África - Defensa Estratégica: Oriente Medio, Norte de África y el Sahel

Los primeros días de marzo han estado marcado por enfrentamientos violentos en la costa de Siria, con injerencia rusas e iraní, renovadas tensiones entre Estados Unidos e Israel con Gaza y la escalada de una grave crisis diplomática entre Argelia y Francia por el anuncio de ésta última de maniobras militares con Marruecos. Mientras tanto, el conflicto en Sudán reveló las complejidades de la participación de empresas turcas en el suministro de armas y el Sahel mantiene su posición como centro global del terrorismo con una preocupante expansión de la actividad de grupos armados.

Siria

La costa siria ha sido testigo entre el 6 y 8 de marzo de violentos disturbios que provocaron la muerte de más de 250 personas (más de 90 miembros del Ejército y fuerzas de seguridad sirias y 160 partidarios del derrocado régimen de Al-Ásad) como resultado de factores internos y externos entrelazados. Entre los internos está la negativa de remanentes del antiguo régimen a asumir el nuevo gobierno, grupos de antiguos oficiales, como el General de Brigada Ghaith Dalla (ex comandante de la 4ª División) y el General de Brigada Suhail al-Hassan apodado "Tigre" (ex comandante de la 25ª División) resistieron el proceso de desarme, temiendo ser procesados por violaciones cometidas durante el gobierno de Assad, anunciando la formación de un "Consejo Militar para la Liberación de Siria".

Se suman, además, factores externos, incluyendo el papel directo de Irán, cuya Guardia Revolucionaria apoyó las operaciones armadas contra el nuevo gobierno con el objetivo de recuperar influencia en la costa siria.

También influyeron los conflictivos intereses rusos, los partidarios de Bashar Háfez al-Ásad aprovecharon la presencia de las bases rusas de Hmeimim y Tartus como paraguas protector, mientras Moscú utiliza la crisis para presionar a Damasco en las negociaciones energéticas y la supervivencia de las propias bases. Docenas de civiles y remanentes del régimen con sus familias entraron en la base de Hmeimim, en la zona rural de Latakia. Antes de los disturbios desatados en estos días, habían comenzado negociaciones entre Rusia y Siria para mantener las bases militares rusas en el país. Las negociaciones incluyen miles de millones de dólares en efectivo, inversiones en gas y la reconstrucción del puerto de Tartus.

Gaza

Trump emitió un "ultimátum" a Hamás exigiendo la liberación inmediata de todos los rehenes retenidos en Gaza. También enfatizó que proporcionaría a Israel "todo lo que necesita para terminar el trabajo", advirtiendo que "ningún miembro de Hamás estará a salvo si no cumplen mis órdenes". El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, también anunció que toda la ayuda humanitaria a Gaza sería suspendida después de que terminara la primera fase del acuerdo de alto el fuego con Hamás. Hamás, por su parte, apunta que la mejor manera de liberar a los prisioneros israelíes restantes es que Israel entre en la segunda fase de negociaciones y cumpla con el acuerdo firmado bajo los auspicios de los mediadores.

Los recientes acontecimientos en la costa siria sugieren que el país está entrando en una nueva ola de inestabilidad interna, con Rusia, Irán e Israel explotando los disturbios para avanzar en sus intereses, dificultando alcanzar un acuerdo político integral y efectivo. Por lo tanto, es probable que la inestabilidad continúe durante un largo período, especialmente si no hay un consenso regional-internacional claro y Siria logra dejar de ser una herramienta más en manos de otros en el actual escenario geopolítico.

En Siria, Rusia, Irán e Israel están tratando de prolongar el conflicto para avanzar en sus propios intereses, haciendo que las negociaciones entre las partes internas sirias sean una opción distante a menos que se elijan figuras nacionales que se preocupen por el interés sirio en primer lugar.

En Gaza, con Hamás insistiendo en condiciones claras para completar el intercambio de prisioneros por un lado, y la administración Trump y Netanyahu escalando su posición por otro, los esfuerzos para alcanzar un acuerdo interino o permanente enfrentan desafíos significativos. El cese de la ayuda humanitaria exacerbará la crisis humanitaria en Gaza y alimenta un clima ideal para un conflicto renovado. Sin una fuerte intervención diplomática de actores internacionales y regionales y mediadores neutrales la estabilidad seguirá siendo difícil de alcanzar, y los enfrentamientos armados pueden reanudarse a corto o medio plazo. La posibilidad de una escalada es real a menos que se abran canales diplomáticos serios entre Hamás e Israel bajo el patrocinio urgente de Egipto y Qatar.

