico, bajo un nivel de alerta 4, de un máximo de 5.

El progresivo aumento de la demanda de aeronaves para misiones policiales se ha traducido en el lógico crecimiento del Servicio de Medios Aéreos (SMA) de la Policía Nacional durante las últimas décadas. Su actividad se extiende al conjunto de España, exceptuando a las comunidades autónomas de Cataluña y el País Vasco, donde la transferencia de la competencia delegó la responsabilidad en sus propios servicios policiales.

Al igual que el resto de los países de Europa, España debe hacer frente a los desafíos procedentes sobre todo del terrorismo islámico radical y la delincuencia organizada, lo que exige disponer de sistemas de vigilancia y acción con una rápida capacidad de movimientos, por lo que el helicóptero se ha convertido en un elemento esencial para estas misiones. Así, 24 horas al día, los 7 días de la semana (24/7), los helicópteros del SMA están listos para intervenir, aunque en las grandes ciudades, como Madrid, se realizan, como servicio fijo, tres patrullas aéreas diarias (mañana, tarde y noche) de cerca de una hora, para apoyar cualquier incidencia en el campo de la seguridad.

Foto: Beechcraft B200 que utiliza el SMA (foto Javier Sánchez).

El SMA depende funcionalmente de la Dirección Adjunta Operativa y orgánicamente de la División Económica y Técnica. Se ha de tener en cuenta que los medios aéreos y equipos que emplea, y sus costes operativos, son de los más altos de la Policía Nacional. La principal misión del Servicio es la de proporcionar apoyo en labores operativas policiales en actividades de prevención e investigación, en misiones de seguridad ciudadana, vigilancias y seguimientos, protección y organización de objetivos, transporte urgente de unidades y equipos especiales, así como en actividades humanitarias de ayuda y auxilio a los ciudadanos.

También colabora activamente con otras unidades de la Policía Nacional en las tareas de prevenir, mantener y, en su caso, restablecer la seguridad ciudadana. Su otra gran labor es la capacidad operativa de su personal a través de su propio sistema de enseñanza con homologación ATO (Approved Training Organization). Respecto al material, es responsable de la programación, organización, ejecución y control de las operaciones de vuelo y el cuidado y reparación de las aeronaves del Servicio y equipos especiales.

Igualmente mantiene al día la certificación de la aeronavegabilidad de los aparatos y sus equipos. En su continuó afán de aumentar la eficacia, junto a la Jefatura de Sistemas Especiales, trabaja asimismo en el campo del estudio, formación teórica, y empleo operativo de Remotely Piloted Aircraft Systems (RPAS) y sistemas contra esos medios, para defender instalaciones y zonas donde se desarrollan operativos de la acción de éstos.

Despliegue

El SMA tiene su principal base en el madrileño aeródromo de Cuatro Vientos, donde en 1975 se gestaba el embrión de lo que con el tiempo sería el SMA. Partiendo de aquel núcleo inicial, fueron aumentando personal y material, lo que permitió ir extendiendo progresivamente las capacidades del Servicio al resto de la geografía española. Actualmente opera desde las bases insulares de Gando (Las Palmas de Gran Canaria) y Son Sant Joan (Mallorca) y las peninsulares de Zaragoza, Vigo, Valencia, Sevilla y Málaga. En el aeropuerto de esta última ciudad opera además una unidad especial que cubre las operaciones policiales en el Campo de Gibraltar, respondiendo a la gran actividad de tráfico ilícito que se da en la zona, especialmente de drogas. 

Foto: Un mecánico revisa las turbinas de un H135, antes de iniciar una misión (foto Julio Maíz).

Desde las bases andaluzas se cubre además la actividad policial en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, estando actualmente el SMA barajando la posibilidad de crear otra en la Cornisa Cantábrica, en los aeropuertos de Asturias o Santander. En todo caso hablamos de una estructura muy flexible, tanto en material como en personal, que permite reforzar desde Cuatro Vientos de una manera muy rápida cualquier zona donde sea necesario incrementar las unidades.

Quizás uno de los despliegues menos conocidos del SMA es el de un helicóptero y su tripulación (piloto, copiloto y mecánico), a partir del año 2007, en el aeropuerto de Dakar (Senegal), desde donde realiza múltiples misiones de control de la inmigración ilegal. Esta misión surgió en el marco de un acuerdo bilateral con el Gobierno de ese país africano para poner freno a la por entonces mediática crisis de los cayucos. Las operaciones del aparato se coordinan con las autoridades locales y cada vez que vuela va a bordo un oficial de la Fuerza Aérea de Senegal.

