Angola adquirirá equipos para seguridad marítima, entre ellos dos patrulleras ligeras y sistemas de telecomunicaciones y radares, a dos empresas del grupo italiano Finmeccanica por 122 millones de euros, contratos que ya han sido firmados por el gobierno de Luanda. La primera de las órdenes de compra contempla, por unos 115 millones de euros, la instalación y servicio de entrenamiento para dotar de medios un centro nacional de vigilancia y coordinación marítima y tres centros regionales. Dichos centros estarán repartidos a lo largo de la costa del país, junto con una cadena de radares (se desconoce el modelo, aunque no serían los anticuados Lyra), recursos electro ópticos y estaciones meteorológicas.
El segundo contrato prevé la adquisición a Whitehead Sistemi Subacquei/WASS, también del grupo italiano Finmeccanica, de dos patrulleras ultra-rápidas, repuestos, manuales y la formación de sus tripulaciones, por 7,25 millones de euros. El gobierno angoleño también ha comprado este año seis helicópteros AgustaWestland AW 139 por valor de unos 92 millones de euros. Estas adquisiciones son parte del plan de Angola conocido como Pro-Naval (Programa de Desarrollo de Poder Naval). Bajo este plan fueron negociados siete buques de patrulla costera clase Macaé, solicitada por los angoleños a la firma estatal brasileña EMGEPRON.
El valor de esos barcos se situaría en unos 170 millones de dólares, cuatro de ellos se fabricarían en Brasil y los otros tres en un astillero que los angoleños planeaban construir, con asistencia técnica y equipamientos brasileños, en una localidad costera a 200 km de Luanda, en la provincia de Kwanza Sul. La baja de los precios en el petróleo, que produjo una severa contracción económica en Angola, junto con la actual crisis de los astilleros brasileños, catalizada por el escándalo Petrobras, conspiró contra la venta de los patrulleros brasileños al país africano, e inclusive contra la posible venta de sistemas costeros de saturación Avibras Astros 2020. (Javier Bonilla)