Norte de África:  Marruecos y Argelia, tensión creciente con Francia en medio

La tensión en las relaciones argelino-francesas, que comenzara con el reconocimiento por parte de Francia de la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental en julio de 2024, se incrementaba la pasada semana tras el anuncio de maniobras militares conjuntas franco-marroquíes cerca de la frontera argelina, lo que llevó a Argelia a convocar al embajador francés y advertir a París sobre las consecuencias de este paso.

Francia y Marruecos planean realizar el ejercicio "Chergui 2025" (Oriente 2025) el próximo septiembre en la región marroquí de Errachidia, cerca de la frontera argelina (70 km). Argelia describió las maniobras como un "acto provocativo" que amenaza su seguridad nacional y consideró que el nombre, "Oriente 2025", tiene connotaciones expansionistas que reviven disputas fronterizas históricas.

Los ejercicios militares que han provocado la ira argelina se han celebrado entre Marruecos y Francia desde 2007 bajo el nombre de Tafilalt, cerca de la ciudad de Errachidia, en el este de Marruecos, en 2022 el nombre se cambió al de “Chergui”. Para Argelia las maniobras son un apoyo francés a las reclamaciones marroquíes en las áreas fronterizas disputadas, especialmente el Sáhara Oriental. La disputa ha empeorado desde que Francia reconoció el plan de autonomía de Marruecos para el Sáhara Occidental, cuestiones como el arresto del escritor argelino-francés Boualem Sansal y los intentos de deportar a argelinos de Francia también han remado a favor de elevar la tensión.

El conflicto que está provocando Chargui 2025 refleja la complejidad de las relaciones trilaterales entre Argelia, Marruecos y Francia, y muestra cómo la cooperación militar bilateral puede convertirse en un tema regional con dimensiones geopolíticas más amplias. La crisis también puede extenderse a las asociaciones energéticas, especialmente a medida que se intensifica la retórica pública argelina contra la cooperación con Francia.

Sahel: Centro del Terrorismo Global

El Índice Global de Terrorismo 2025 confirmó al Sahel como el "epicentro del terrorismo", en esta región se concentra más de la mitad de las muertes relacionadas con el terrorismo a nivel mundial (3.885 de 7.555), superando a todas las demás juntas. Es una escalada peligrosa, especialmente porque los ataques terroristas en el Sahel se han multiplicado por diez desde 2019.

ISIS Sahel y Nusrat al-Islam wal-Muslimin (al-Qaeda) están expandiendo su control territorial y reclutando combatientes, incluidos niños. Esta dinámica no solo amenaza la estabilidad de los países del Sahel, también representa una amenaza directa para Europa, que enfrenta un doble flujo: contrabando de armas hacia el Norte de África cerca de sus fronteras y olas de migración irregular impulsadas por la inseguridad alimentaria (33 millones de personas) y el alto desempleo juvenil (35 por ciento).

El Sahel se ha convertido en el "eslabón más débil" en la seguridad europea; no abordar su crisis abrirá la puerta no solo a mayores olas de desplazamiento, también a su transformación en el patio trasero para organizar ataques terroristas dentro del continente, el informe advierte que ISIS sigue activo en 22 países, incluidos europeos.

La retirada de Francia del Sahel: Un cambio geopolítico y cuestiones de seguridad europea

La presencia militar de Francia en África continúa disminuyendo, con una retirada planificada de Senegal para finales de 2025. La presencia francesa en el Sahel llegará a su fin, ya que los países del Sahel  se orientan hacia asociaciones profundas de defensa y económicas con Rusia, China y Turquía, reflejando un importante cambio geopolítico en la región. Pero la retirada de Francia del Sahel podría debilitar los esfuerzos para combatir a los grupos terroristas (como ISIS y al-Qaeda), abriendo la puerta a su expansión hacia países del Norte de África cercanos a Europa; estos grupos pueden convertir la región en una plataforma para el contrabando de armas y el reclutamiento de combatientes.

Explotan la pobreza y la falta de servicios básicos para reclutar jóvenes, con un desempleo estimado en un 35 por ciento, mientras que las olas de desplazamiento resultantes de la violencia están empujando a miles de civiles a migrar ilegalmente a las costas europeas. La región del Sahel registró un aumento del 70 por ciento en los ataques terroristas durante 2023-2024 según informes de la ONU, y 33 millones de personas sufren inseguridad alimentaria en la región, aumentando los incentivos económicos para migrar. Así es como el Sahel se convierte en una puerta trasera para amenazas directas a la seguridad de Europa.

En cuanto al Sahel, la continua disminución del papel francés y estadounidense sin una alternativa clara para combatir el terrorismo amenaza con permitir que los grupos armados controlen áreas adicionales, lo que requiere una acción regional e internacional urgente. (Alex Ribeiro)