Su acción se coordina, además, con las unidades navales, sobre todo con los medios del Servicio Marítimo de la Guardia Civil, que operan desde el puerto de la citada capital africana. A lo largo de estos casi diez años, el SMA mantiene permanentemente una tripulación en Dakar, que se releva cada tres semanas en vuelos comerciales, además de uno de sus helicópteros Bö-105, que con una periodicidad anual también se sustituye para tareas de mantenimiento, transportado por vía marítima. 

Son de resaltar, además de las continuas salidas (una media de cuatro por semana en las que se vuelan unas diez horas), las duras condiciones de trabajo, dado el ambiente tropical y las penurias materiales del país, que hacen muy difíciles sobre todo las labores mecánicas. Igualmente, en este campo de crear estructuras de seguridad transnacionales, el SMA trabaja muy activamente en el seno del FRONTEX (Fronteras Exteriores), un organismo de la UE en el marco del cual coordina colaboraciones y programas de estandarización, principalmente con unidades similares de Alemania, Francia, e Italia.

Medios humanos y materiales

Actualmente, el Servicio, que está bajo el Mando del inspector jefe y veterano piloto Pedro Prieto, cuenta con una plantilla total de unas 145 personas, que incluye 60 pilotos, contando 5 de ala fija (más otro contratado), 2 ingenieros aeronáuticos y 55 técnicos de mantenimiento, lo que da un altísimo ratio de personal operativo. Respecto a los medios, el SMA alinea actualmente una flota de 26 helicópteros y 2 aviones intensamente empleados, que hasta la fecha se suman desde su creación un total aproximado de 140.000 horas de vuelo.

El principal elemento de trabajo son los helicópteros, aunque, como ya veremos, los aviones realizan también una importante misión. En la actualidad, la flota dispone sólo de material de Airbus Helicopters, el más importante fabricante del mundo de estos medios. Así, la flota de ala rotatoria se compone de 8 veteranos aparatos Bö-105, 2 EC120B Colibrí y 16 del moderno modelo EC135, redesignados por el fabricante los dos últimos como H120 y H135, respectivamente.

Foto: Interior del hangar de Cuatro Vientos, donde se efectúa principalmente el mantenimiento de la flota del SMA (foto Julio Maíz).

Desde principios de siglo se empezó la sustitución de los helicópteros ligeros Bö-105 por el modelo elegido, el H135, que ha sido montado por Airbus Helicopters en España, en su planta de Albacete, aunque la necesaria sustitución ha sufrido los vaivenes políticos y los recortes económicos que generó la crisis que padeció España y que ahora parece alejarse. Así, si bien se han recibido hasta 16 de los nuevos H135, todavía faltarían al menos otros 4 para completar la flota y poder dar de baja los magníficos, pero cada vez más próximos a la obsolescencia, Bö-105.

También la crisis obligó a prescindir de la importante capacidad que daba un único EC225 Cougar adquirido en 2011, porque su coste directo de mantenimiento era muy alto. La idea inicial era contar con 3 unidades de este modelo, que ahora designa Airbus Helicopters como H225, equipamiento que de haberse completado habría dotado al Servicio de una magnifica capacidad de transporte de los miembros del Grupo Especial de Operaciones (GEO), Policía Judicial, equipos de peritos y otro personal al  servicio del Ministerio del Interior. En todo caso, a medio plazo el SMA pretende contar con al menos 3 helicópteros de transporte medio para facilitar las citadas misiones, con modelos como el AW139 de la multinacional italiana Leonardo o el de última generación Airbus Helicopters H160.

El caballo de batalla del Servicio durante todos estos años ha sido el Bö-105, un diseño multimisión de la alemana Messerschmitt-Bölkow-Blohm (MBB), que se integró posteriormente en Airbus Helicopters. Su sustituto, estandarizado también al servicio de la Guardia Civil y las Fuerzas Aeromóviles del Ejército de Tierra (FAMET), es el moderno Airbus Helicopters H135, un aparato que incorpora las últimas tecnologías, incluida una completa cabina de pilotaje con multipantallas de presentación de datos digitales. Tiene capacidad para dos tripulantes y cinco pasajeros. Está propulsado por dos turbinas Pratt & Whitney Canada PW20682, que le otorgan una velocidad máxima de unos 270 km /h. y le permiten cruzar una gran ciudad como Madrid en sólo 3min. en caso de emergencia.

