Mientras los países del norte de África compiten por modernizar sus arsenales aéreos, Argelia podría dar un paso proactivo para reforzar su superioridad militar mediante la adquisición de los cazas rusos de quinta generación Su-57 equipados con capacidades furtivas avanzadas.
La importancia de este avión no solo radica en sus tecnologías revolucionarias, como el sigilo de radar, la maniobrabilidad excepcional y los sensores de última generación, sino que también marca un hito en el fortalecimiento de la asociación estratégica entre Argelia y Rusia. Sin embargo esta audaz iniciativa se enfrenta a numerosos obstáculos destacando el riesgo de sanciones internacionales y las interrogantes sobre su impacto en el panorama militar regional.
¿Podría la adquisición de estos aviones redefinir los equilibrios militares en la zona especialmente ante la histórica rivalidad con Marruecos? ¿Hasta qué punto podrá la Fuerza Aérea argelina aprovechar estas tecnologías avanzadas para consolidar su dominio en el norte de África? Desde el aspecto técnico también surgen dudas sobre la versión suministrada, ¿será el modelo mejorado Su-57M?
En este análisis exploramos las dimensiones estratégicas y técnicas de este posible acuerdo evaluando sus repercusiones en las dinámicas regionales.
Argelia: pionera en la adopción de aviones soviéticos
Argelia se consolidó como pionera en la adopción de tecnología militar soviética durante la Guerra Fría siendo el primer país fuera del bloque oriental en operar cazas soviéticos avanzados como parte de una ambiciosa campaña de modernización iniciada a finales de los años setenta. En 1976 incorporó el bombardero táctico MiG-23BN de alas de geometría variable seguido en 1978 por los aviones de reconocimiento y ataque MiG-25RB y los interceptores MiG-25P.
Llama la atención la capacidad de Argelia para mantener su flota de MiG-25 —capaces de alcanzar velocidades de Mach 3— durante más de cuatro décadas desafiando la obsolescencia y estableciendo un récord de longevidad para estos aviones cuya mayoría fue retirada a nivel global tras el fin de la Guerra Fría. Hoy Argelia resurge como candidato clave para adoptar la nueva generación de tecnología rusa con planes de reemplazar su flota de MiG-25 por el caza furtivo de quinta generación Su-57.
Argelia apunta hacia un salto furtivo
Argelia opera una flota aérea diversa que incluye 63 cazas multirrol Su-30 Flanker, 40 interceptores MiG-29 Fulcrum y 42 aviones de ataque terrestre Su-24 Fencer. Se posiciona como uno de los clientes potenciales más destacados de la tecnología militar rusa de vanguardia. Esta posición se refuerza con los informes crecientes sobre iniciativas argelinas para adquirir los cazas furtivos de quinta generación Su-57 con rumores de un contrato preliminar firmado en 2019.
Esta tendencia se alinea con un patrón histórico: desde 2002 Rusia ha captado alrededor del 76 % de las importaciones militares argelinas situando al país norteafricano entre los cinco mayores compradores de armamento ruso a nivel global. Además, Argelia ha destinado un presupuesto récord de defensa para 2025 alcanzando los 25.000 millones de dólares equivalente al 20 % del presupuesto estatal.
De confirmarse este acuerdo marcaría un salto estratégico para la fuerza aérea más grande del norte de África transitando desde aviones de la Guerra Fría como el MiG-25 y cazas de cuarta generación de las familias Sukhoi y MiG hacia plataformas aéreas avanzadas capaces de dominar el espacio aéreo moderno. La combinación de capacidades del Su-57 —desde sus sistemas de sensores avanzados y maniobrabilidad excepcional hasta sus tecnologías furtivas— podría reforzar significativamente la capacidad de Argelia para disuadir amenazas en un contexto de crecientes desafíos de seguridad regional.
Características del Su-57 y su superioridad tecnológica
El Su-57 es considerado el primer caza ruso multirrol de quinta generación con capacidades furtivas. Desarrollado por la oficina de diseño Sukhoi bajo el programa PAK FA, busca reemplazar al caza pesado Su-27. Su desarrollo comenzó en 2002, realizando su primer vuelo el 29 de enero de 2010. Tras extensas pruebas la producción en serie de la versión básica inició en 2019 y para 2023 se habían fabricado 22 unidades, incluyendo prototipos.
