Airbus Defence & Space acaba de hacer público que la Republica de Malí se convertirá en el cliente más reciente del C295W. Un aparato que posiblemente sirva para comenzar la reconstrucción de la Fuerza Aérea de Malí (FAM), hoy prácticamente inexistente. La entrega está prevista para el segundo semestre de este año.
La larga guerra civil, la toma temporal de los aeródromos del norte, el fin de la ayuda de Libia, y en general el cuasi nulo sostenimiento y mantenimiento, ha dejado inactivos y abandonados, en aeródromos como los del Bamako-Sénou, Gao y Mopti-Séváre, a los aparatos que tenía la FAM: cazabombarderos Mig-21, transportes Basler BT-67 (un DC-3 modernizado con turbinas), y An-26 y los helicópteros de ataque Mil Mi-24D. Actualmente lo único que tendría en vuelo la Fuerza sería alguno de los aparatos ultra ligeros franceses Humbert-Aviation Tétras-912, que se usan como entrenadores, observación y reconocimiento.
Como es desgraciadamente habitual en la región, la única excepción a la penuria que afecta a la aviación del Gobierno de Bamako, sería la del avión de transporte VIP, que adquirió el presidente Ibrahim Boubacar Keïta por un importe de entre 38 y 40 millones de dólares, en concreto se trata de un Boeing 737-7BC, con la configuración de largo alcance o Boeing Business Jet (BBJ) en mayo de 2014. Además la aeronave estuvo operando más de un año y medio con una matrícula de la isla de Aruba, que es un paraíso fiscal, en concreto la P4-PRM, apuntando que PRM se correspondería con la designación de Président République de Mali, antes de re matricularse en 2015 con la actual maliense, TZ-PRM. Una adquisición que motivo en su momento críticas, teniendo en cuenta la penuria de los medios de las FAS de Mali, que actualmente están siendo entrenadas mediante el programa European Union Training Mission (EUTM) Mali, en el que participan, entre otras, tropas españolas.
La orientación europea parece ahora que habría sido determinante para aconsejar a la FAM, cual son las necesidades básicas de una fuerza aérea de este tipo, que sería las de aviones de transporte táctico y logístico, como sería el C295W en configuración de transporte pedido a la empresa Airbus DS, que será construido en la planta sevillana de San Pablo.
Malí se convierte así en el vigésimo tercer país en pedir el C295, más concretamente el modelo C295W equipado con winglets, que ahora es la versión estándar, estando previsto que se entregue en el segundo semestre de este año. Jean-Pierre Talamoni, director de marketing y ventas de la empresa, declaró: “Este pedido de Malí refleja la capacidad que ha demostrado el C295W a la hora de desenvolverse en las duras condiciones operativas que predominan en el África Subsahariana”.
No le falta razón al directivo galo, ya que el aparato se adapta perfectamente a las duras condiciones del escenario del Sahel, además la inclusión de los winglets incrementan la sustentación generada en la punta alar, lo que mejora mucho sus prestaciones aerodinámicas, y especialmente reduce el consumo de combustible. Obviamente la compra es más que evidentemente corta, una solo unidad no facilita la continuidad operativa, por lo que cabría esperar que se incremente el pedido si Mali quiere ir resucitando su Fuerza Aérea, en base a los citados transportes a los que debería de seguir la compra de helicópteros, que se sumarían al encargo realizado por seis aviones de entrenamiento/ataque ligero Embraer A-29 Super Tucano en junio de 2015. (Julio Maíz)