No podemos dejar de mencionar a los 2 H120 propulsados por una sola turbina Arrius 2F que, aunque muy segura, limita administrativamente su capacidad para operar sobre áreas urbanas, tal y como marcan las estrictas reglas de seguridad, pero que dan magníficos servicios, sobre todo en favor de la ATO del Servicio y otras misiones,  como las de vigilancia de zonas despobladas y en zonas costeras.

Misiones policiales y medios específicos

La capacidad de observación es una de las características principales que se pueden desarrollar desde este medio policial. El helicóptero se utiliza también en actos, como son eventos deportivos, conciertos, manifestaciones y alteraciones del orden público. Desde éstos se evalúa el número aproximado de personas concentradas con bastante exactitud. También son vitales para captar imágenes y videos a través de sus sensores de obtención y transmisión de datos, las popularmente llamadas bolas. Éstas son de dos familias de la empresa FLIR Systems: una para servicios diurnos y las tácticas Star SAFIRE con capacidad nocturna también.

Gracias a este material se pueden tomar imágenes y video durante el día e infrarrojas en las horas nocturnas, que son enviadas en tiempo real, mediante un sistema Data Link, a los centros de mando, para que los responsables policiales puedan analizar y dar las oportunas órdenes. No se debe olvidar la importante labor que efectúan en atentados, catástrofes y accidentes, trasladando a los heridos de mayor gravedad. Para estas tareas se les equipa con grúa de rescate, camillas, depósitos de largo alcance para distancias largas y prismáticos giroestabilizados.

La escolta aérea que prestan en los traslados de dinero, obras de arte, explosivos, etc. es esencial para la seguridad. Este transporte es el medio ideal para llevar a los agentes que tengan que acudir urgentemente a intervenir en una operación policial especial en distintos puntos de la geografía española. Su concurso es muy importante para desplegar de una forma muy rápida a los agentes del GEO. En muchas ocasiones, para facilitar su acción, se les hace descender en rappel o fast rope en el techo de la construcción a asaltar, o en barcos.

Foto: La columna dorsal la componen sus 16 Airbus Helicopters H135 (foto SMA).

El SMA colabora con la Policía Judicial en el control del también básico servicio de neutralizar el crimen organizado, usando para esta misión a veces dispositivos de seguimiento electrónico; con los de información en tareas de lucha antiterrorismo; con la Policía Científica; y en el traslado urgente de material y personal. Finalmente, mencionamos que las misiones que más se realizan son las de apoyo a las unidades de la Policía Nacional asignadas a las tareas de seguridad ciudadana en las misiones de prevención y vigilancia, así como las de escolta de personalidades.

Las tareas también se realizan durante las horas nocturnas, para lo cual a los helicópteros se les adapta un faro de búsqueda para iluminar con bastante detalle grandes extensiones de terreno y localizar así a los sospechosos. Además, al faro se le pueden instalar una serie de filtros infrarrojos, siendo necesarias en este caso las GVN (Gafas de Visión Nocturna) para la observación del objetivo. Esta característica tiene una gran utilidad en misiones que requieren mayor discreción, como son las de vigilancia sin conocimiento del sospechoso.

Se ha de tener en cuenta que el SMA es el único que está autorizado a volar en caso de misión policial, con unos márgenes meteorológicos mucho más estrechos que los autorizados a las aeronaves en general. Existe un acuerdo de la Comisión Interministerial (Defensa-Fomento) para realizar estas misiones, siempre que el piloto considere que está salvaguardada la seguridad de vuelo, si se declara la correspondiente clave policial.

Medios de ala fija

Es habitual ver a los 2 aviones del SMA en la TV, principalmente trayendo a detenidos y presos extraditados, aunque las misiones que realizan son múltiples. El principal aparato de ala fija es un birreactor Cessna 550 Citation II, con matrícula civil española EC-IAX, que entró al servicio del SMA en 2009. El aparato pertenecía anteriormente a la compañía Marbella Airways, que en abril de 2007 se intervino por estar vinculada con el entramado de empresas del, posteriormente condenado en firme, cerebro de la trama de corrupción en el Ayuntamiento de Marbella, Juan Antonio Roca. Así, en el marco de la conocida como Operación Malaya, la Policía Nacional detectó que dicho aparato, que usaba como avión personal del mencionado cabecilla, se hallaba en Dusseldorf (Alemania), donde la empresa germana Jet Aviation le había efectuado trabajos de mantenimiento.

Foto: El SMA tiene varios medios para apoyar su flota de aeronaves, como este pequeño camión cisterna (foto Julio Maíz).