La Fuerza Aérea rusa recibió su primer ejemplar operativo el 25 de diciembre de 2020. Este avión basa sus prestaciones en tres pilares estratégicos: tecnologías furtivas avanzadas, un alcance de combate de 1.500-1.800 km (según condiciones) y armamento de largo alcance, lo que podría convertir a Argelia en una potencia aérea regional líder.
En lo que respecta a su fuselaje y al sigilo, para reducir la firma radar utiliza materiales compuestos (25% del peso total), con un revestimiento externo casi íntegramente de estos materiales (excepto en zonas de alta exigencia térmica o mecánica). Su diseño aerodinámico incluye formas afiladas y ángulos oblicuos, combinados con toberas de empuje vectorial para maniobras superiores a las de sus rivales.
El sistema de propulsión se basa actualmente el motor AL-41F1 derivado del Su-35 (AL-41F1S) que ofrece alto empuje pero con desafíos de fiabilidad frente a motores occidentales. Como opción de futuro se contempla el AL-51F1, anteriormente denominado Izdeliye 30, previsto para 2025. Es un turbofán con control digital integral, toberas 3D (movimiento 360°) y que se espera tenga capacidad de supercrucero (vuelo supersónico sin postquemador) que suba de Mach 1,2 a Mach 1,4, acercándose a la relación empuje-peso del motor del F-35.
¿Es el caza Su-57 realmente un avión furtivo o solo de baja observabilidad?
¿Cómo funcionan las tecnologías de sigilo para reducir la sección radar (RCS)? Los aviones furtivos (como el F-35 o F-22), se basan en varias estrategias principales para reducir la sección transversal radar (RCS):
- Diseño geométrico: Bordes alineados, las formas geométricas específicas y los ángulos perturban el retorno del radar, ya sea rebotando o atrapando sus reflejos.
- Materiales absorbentes de radar (RAM): El avión se recubre con capas de materiales compuestos o pinturas especiales que absorben la energía electromagnética del radar en lugar de reflejarla.
- Ocultación de componentes internos: Se esconden en bahías internas cerradas con diseños que evitan la dispersión de ondas de radar.
- Conductos de aire en forma de S: Ocultan las aspas del compresor de las turbinas para evitar reflejos directos.
La clasificación del caza ruso Su-57 como avión furtivo (VLO – Very Low Observability) o de baja observabilidad (LO - Low Observability) está sujeta a un intenso debate técnico. El Su-57 se enfrenta a desafíos clave relacionados con sus capacidades de sigilo, sus motores, los sistemas de armamento o las limitaciones de producción derivadas de factores económicos. Si bien el problema del motor podría resolverse con la actualización Su-57M mediante el nuevo motor AL-51F1 así como mejoras en la firma térmica en la parte trasera, los retos del sigilo vinculados a su sección transversal radar (RCS) son más complejos.
Un punto débil en el diseño del Su-57 es la ausencia de conductos de aire en forma de S una característica esencial en aviones furtivos que evita reflejos de radar en las palas del motor. En el Su-57 las palas del turboventilador permanecen parcialmente visibles generando reflejos de radar que reducen su sigilo. A esto se suma una manufactura deficiente con espacios y tornillos visibles en el fuselaje que aumentan su firma radar. Según estudios de fuentes abiertas el RCS del Su-57 se estima entre 0,1 y 0,3 metros cuadrados clasificándolo como LO En comparación el F-35 estadounidense con un RCS de 0,001 m² es considerado VLO.
¿Recibirá Argelia la versión de exportación del Su-57M?
La principal mejora del Su-57M es el motor AL-51F1 (Izdeliye 30) que ofrece mayor maniobrabilidad, velocidad y sigilo. Este motor incluye toberas planas con bordes dentados para reducir firmas radar y térmicas con un empuje de 11 toneladas (18 en poscombustión) permitiendo velocidades supersónicas de Mach 2,1. El AL-51F1 es crucial para cumplir estándares de 5ª generación: multifuncionalidad, sigilo, hipermaniobrabilidad sistemas de guerra electrónica avanzados y capacidad de operar con drones como el S-70 Okhotnik.
