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Sábado, 11 de enero de 2025 Iniciar Sesión Suscríbase

La Armada Rusa recibe el último de sus patrulleros antisabotaje para hacer frente a incursiones ucranianas

El patrullero antisabotaje P-475 en su zona de atraque de Polyarny. (Foto Ministerio de Defensa de Rusia)
El patrullero antisabotaje P-475 en su zona de atraque de Polyarny. (Foto Ministerio de Defensa de Rusia)

Una ceremonia oficial a final de año marcó la incorporación del último de los 28 patrulleros antisabotaje de la primera serie del proyecto 21980, el P-475, que reforzará la seguridad naval de la Armada rusa en la base de la Flota del Norte de Polyarny.

El patrullero P-475, que lleva el numeral de casco 842, fue construido en el astillero junto al rio Volga de Vympel, en la ciudad ribereña de Rýbinsk, durante el otoño pasado y navegó por la vía fluvial Volga-Báltico hasta la península de Kola, donde se asienta la principal instalación de la Flota del Mar del Norte de la Marina Militar de Rusia o VMF (Voyénno-Morskóy Flot).

Estamos ante la última unidad de este proyecto 21980, al menos de las 28 encargadas inicialmente, ya que se según informó la agencia TASS, durante la última edición de la feria de defensa Army-2024, el Ministerio de Defensa de Rusia encargÓ a Zelenodolsk, una de las tres empresas que han construido las primeras unidades, una segunda serie de estos navíos.

Desde el inicio de la guerra en Ucrania, los ataques ucranianos contra las bases navales rusas con todo tipo de medios, especialmente con sistemas no tripulados, han sido constantes, convirtiéndose en una pesadilla para la Armada y la Guardia Nacional de la Federación de Rusia. De hecho, ambos servicios han reforzado sus medios, y seguirán haciéndolo, incluyendo más de estas lanchas antisabotaje, como las definen los rusos, de las que ya tienen 24 y 4 unidades respectivamente.  

Volviendo, a la ceremonia celebrada en Polyarny el pasado 30 de diciembre, tuvo su punto culminante cuando el comandante del buque Vladislav Lidinchuk izó oficialmente la bandera de la Armada rusa en el nuevo patrulleros antisabotaje P-475, que curiosamente es la misma desde 1712, la época de los zares. En el evento estuvieron presentes varios representantes de la Institución, entre ellos el contralmirante Oleg Gladkii, según informa el  medio ruso Na Strazhe Zapolyariya.

Durante los últimos 15 años, los dos citados astilleros, más el de Vostochnaya Verf, en Vladivostok, han construido las 28 primeras unidades del proyecto o clase Grachonok, que desplazan 138 toneladas y tienen una eslora de 31,4 metros.

Izado del pabellón de la VMF, la cruz de San Andrés, es izada en el patrullero antisabotaje. (Foto Ministerio de Defensa de Rusia)

Medios a bordo

Según se informa, los buques están equipados con equipos electrónicos y de comunicación especiales, incluido el radar naval MR-231 Pal y el sistema electróptico multifunción MTK-201M3, así como un sonar de casco Kalmar; y otro remolcado MG-757 Anapa-M para la detección de operaciones submarinas, tanto de sistemas no tripulados como de buceadores de combate. También estarían equipadas con un sistema remotamente tripulado submarino modelo Falcon.

A bordo también hay una serie de elementos de apoyo a los buceadores de su dotación, incluida una camara de descompresión, para apoyar las acciones de los especialistas de su dotación en las tareas de revisión bajo el agua de las medidas de seguridad.

La Flota del Norte desempeña un papel vital en la defensa de Rusia, especialmente en el área del Ártico, una región de creciente interés estratégico. Así, la incorporación del nuevo patrullero P-475, que se añade a otros 4 anteriormente entregados, refuerza aún más la capacidad de la VMF para proteger sus instalaciones y operaciones navales en la región.

El patrulleros antisabotaje del proyecto 21980 está diseñado específicamente para combatir fuerzas y medios de sabotaje especialmente submarinos, además de dar apoyo a las acciones de buceadores de combate en las aguas de las bases de la Armada rusa y sus accesos. Es capaz de navegar con su dotación de 5 miembros sin repostar hasta cinco días, con una autonomía de navegación de hasta 200 millas náuticas, siendo su velocidad máxima de 23 nudos.

Su armamento está compuesto por una ametralladora MTPU de 14,5 mm, un lanzagranadas antisabotaje de 45 mm de uso manual DP-64, un montaje de 7 tubos lanzagranadas antisabotaje DP-65, y para asegurar la defensa aérea a corto alcance su dotación cuenta con cuatro sistemas portátiles de misiles antiaéreos o MANPADS (MAN-Portable Air-Defense Systems) del conocido modelo Igla. (Julio Maíz)


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