Tras diversas gestiones judiciales y administrativas, que duraron más de dos años, en octubre de 2009 el avión llegaba al aeródromo de Cuatro Vientos, donde fue puesto a disposición del SMA. Para operar y sacar el máximo partido a este magnífico aparato, varios de los experimentados pilotos del Servicio acudieron a la sede que tiene la prestigiosa empresa Flight Safety en el aeródromo de Le Bourget, donde realizaron una rápida habilitación al tipo. Los aviones se usan  muy intensamente para misiones de transporte de los efectivos y material de la Policía Nacional y traslado de criminales, tanto a nivel nacional, como sería el caso de los presuntos terroristas yihadistas, como desde fuera de España, especialmente de la organización mafiosa-terrorista ETA, extraditados desde otros países europeos.

La puesta en marcha del ala fija en el SMA se remonta a 2003, cuando se incorporaron 2 bimotores biturbohélices, también cedidos tras ser intervenidos por la Policía Judicial, de los que actualmente queda en servicio un Beechcraft B-200 Super King Air, matriculado EC-GBB. El Servicio aspiraría a la incorporación de 2 aviones de transporte nuevos, una necesidad en primer lugar para renovar los existentes, ya más que veteranos, y para homogeneizar la flota, barajándose algunos de los modelos más modernos del polivalente Beechcraft Super King Air.

Escuela de pilotos

La eficacia de estos medios sería imposible sin el concurso de tripulaciones y personal técnico. Así, tras unos primeros años de formación básica de sus pilotos en el seno de la Escuela de Helicópteros del Ejército del Aire de Armilla (Granada), el SMA creó su propio plan de entrenamiento, que recibió el reconocimiento oficial en 1989. Es también el aeródromo de Cuatro Vientos la sede para la realización de los cursos de formación de pilotos y técnicos de mantenimiento, impartidos por el cuadro de experimentados pilotos instructores del SMA. Estamos ante un experimentada Approved Training Organisation (ATO), debidamente homologada tanto por la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) española, como por la European Agency Safety Agency (EASA).

Foto:  El “Ángel 23”, según su código radio, volando sobre Madrid (foto SMA).

Obviamente, los aspirantes a recibir la formación han de ser previamente miembros del CNP, de cualquier escala. El único requerimiento para presentarse es llevar dos años en el Cuerpo, tener menos de 30 años y unos estudios mínimos a nivel de bachiller. Pasar las pruebas ya no es tan fácil, pues en las de acceso para pilotos se han de superar ejercicios psicotécnicos, físico-matemáticos, de coordinación psicomotriz, un reconocimiento médico del CIMA (Centro de Instrucción de Medicina Aeroespacial) del Ejército del Aire, y una entrevista personal.

Los seleccionados, de 6 a 8 funcionarios, inician un exigente curso de formación de piloto, que tiene una duración de en torno a un año y medio. Consta de 1.100 horas de teoría, unas 120 horas de vuelo real en los H120 y unas 50 en el simulador FNTP-II del F135, fabricado por la empresa española Entrol. La exigente enseñanza lleva a que el 100 por ciento de estos alumnos suelen aprobar el examen de la AESA y así cuentan con el título de piloto comercial, que incluye la habilitación de vuelo instrumental, o IFR (Instrumental Flight Rules).

Posteriormente, los nuevos pilotos deben superar una fase de instrucción en prácticas de vuelo policial, que incluye 180 horas a bordo de los H120 y H135. Para convertirse en comandante de aeronave en el SMA se necesita acumular un mínimo de 500 horas como copiloto, antes de valorarlo y acceder al correspondiente curso de aptitud. También se forma el cuadro de técnicos de mantenimiento de aeronaves. Este curso, dirigido a policías de las escalas Básica y de Subinspección, consta de 2.000 horas lectivas. Una vez superado el curso de formación de piloto o de técnico de mantenimiento de aeronaves, los ya miembros del SMA se integran y se especializan por medio de diferentes cursos profesionales específicos para el desarrollo de su función.

Los pilotos, además del reseñado de aptitud de comandante de aeronave, pueden realizar los cursos de instructor de vuelo, de pruebas o de operación de grúa de rescate y eslinga de carga (este último también dirigido a técnicos de mantenimiento). El reciclaje se realiza por medio de periódicas jornadas de entrenamiento, en las cuales se preparan para maniobras y procedimientos de emergencia, grúa y carga externa, vuelo en montaña, simulación de rescate y operación en edificios altos, equipamiento opcional y empleo de GVN de la firma estadounidense Litton. Los miembros del SMA también colaboran en la formación de otras unidades de la Policía Nacional a través de cursos dirigidos a las diferentes unidades especiales, como es el caso de los integrantes del GEO.


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