La planta de Komsomolsk-na-Amure experimentó importantes actualizaciones en 2024 en preparación para la producción en serie del Su-57M, cuyo inicio se prevé para 2025, con planes de entregar 12 a 24 aviones anuales. Sin embargo, el despliegue masivo de la versión mejorada sigue condicionado a la superación de pruebas operativas de sus diversos sistemas futuros.
Los vuelos de prueba con el primer motor AL-51F1 comenzaron en octubre de 2022. Rusia tiene como objetivo equipar 3 regimientos aéreos con el Su-57 para 2028, integrando gradualmente el Su-57M como columna vertebral de su flota.
Argelia principal importador de armas rusas es candidata clave para adquirir la versión de exportación Su-57M posiblemente a fines de 2025. Rusia afirma poder cubrir demanda local e internacional posicionando al Su-57M como rival del F-35 y J-20 destacando su alcance (1.800 km). Sin embargo, el reto es superar la hegemonía tecnológica occidental y demostrar la fiabilidad de sus motores. Se espera que Argelia reciba el Su-57E/M con capacidades reducidas respecto a la versión rusa pero superior a la versión básica de exportación Su-57E.
¿Será el Su-57 un factor decisivo en la superioridad aérea regional?
Para Argelia, cuyos vecinos no poseen actualmente cazas de quinta generación, la apuesta es clara: garantizaría una superioridad aérea absoluta. Tomemos a Marruecos como ejemplo ya que es el único vecino con una fuerza aérea moderna y avanzada en comparación con otros. Incluso sus cazas más modernas los F-16 Block 72 (aún no entregados) equipados con el radar APG-83 AESA (alcance de 135 km contra blancos de 1 m²) y misiles AIM-120 C8 (alcance de 180 km) junto a capacidades de guerra electrónica mediante el sistema Viper Shield no serían suficientes frente al Su-57E. Este último cuenta con el radar N036-1-01 (alcance de 300 km contra blancos de 1 m²) y misiles K-77M (alcance superior a 160 km) guiados por radar AESA activo.
Esto significa que el Su-57E podría detectar los F-16 a distancias de hasta 250 km permitiéndole rastrear y preparar ataques con antelación. En cambio, los F-16 solo detectarían al Su-57 cuando este se aproxime a 100 km limitando su tiempo de reacción. En el combate aéreo moderno donde prima el enfrentamiento a largo alcance mediante misiles BVR (Beyond Visual Range) la baja firma radar del Su-57 desequilibraría la balanza. Confundiría a los rivales, fragmentaría su conciencia situacional, y ejecutaría emboscadas aprovechando su sigilo logrando altas tasas de eliminación o forzando al enemigo a abortar misiones.
Aunque el combate aéreo depende de factores técnicos tácticos y humanos el Su-57 alteraría por completo las reglas del juego entre los históricos rivales asegurando la supremacía aérea argelina. Sin aviones de apoyo como AWACS y sistemas avanzados de guerra electrónica, incluso cazas de 4ª generación como el Rafale o el F-15EX no restablecerían el equilibrio La única opción para Marruecos sería adquirir el F-35A que no solo equilibraría, sino que le otorgaría ventaja.
Conclusión:
La posible adquisición del Su-57 por parte de Argelia marcaría un hito estratégico en su modernización militar reflejando su histórica alianza con Rusia y su ambición de dominar los cielos regionales. Operativamente redefiniría los equilibrios de poder ya que los cazas de 4ª generación se enfrentarían a desafíos críticos frente a tecnologías furtivas y de largo alcance. Sin embargo persisten retos para Argelia como limitaciones técnicas en la versión de exportación amenazas de sanciones internacionales y una acelerada carrera armamentística regional que podría empujar a Marruecos a buscar cazas de 5ª generación como el F-35
A corto plazo este acuerdo podría generar una disuasión tecnológica temporal consolidando la hegemonía aérea argelina No obstante. la eventual adquisición marroquí de aviones furtivos restablecería la competencia reiniciando el ciclo hasta la llegada de la sexta generación de cazas. (Alex Ribeiro)
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